La toxoplasmosis en los perros
Muchas veces se piensa que la toxoplasmosis solo afecta a los gatos pero no es así, los perros pueden también adquirir esta enfermedad
La infección en caninos se da tras ingerir cualquier alimento o lamer superficies que hayan estado en contacto con las heces de felinos infectados con el parásito o al ingerir carne infectada.
Es más frecuente en los cachorros y por lo general está asociada a otras enfermedades debilitantes como Distemper u otro virus; sin embargo, los perros adultos también pueden desarrollar el mal a cualquier edad si su sistema inmunológico está comprometido.
La aparición de síntomas en los perros es variable, puede aparecer en días o años después de la infección inicial.
Si su perro adquirió la toxoplasmosis puede presentar estos síntomas: problemas respiratorios, gastrointestinales, neuromusculares que resultan en fiebre, vómitos, diarreas, disnea (dificultad para respirar) e ictericia (coloración amarillenta de las mucosas como encías).
En casos más complejos como la toxoplasmosis generalizada se presentan signos neurológicos dependiendo de la lesión primaria e incluyen ataxia (dificultad en el movimiento), convulsiones, temblores, déficits en el nervio craneal y parálisis. Se nota también dolor difuso y muy fuerte, tanto que el hecho de tocar a la mascota podría generar una reacción desmedida e incluso llegar a morder.
¿Cómo evitar que su perro se contagie?
1. Alimente a su mascota con alimento balanceado y si le da de comer algún tipo de carne, éstas deben estar bien cocidas.
2. En casa, remueva la tierra que pudiera haber sido utilizada por gatos para defecar.
3. No deje que su mascota esté en contacto con gatos vagabundos y tampoco permita que estos tengan contacto con el alimento de su perro.
4. Mantenga comunicación continua con su médico veterinario ante cualquier duda.