Extrema Finlandia: semblanza sobre el death metal finlandés temprano
A comienzos de los 90, el boom metal, más allá de los medios masivos de comunicación, era el death metal. El mundo se regodeaba en Pantera y cantaba la muerte del thrash, se recibía con alborozo la gira Metallica/Guns ‘n’ Roses y en Headbangers de la MTV rotaban a Nirvana, pero en los subsuelos del metal los ojos estaban ya en el death, la nueva vanguardia del género (quizás nuestra última vanguardia).
Dos escenas se perfilaron pronto como las punteras en un movimiento que más que nunca mostraba su vocación global: Estados Unidos y Suecia. En otros lugares se habla de estas grandes escenas. Sin embargo, es necesario hacer notar que hubo más países de comparable dinamismo, aunque quizás no de igual éxito mediático que esos dos grandes centros de difusión. Uno de esos fue Finlandia.
Opacada por el casi inmediato revuelo que tuvo la escena sueca entre 1989 y 1992 y luego ensombrecida por el black metal noruego y sus “actos militantes” (vandalismo, en realidad), la escena extrema finesa no alcanzó el reconocimiento que tuvieron sus compañeros de generación nórdicos. Al menos no hasta que Amorphis y Sentenced se hicieron una reingenieria y se introdujeron en el folk, el gótico y la melodía y atrajeron más la atención, más o menos desde 1994, y alcanzaron a crear y protagonizar un espacio en el entramado del metal.
Antes de esa transformación hubo un conjunto de bandas, paralelas a sus pares suecos, que practicó un estilo de death metal diverso y diferente, explotando otras cualidades del género. En primer término, tenían un estilo mucho más oscuro y cavernoso que sus contrapartes suecas, orientadas al sonido brutal y duro. Evidenciaban, además, mucho la influencia no tanto de Death como la de Carcass y confluyendo bastante con lo que estaba haciendo Incantation en Estados Unidos. Y, casi desde el primer momento, se inclinaron por la pericia técnica, la complejidad estructural y a la innovación como sus sellos sonoros indiscutibles; así, Adramelech, Funebre, Abhorrence, Necropsy y principalmente Demilich, entre otras, levantaron el tétrico estandarte del death finés. Acá una semblanza de algunas de esas bandas, cuya memoria no debe extinguirse.
XISMA
Esta banda comenzó bajo el nombre de Repulse y editó el demo On a Cartrip in Sweden (curioso título) en 1988 y debe haber sido la pionera del death finlandés; sin embargo, para 1989 se había cambiado el nombre a Xysma. Claramente influidos por el primer Napalm Death, Carcass y el crossover, desarrollaron un death metal realmente gutural y extremo, en el que se percibe la impronta de las bandas sudamericanas como Holocausto o los Sarcófago más extremos. Sus trabajos Swarming of the Maggots (demo 1989) y Above the Mind of Morbidity (EP, 1990) se focalizan justamente en lo más radical. Pero para su segundo EP, Fata Morgana se percibe una intención más técnica algo que se volverá característico del death finés en general. Yeah, su primer álbum, de 1990, podría ser el primer disco larga duración de ese género grabado en Finlandia (no estoy seguro de eso, pero es lo que parece por los datos que tengo). El sonido chacal ha desaparecido casi por completo excepto en el departamento vocal en el que las cosas siguen extremas. Diversos pasajes instrumentales, acústicos y de teclados incluso le dan variedad a la propuesta (estamos en 1991, eso era muy nuevo en ese entonces). Al parecer la pericia instrumental los lleva a mediatizar mucho su herencia punk y a establecerse más en una tradición metálica consistente. A mí, la madurez interpretativa de este álbum me sorprende pues es de 1991 y yo lo oigo adelante incluso del Entombed de entonces.
