Displasia de cadera
Foto: Paul Collins
La displasia de cadera consiste en la salida o desplazamiento de la cabeza del fémur del acetábulo. ¿Qué es el acetábulo? Es la superficie cóncava de la pelvis. Para que lo ubiques fácilmente te ponemos un ejemplo: cuando pides pierna en el pollo a la brasa, rompes la unión de la pierna con la cadera para comer. La cabeza redonda que queda después de esta separación es el fémur, hueso metido en un agujero que es el acetábulo, éste tiene un ligamento en el medio, que se llama “ligamento teres” o “ligamento redondo”, cuya función es sujetar con fuerza la pierna. En determinadas razas y por un tema hereditario, el acetábulo es un poco plano y la cabeza se sale o se escapa, provocando así la cojera.Este problema es más frecuente en perros grandes como el labrador o el pastor alemán, razas que al haber pasado por muchas mezclas a veces heredan el gen de la displasia de cadera. Sin embargo, también se presenta en razas pequeñas, por ejemplo, hemos visto el caso de perros Buldog que sufren la displasia de cadera pero caminan bien. Como no corren, no se nota el problema.
La displasia de cadera puede presentarse desde que el animalito es cachorro, pero la incidencia aumenta en la adultez. Si notas que tu perro tiene dificultad para pararse, caminar o lo hace como si estuviera bailando, puede que padezca de una displasia de cadera. Es muy doloroso. Si se tratara de un padecimiento extremo es necesario realizar una intervención quirúrgica, que consiste en retirar la cabeza de fémur para que no haya contacto de hueso con hueso y se evita así la dolencia.
Dependiendo del caso se debe realizar un tratamiento especial de forma temporal o permanente. Hay una serie de inyecciones y pastillas nuevas que ayudan mucho a aliviar el dolor al perro.
Los traumatólogos hacen distintos tipos de operaciones. Hay uno que consiste en colocar un clavo en la cadera, lo cual impide que el fémur se salga. Otro, es la resección de la cabeza de fémur. La prótesis de titanio es un tratamiento muy costoso por lo cual no se realiza en nuestro medio). No tenemos un estudio sobre el porcentaje de perros que sufren de este mal pero sí podemos decir que se presenta con mayor incidencia en las razas Labrador y Pastor Alemán.