La increíble historia del millonario atraco al Banco de Crédito de Jesús María que se realizó en menos de cinco minutos
Cuatro delincuentes fuertemente armados asaltaron el Banco de Crédito del Perú (BCP) de Jesús María en 1971. Este fue el segundo atraco a esta entidad financiera. Años atrás, en 1967, un grupo de hampones se llevó casi medio millón de soles.
Eran mediados de octubre de 1971, cuando cuatro delincuentes asaltaron una agencia del Banco de Crédito del Perú (BCP) en Jesús María . De la caja fuerte, se llevaron más de dos millones de soles en menos de cinco minutos. Días después, la Policía de Investigaciones del Perú (PIP) encontró el auto en el que los asaltantes se dieron a la fuga. Más adelante, conocerían la cara del autor intelectual del atraco.
Eran las 9 y 45 de mañana del 15 de octubre de 1971, cuando cuatro delincuentes llegaron hasta la agencia N°37 del Banco de Crédito del Perú, ubicada en la esquina de los jirones Mariscal Miller y Camilo Carrillo, en Jesús María. Al ver que no había mucha seguridad, dos de los hampones entraron por la puerta principal de la sucursal y sacaron sus armas de fuego. Otro se colocó como “campana” en la puerta trasera y el restante se quedó en un auto.
Ya en el interior del local, los asaltantes redujeron con amenazas de muerte a 20 clientes y 7 empleados de la entidad bancaria. Los criminales obligaron a todos a tirarse al suelo. Luego, forzaron al cajero y al administrador de la agencia a abrir la bóveda. De la caja fuerte, sacaron millones de soles y los metieron en una bolsa de lona. Cuatro minutos después, el “campana” avisó a sus compañeros que la policía se acercaba. Esto puso nerviosos a sus dos cómplices, quienes no lograron llevarse todo el dinero.
En seguida, los dos criminales saltaron por el mostrador. Uno de ellos presionó, sin querer, el botón de las alarmas del banco. El otro criminal le pisó la mano a un ingeniero que, segundos antes del asalto, iba a realizar un depósito. Al darse cuenta de ese dinero, el hampón se lo quitó y lo metió dentro de su bolsa. Luego, ambos se subieron a auto Chevrolet, modelo Malibú, que ya los esperaba para la fuga.
De esta manera, los asaltantes se desaparecieron del lugar. Horas más tarde, la PIP llegó al banco. Tras una larga inspección en el local, notificaron que los hampones se habían llevado S/. 2.471.869. El robo duró menos de cinco minutos. En la bóveda, los ladrones dejaron un poco más de un millón de soles. Esto debido a que confundieron la sirena de un camión de bomberos con la de los agentes policiales. Es así como un nuevo caso estaba a punto de empezar.
Nuevas pistas
Esa tarde, un profesor universitario se presentó en la dependencia de la PIP, señalando que la marca de su auto y el número de la placa coincidían con las del vehículo utilizado en el asalto. El automóvil tenía una calcomanía de la Universidad de Lima en el parabrisas. La policía empezó el caso averiguando este hecho. Cabe resaltar que esta no era la primera vez que asaltaban esa agencia limeña. Años atrás, el 1 de marzo de 1967, cinco criminales se llevaron 400 mil soles de esa entidad. Durante la fuga, los delincuentes hirieron a una menor.
Al día siguiente, el 16 de octubre de 1971, los investigadores revelaron que uno de los clientes que estuvo en el banco durante el robo era un dibujante. Él hizo un bosquejo con las características más resaltantes de los criminales. Los testigos también detallaron que uno de los hampones era delgado, de más o menos 1.70 c.m. de estatura y llevaba terno azul y corbata. El otro era de contextura gruesa, medía 1.65 c.m. y era blanco con cabello ondulado. Ambos delincuentes utilizaron lentes oscuros en el momento del atraco. Con estas pistas, los detectives empezaron a buscar a los asaltantes.
Horas más tarde, la PIP informó que habían encontrado el vehículo con el que fugaron los delincuentes. El auto fue abandonado en la tercera cuadra del jirón Pucallpa, en Breña. Un patrullero de la policía lo localizó estacionado y sin señales de haber sido forzado para su uso. El hallazgo se dio la misma noche del atraco.
Asimismo, revelaron que el dueño del auto era Alfredo Reyna Flores. Él se enteró del robo de su vehículo cuando la Guardia Civil (GC) lo llamó para hacerle unas preguntas. Horas antes del asalto, Reyna había dejado su carro en una playa de estacionamiento afuera de su trabajo. Cuando salió a cotejar lo que le decían los agentes, se dio con la sorpresa que su automóvil había desaparecido. Tras ello, fue a la comisaría.
Este vehículo también estuvo unos días en una factoría por algunos problemas mecánicos. Por eso, la policía detuvo a los empleados y al dueño del taller para ser interrogados. Los investigadores detallaron que un niño que lavaba autos afuera de la entidad bancaria les dio la matrícula exacta del carro. El menor confesó haber visto al chofer bastante nervioso. Además, dio detalles físicos del delincuente. Ese día, los agentes policiales aseguraron que era cuestión de horas detener a los asaltantes.
Días después, el 18 de octubre de 1971, un vocero de la PIP informó que le seguían los pasos a un delincuente de apellido Riquelme, principal sospechoso del asalto a la agencia de Jesús María. Además dijo que las huellas dactilares tomadas al vehículo de la fuga no habían arrojado resultados positivos.
Más adelante, el 22 de octubre, El Comercio revelóque los investigadores habían identificado a dos de los asaltantes. Uno de ellos se llamaba Pedro Salas Palomares, alias “Negro Minaya” y al otro le decían “Cejas” o “Secas”. Ambos estaban cerca de ser capturados. Los otros dos cómplices también fueron identificados; sin embargo, el equipo especial de detectives del caso mantuvo sus nombres en reserva. Hasta ese momento, la policía tenía cerca de 20 sospechosos detenidos.
El 23 de octubre de 1971, la PIP anunció que había capturado a cuatro delincuentes que asaltaron diferentes bancos limeños. Entre los detenidos estaban Pedro Salas Palomares, alias “Negro Minaya” y José Secas Días, alias “Mono Secas”. Este último fue capturado en su casa del Callao, en donde vivía con la mujer de un hombre que había asesinado años atrás.
Los otros dos capturados fueron identificados como Juan Corzano García, alias “Niño Juan” y Adolfo Aponte García, alias “Mulato”. Este último era considerado el autor intelectual de varios asaltos a agencias bancarias limeñas, entre las que estaba la del BCP de Jesús María. Esa noche, también se logró reconocer a otro de los asaltantes de dicha entidad financiera. Un avezado delincuente que le decían “El españolito”. Es así como la policía logró arrestar al resto de la banda en pocas semanas.
La oposición en el Congreso debe presentar esa semana la moción de censura en contra del ministro de Trabajo, Iber Maraví, por sus presuntos vínculos con organizaciones terroristas. Mientras que el Poder Ejecutivo prepara una cuestión de confianza. La sesión del pleno del jueves 7 será clave para determinar el desenlace de esta nueva crisis política.