El día en que detectives peruanos se disfrazaron de mendigos para capturar a banda de narcotraficantes en 1979
De esa manera, los agentes siguieron a los delincuentes durante meses. Un perro policía ayudó a localizar los laboratorios clandestinos donde se elaboraba la droga.
La mañana del 11 de setiembre de 1979, una increíble historia policial sorprendió a todos los peruanos a través de las páginas de El Comercio. Ese día, el diario decano anunció la captura de una banda de narcotraficantes en Lima. Los traficantes operaban en distintas zonas de la capital. Lo anecdótico de las detenciones fue que los detectives se disfrazaron de mendigos para seguir a los delincuentes durante meses. Con la ayuda de un perro policía se logró localizar los laboratorios clandestinos donde se elaboraron más de cien kilos de cocaína. Una cantidad valorizada en 500 millones de soles.
Planificación de la captura
Las averiguaciones policiales empezaron en enero de 1979. Desde ese momento, la Policía de Investigaciones del Perú (PIP) supo que un grupo de delincuentes venía elaborando varios kilos de cocaína al mes en nuestra capital. Los narcotraficantes fueron identificados de inmediato. La idea de los agentes era atraparlos en sus laboratorios. Un meticuloso plan que tardaría meses.
Para ello, un grupo de detectives se disfrazó de indigentes. Acompañados de un perro llamado “Pichicata”, empezaron el seguimiento diario contra los narcotraficantes en distintas zonas de la capital. El animal, nacido en la sierra del país, había sido entrenado para detectar drogas y otros insumos para la fabricación del clorhidrato de cocaína. La sensibilidad de su olfato era la pieza clave para la captura de los delincuentes.
Con el pasar de los meses, los malhechores veían como sus ganancias crecían a pasos agigantados. Por eso, trabajaban “sin preocupaciones”. Al punto que muchas veces ayudaron (sin darse cuenta) a los policías disfrazados de mendigos. Es así como llegó la hora de actuar para los agentes. Un duro golpe al narcotráfico en el país estaba por darse.
Detención de los delincuentes
La mañana del 10 de setiembre de 1979, los detectives de la PIP sorprendieron a los criminales en sus dos laboratorios: uno ubicado en la urbanización Villa Sol, Manzana “H”, Lote 2-A (Los Olivos) y el otro en el jardín Yauli 1242, en Chacra Ríos Norte (Cercado de Lima). Los detenidos fueron: Hugo Vicente Espinoza, José Sánchez Zavaleta, Guillermo Toledo Zúñiga y Tito Valenzuela Flores.
En los laboratorios, los agentes policiales encontraron más de 10 kilos de cocaína pura, pasta lavada y sustancias para elaborar más de 30 kilogramos adicionales de este alcaloide. También hallaron varias armas, documentación falsa, tubos de prueba, embudos y reactivos. La organización había producido más de cien kilos de clorhidrato de cocaína en los últimos ocho meses. Una cantidad valorizada en 500 millones de soles.
Es así como la policía peruana logró desmantelar a esta banda de narcotraficantes que trabajaba en nuestra capital. También fue la primera vez que la PIP utilizó un perro mestizo para una operación antidroga. Un trabajo que hizo que los agentes pasaran “de policías a mendigos” por unos meses.