Hay un antes y un después en la vida luego de visitar Japón. Por un lado ofrece tantas oportunidades al turista que cualquier otro destino se quedará corto en comparación; por el otro, su sentido del orden y del respeto a las demás personas se respira desde el minuto uno. Es un lugar que vive su cultura tradicional en el día a día, donde la tecnología está presente hasta en los baños públicos; también es la cuna del manga y el anime, la razón principal por la que estuve allí tres semanas: para buscar historietas, figuras de acción, revistas, y demás cosas que no encontraría en otro lugar.

Sobre la foto abridora: Mural dedicado a la obra de Osamu Tezuka, mangaka legendario, en la estación de metro de Takadanobaba en Tokio. Foto: Alfonso Rivadeneyra.