Diez características básicas de los caballeros de hoy
Diez características básicas de los caballeros de hoy
Redacción EC

Maritza Noriega

Muy independiente, muy inteligente, muy moderna… pero cuando él te abre la puerta o te regala una rosa, tus esquemas de mujer de estos tiempos –autosuficiente y emancipada– se remueven un poco. En efecto, aunque puedas perfectamente prescindir de cualquier gesto de caballerosidad, lo cierto es que también valoras la cortesía y las atenciones de alguien que te mima un poco y te trata de manera especial.

La experta en etiqueta social Frieda Holler se pregunta, sin embargo, si todavía existen caballeros o solo se trata de gestos aislados de caballerosidad.

«En estas épocas no encontramos muchos caballeros entre los jóvenes, se pierden costumbres como abrir la puerta, jalar la silla, ayudar a abrir una botella de vino, etc. Los jóvenes que bordean los 30 años no han entendido qué es ser un caballero, creen que se trata de un ‘nerd’. Tal vez en los que tienen un poco más de edad, ejecutivos, encontremos más caballeros », afirma.

¿Sabes tú qué entendemos las mujeres de hoy por caballerosidad? El estudio ¿Es tu chico un caballero moderno? – encargado por la empresa de flores británica Serenata Flowers– indagó al respecto y encontró las características básicas de los caballeros de hoy. Aquí, algunas de ellas:

1. Te lleva a casa después de una fiesta, cuando los zapatos te lastiman los pies.

2. Te llama por la mañana para asegurarse de que te has despertado a tiempo.

3. Te dirá si tu falda está atrapada por tu ropa interior.

4. Te permite comer el último bocado de la comida que comparten.

5. En la calle y en auto, te deja pasar por delante en una cola de tránsito.

6. Arregla o te ayuda a manejar tu computadora o teléfono.

7. Se da cuenta rápidamente de tu nuevo corte de pelo.

8. Te pasa su teléfono cuando te quedas sin batería.

9. Ve comedias románticas contigo sin quejarse.

10. Ve los partidos de su deporte favorito en su computadora para no acaparar la televisión de la casa.

Fuente:
Frieda Holler

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