FUNEBRE
Es otro de los hitos de este death metal oscuro. Muy afectos a las intros percusivas y a la ralentización del sonido, tanto que en algunos temas parecen death/doom, sobre todo en los demos. Sin embargo, lo suyo estaba muy unido al hardcore, tanto que los han clasificado en el deathcore (en el sentido que se le daba a esa expresión en los años 90). Los Funebre nos dejaron dos demos, uno de 1989 llamado Cranial Torment y otro del 90, sin nombre. En el primero recuerdan mucho a Mantas, la banda seminal de Death, pero con un timbre de voz más sepulcral y con retazos de Repulsion, la vieja gloria de Flint, Michigan. El demo de 1990 destaca por su sonido latoso y más agudo, aunque la onda es igual de oscura. Ambas producciones son realmente extremas. El EP de ese mismo año, llamado Brainspoon, es uno de los trabajos más oscuros del género. Menos acelerado que los demos y dotado de mayor pericia técnica, lo que se percibe ambición en la banda (hubo un cambio casi total en los integrantes). Un año después editaron el Children of the Scorn (1991), su único álbum, de enigmática portada (¿qué es eso? ¿vasos sanguíneos?, ¿nervios?) El sonido mejora notablemente y se nota una onda más thrasher que no era tan obvia en los demos anteriores. El álbum cuenta con una producción que “limpia” bastante el sonido sobre todo en el nivel de las guitarras. De hecho, es parte del cambio clásico de estas bandas extremas cuando pasaban de los demos a los discos oficiales y sucede en todos lados tanto en Dismember, como Vader y, claro, en Funebre. Parte de la atmósfera extrema cede para dar paso a una producción más “esterilizada y aséptica” que ahora percibimos como parte de lo que les caracteriza, pero que, en contraste con los demos, también notamos como un cierto aplanamiento y pérdida de radicalidad sonora. En ganancia, tenemos mejores solos de guitarra y una mayor metalización del sonido. Buen disco, lástima que es debut y despedida, solo se editaría poco tiempo después un Split con otras bandas del mismo estilo, Weird Tales of Madness al lado de Atrocius, Desolation, Necrophile y Phlegethon.
PHLEGETHON
Es uno de los más notables del grupo de bandas tempranas. Musicalmente, Phlegethon tuvo más influencia de las bandas norteamericanas que las demás. Incorporaron desde el principio ciertas atmósferas sonoras y coros de voces limpias. Supieron desde intercalar partes veloces con momentos más lentos junto a solos de guitarra muy trabajados para el nivel de los demos. Su inicio en producciones fue muy temprano, 1989 es el lanzamiento de Visio Dei Beatifica. Es uno de los demos más interesantes que yo haya oído, sobre todo por la habilidad de la sección rítmica. La batería suena increíble. La voz no es tan cavernosa como en la mayoría de las bandas, pero el sonido general es sumamente extremo. 1990 verá su siguiente demo, de enigmático título, Neutral Forest (¿cómo hace un bosque para ser neutral? ¿por quién tomaría partido?). Se perciben las características del primer demo, aunque con una producción mucho más solvente. La voz ya no se pierde en medio de los demás instrumentos, sino que se siente en el conjunto. Las ganas de golpear persisten, y la batería sigue siendo uno de los créditos. Luego llegará el Fresco Lungs de 1991, EP que será el final del trabajo de Phlegethon en la etapa temprana (y preclásica) del death finés. Este trabajo está compuesto desde otra óptica, orientado desde el principio por una influencia progresiva que se retrotrae claramente a los 70, las partes extremas son solo elementos aislados en los temas, que se decantan hacia una onda muy técnica. Definitivamente, para bien y para mal, este disco está adelantado por lo menos un lustro a su época. Phlegethon continuaría luego de 1995 y el siglo XXI, pero ese trabajo escapa del parámetro temporal que nos hemos impuesto en este pequeño resumen.
