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¿Qué sucedía en el Perú cuando se estrenó Top Gun en 1986?
El 18 de diciembre de 1986 se estrenó en el Perú ‘Top Gun: Pasión y Gloria’, dirigida por Tony Scott y protagonizada por Tom Cruise y Kelly McGillis, cinta que por estos días ha recobrado actualidad ante la difusión mundial de una secuela que retoma el hilo de la historia inicial.
Hace 36 años el filme de la Paramount, conocido en otros países como ‘Top Gun: Ídolos del aire’, llegó a nuestras salas de cine con el promisorio rótulo de ser “la película más taquillera de los Estados Unidos”, país en donde había recaudado unos 167 millones de dólares.
Cruise, quien encarna al piloto Pete Mitchell, apodado ‘Maverick,’ y McGillis, convertida en la experta en astrofísica Charlotte Blackwood, llamada ‘Charlie’, formaron una pareja explosivamente sensual, cuyo flirteo se forjó entre prácticas de vuelo, miradas furtivas y vertiginosos viajes en moto.
En Lima el filme de 110 minutos de duración se proyectó en los cines Metro, Lido, El Pacífico, Roma, Alhambra, Diamante, Ídolo, Premier y Monarca. La cinta, que también sumó en su reparto a Val Kilmer (‘Iceman’) y Anthony Edwards (‘Goose’), compitió en ese momento con producciones como ‘El color púrpura’ de Steven Spielberg y ‘The Cotton Club’ de Francis Ford Coppola, dos rivales de peso.
Pero… ¿Qué pasaba en nuestro país cuando ‘Top Gun’ irrumpió con sus trepidantes escenas de combate aéreo? Pues mientras en las pantallas de los cines limeños el irreverente Mitchell luchaba contra sí mismo y contra la sombra de su padre, un ex piloto fallecido, en el Perú nos gobernaba Alan García Pérez, la moneda oficial era el Inti, los teléfonos públicos funcionaban con fichas ‘rin’ y los primeros ‘walkman’ eran la novedad entre los jóvenes y adolescentes.
En el plano económico, ‘El otro sendero’ de Hernando de Soto era el libro más comentado en los espacios académicos, mientras las casas comerciales más concurridas se llamaban ‘Hogar’ y ‘Sears’. En el desaparecido supermercado Monterey el aceite ‘Capri’ se vendía a 15.90 intis, el papel higiénico ‘Regio’ a 2.20 intis y la lata de sardinas ‘Timonel’ a 8.50 intis. Por campaña navideña en ‘Todos’, otro supermercado de aquellos años, el kilo de pavo estaba a 60 intis y el panetón de la casa a 34.50 intis.
Asimismo, días antes de que ‘Maverick’ hiciera su incursión en la pantalla grande de nuestros cines, la subversión se cobraba cinco nuevas víctimas en su oleada de terror, al ultimar en Puno a tres ingenieros de la compañía minera Minsur y en Huancayo a dos médicos apristas.
La oferta televisiva comparada con la de hoy era austera. Había que escoger entre los pocos canales de señal abierta: 2, 4, 5, 7, 9, 11, 27 y 33. El cable no existía pero sí la grabación en Beta y VHS. A las 4:30 en el Canal 2 podíamos disfrutar de ‘Los Magníficos’, mientras que en Canal 4 a la 1 de la tarde las amas de casa se pegaban a la pantalla para ver la telenovela argentina “El Infiel”, protagonizada por Arnaldo André.
A las 10 de la noche en Panamericana Televisión, Canal 5, estaba como siempre el noticiero ‘24 horas’ y en el Canal 7 los más pequeños podían entretenerse con Mirtha Patiño y ‘Chiquiticosas’, a las 4 de la tarde. El Canal 9, por su parte, conseguía un buen rating con la telenovela peruana ‘Malahierba’. Asimismo, a finales de diciembre se inauguraba el Canal 11, que puso en el horario estelar la serie ‘Camino al cielo’, protagonizada por Michael Landon.
En el ámbito musical el rock en español mandaba en las emisoras limeñas. Grupos como GIT, Soda Stereo, Los abuelos de la nada y el Tri imponían sus mejores temas, junto con bandas peruanas como ‘Rio’, que según nota de El Comercio, se iba contratado a Bolivia para realizar varias presentaciones. Sin embargo, el rock y el pop anglosajón no dejaban de producir éxitos. ‘Gambler’ de Madonna fue elegida como la Más Más de Radio Panamericana, evento organizado los días 12, 13 y 14 de diciembre en la Plaza de Acho.
Unos días antes del estreno en Lima del filme de Scott, hizo su aparición la revista Somos. En el Teatro del Museo de Arte se presentaba la obra ‘Se casa Barrantes’ de Nicolás Yerovi y en el Real Teatro se podía apreciar ‘¿Quién es quién?’, una comedia dirigida por Horacio Paredes y protagonizada por Hernán Romero e Yvonne Frayssinet.
El éxito en el Perú de las aventuras del piloto Pete Mitchell estiró la proyección de ‘Top Gun’ hasta el mes de enero de 1987, cuando en Brasil había empezando a jugarse la Copa Pelé, que se transmitía por televisión. Por esos días aquí el Instituto Nacional de Estadística alertaba sobre los primeros incrementos del índice de inflación. Pequeña bola de nieve que terminaría siendo un alud meses después. Por su parte, el presidente Alan García descartaba toda posibilidad de reelección ante el recelo de la oposición.
Del mismo modo, Perú y Estados Unidos firmaban un convenio a mediados de diciembre por el cual se restablecían los vuelos comerciales entre ambos países y el servicio de agua potable a cargo de Sedapal (Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima), para malestar de los limeños, incrementaba su tarifa.
Música y acción
‘Top Gun’ tuvo una fenomenal banda sonora, que le atinó tanto en lo romántico (‘Take my breath away’, premio Oscar a mejor canción original) como en lo bélico (‘Danger zone’), cerrando así el círculo virtuoso para una producción cinematográfica que no ha perdido vigencia.
El avión de combate F-14 Tomcat, el ‘otro protagonista’ de la película de 1986, hoy es un objeto de museo. Es cierto que este caza interceptor aparece en la nueva versión de Top Gun, pero es gracias a la magia del CGI que lo podemos ver en el filme de Joseph Kosinski.
‘Top Gun: Maverick’ ha sido estrenada en el 2022 con el revuelo que se suponía, y en el Perú la convocatoria ha sido numerosa y nostálgica, atrapando de nuevo a sus seguidores con el embriagante vértigo de los aviones de guerra, las misiones arriesgadas y los avatares sentimentales. Tenemos a un Cruise que ‘desempolva’ la moto y no ha dejado de retar a sus superiores, con esa filosofía de chico rebelde, que esta vez pareciera sentar cabeza ante una Jennifer Connelly llamada Penny, que amaga adormecerlo con su cálida belleza, tan distinta a la ya lejana y blonda McGillis. El final, como siempre, dejara abierta la duda de una continuación.
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