(Foto: EFE)
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Redacción EC

Europa dio un paso definitivo y marcó un precedente en la normas sobre los derechos de autor en tiempos de . El en plenaria aprobó, sin cambios, la polémica ‘Directiva copyright’, una medida que desde que fue propuesta en 2016 ha enfrentado a los creadores de contenido, artistas, publicistas, activistas digitales, redes sociales y sellos discográficos alrededor de cómo se usan y se protegen los contenidos en la red.

La directiva le da el derecho a los dueños y creadores de los contenidos (específicamente a los titulares de esos derechos de autor) a recibir una remuneración justa por el uso de sus obras en internet, para lograrlo obliga que plataformas como YouTube o Google News obtengan las licencias de los creadores o, en su ausencia, cuenten con mecanismos para el control previo del material que los usuarios comparten.

Tras la votación del Parlamento, la medida deberá ser aprobada en el Consejo Europeo y de allí en adelante, durante los próximos dos años, los países miembro de la Unión Europea deberán adaptar los principios a sus territorios nacionales.

Principales polémicas

En ocasiones anteriores nombres como Paul McCartney, James Blunt y Plácido Domingo, junto a más de 1.300 artistas, habían solicitado a la Unión Europea votar favorablemente.

En el sentido contrario fundadores de internet como el pionero Vincent Cerf, Tim Berners Lee, creador de la World Wide Web (www) y Jimmy Wales, cofundador de Wikipedia, habían advertido sobre restricciones a la libertad de expresión y la posibilidad de una censura previa. Organizaciones como Mozilla Foundation y el MIT Media Lab también se oponen a la medida.

“El Parlamento Europeo ha abandonado el sentido común”, así registró la decisión la Electronic Frontier Foundation (EFF), una organización civil impulsada por los creadores de internet.

Según la EFF, la aceptación de las nuevas reglas, denominadas Directiva de Copyright en el Mercado Digital Único, representa un “impactante” rechazo a más de 5 millones de firmantes de peticiones en línea y más de 100.000 manifestantes que salieron a la calle el fin de semana.

El ministro de cultura francés, Franck Riester, alabó la medida en Twitter, calificándola de “una victoria para Europa, para sus artistas, creadores y periodistas. Una victoria para la Europa de la cultura ahora más fuerte y más protectora”.

Por su parte, el organismo europeo de consumidores (BEUC) aseguró que se aprobó una ley “muy desequilibrada” y que “los consumidores tendrán que soportar las consecuencias”.

Las principales discusiones frente a la directiva giraban alrededor de dos artículos: el 11 y el 13, que para esta votación en plenaria, cambiaron de posición y pasaron a ser el 15 y el 17.

El primero se conoce como una exigencia a las grandes plataformas como Google News o Facebook de contar con licencias si quieren compartir artículos noticiosos, pero la discusión en este apartado no se limitaba a grandes medios, sino también a redes y pequeños portales. Bajo este modelo, sitios de agregación o aplicaciones que reúnen diferentes fuentes de información para agrupar el contenido pasan a regirse bajo las mismas exigencias.

Sobre ello, en febrero, Google dijo que el artículo podría impactar a los mismos medios de comunicación. Medidas similares llevaron en el pasado a que la compañía retirara de España y Alemania su servicio de agregación de noticias.

El artículo 13, ahora 17, por su parte, pide que las plataformas trabajen “proactivamente con los titulares de derechos para evitar que los usuarios suban contenido protegido”. Ello implica desarrollar herramientas técnicas que analicen los contenidos alimentados por los usuarios para evitar que sean publicados sin contar con los respectivos permisos y licencias. Según, Axel Díaz, abogado senior de la firma de ciberseguridad Adalid, se trata de herramientas para controlar la carga de contenidos sujetos a derechos de autor.

“Las plataformas tendrán que verificar que los contenidos cuenten con las autorizaciones requeridas, pero, además, en caso de que no cumplan, deberán garantizar una forma en la que los recursos correspondientes a la obra lleguen al autor”.

Los impactos

En la práctica, las nuevas reglas contemplan un amplio panorama de usos de internet que toca temas como el funcionamiento de bibliotecas, museos, galerías de arte, prácticas en centros de investigación y contempla excepciones fundamentales como el derecho a la parodia y el uso no comercial de contenidos en la red para la creación de memes y otro tipo de formatos digitales populares.

Aunque contenidos como la parodia o la citación directa están contemplados entre las excepciones a los estrictos límites, no todo el contenido que es cargado o puesto a disposición por un usuario que incluye razonablemente extractos de obras protegidas u otros temas está cubierto por ellas.

La directiva considera por ejemplo la práctica comúnmente conocida como ‘fair use’ o uso justo. La excepción específica apunta a “cuando el contenido generado o puesto a disposición por un usuario implica el uso breve y proporcionado de una oferta o un extracto de una obra protegida u otro objeto para un propósito legítimo”.

Sin embargo se aclara que aplicará para “casos especiales que no entren en conflicto con la explotación normal de la obra u otra materia en cuestión y que no perjudiquen injustificadamente los intereses legítimos del titular de los derechos”.Entre los criterios para evaluar si se justifica o no figuran: el grado de originalidad del contenido en cuestión, la extensión de la cita o el extracto utilizado, la naturaleza profesional del contenido en cuestión o el grado de daño económico.

Ahora que los países miembro deberán localizar las normas, tendrán que abordar casos y preguntas más específicas como ¿tiene derechos de autor el estampado de una camiseta?

O ¿si usted sube una reseña de videojuego y usa apartados del mismo debe tener primero el permiso del estudio que lo desarrolló?

¿Portales de memes que venden publicidad en línea como páginas web están incluidos en las excepciones? o ¿deben contar con sistemas de control previo como las plataformas tecnológicas?

¿Cómo afecta a Latinoamérica?

Dado que la medida es aplicable en la Unión Europea, inicialmente las medidas anunciadas, como el filtro de contenido o los pagos a los titulares de derechos de noticias, aplicarán de manera geolocalizada.

Sin embargo, expertos apuntan que además de la ruptura entre los servicios europeos y los internacionales, el principal efecto será el cambio de agenda de las reformas a los derechos de autor.

“Lo que va a suceder es que Europa, como referente mundial, va a impulsar que otros grupos presionen para que a nivel local se adopten medidas similares”, dice Carolina Botero, directora de la Fundación Karisma, ong colombiana que trabaja en temas de derechos digitales.

“Lo mejor habría sido que esa directiva no hubiera pasado en la forma en la que pasó. El lobby y de la forma de construcción de esa política creo que es negativa y lastimosamente también va a ser un referente”, apunta.

Linda Patiño
"El Tiempo" de Colombia, GDA

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