ABHORRENCE
Si solo Abhorrence fuese el representante del death metal finlandés, tendríamos suficiente. Efectivamente se trata de una banda que practicó un sonido extremo y radicalizado hasta el tuétano. Su demo debut, el Vulgar Necrolatry (me encanta ese título tiene todo lo extremo que debe tener un título de metal extremo). No solo ensaya atmósferas sonoras que enmarcan los temas, sino que trata de crear un clima lúgubre como si se tratara de una especie de aquelarre de almas en pena en un abandonado cementerio profanado por locos desnudos danzantes. Es muy extremo. Estructuralmente se parece mucho a Morbid Angel y se encuentra mucho de esa fuerza primitiva que hayamos también en el Slayer del Show no Mercy. A nivel técnico está muy logrado también. En el 91 cierran su extrema y breve discografía con el 7′ homónimo que editó ese templo del death metal más profanatorio que fue Seraphic Decay Records (Incantation, Acrostichon, Derketa y un largo etcétera). A diferencia de la mayor parte de sus compañeros de generación, al pasar al vinilo no cedieron ni un centímetro de su rabia y brutalidad, metal verdaderamente extremo y sucio. Como dato curioso, les cuento que este combo brutal es el semillero de Amorphis, la leyenda death/meliodiosa del metal finlandés. Todavía algo de eso se percibe en The Karelian Isthmus, algo. Así es.
También pertenece a ese primer puñado de bandas extremas tempranas cuya actividad se inicia entre 1988 y 1989. Su demo Abominations of the Death de 1991, se distingue por una guitarra de fuerte influencia heavy metalera tradicional creando punteos y riffs de gran calidad, aunque siempre dentro de una onda fúnebre. La voz es muy chacal y me recuerda a la de los brasileños Holocausto. Es como si estuviese cantando un zombi (en el buen sentido). El EP de 1992, Three Way Dissection, es más técnico y experimentan creando atmósferas y efectos sonoros para la voz. Además, los temas ensayan cambios más influidos por géneros diferentes del metal. Les queda bien, aunque el EP resulta más interesante que bueno. Estos Mordicus llegaron a sacar disco: en 1993 editaron Dances from Left, en el que ya se percibe algo del giro que comenzaba a dar la escena finlandesa. En mi opinión es uno de los mejores trabajos de death metal de 1993, pero tiene un estilo que lo pone ya dentro de lo más técnico, aunque no son Cynic ni mucho menos, hay partes muy extremas en todo el disco. Lástima que no siguieran.
ADRAMELECH
Adramelech es algo así como el inicio de la segunda generación de bandas de death metal temprano finlandés. Comienzan en 1991 y luego de unos demos, lanzan su EP Spring of Recovery (1993), de solo tres temas. La portada parece haber sido hecha por el mismo artista de la del álbum de Funebre, aunque acá la figura es reconocible (al parecer se trata de artistas diferentes). La música es un death metal muy brutal y veloz, con interludios de descanso rítmico muy típicos de la época. La voz es muy extraña, no es violenta sino mascullante y gutural, es como si mascara la letra y tratara de deglutirla, aunque esto se conjuga con una voz más varonil y grave. Es una mezcla que le da mucha personalidad a la propuesta. La banda ha continuado su andadura hasta años recientes, pero ese trabajo escapa a nuestro marco temporal.
DEMIGOD
Demigod es uno de los mayores exponentes del death finlandés de aquella primera escena. En ellos se aprecia con más fuerza la herencia thrash metal y la del death sueco que se desarrollaba en su país vecino. Pero es la tendencia por lo oscuro y malsano lo que verdaderamente les distingue y el vehículo para lograrlo fue, como sucedió en otras bandas, la voz oscura y extrema a la vez. Su demo Unholy Domain, de 1991, es una buena muestra de rabia incontestable, con temas bien pensados para crear conciencia musical headbanger. Sin embargo, es con su disco Slumber of Sullen Eyes (1992) con el que logran impresionar a más de medio mundo en la escena extrema subterránea. Este trabajo hace gala un buen equilibrio entre la agresividad y la técnica del death metal. Demigod es una banda que continúa hasta nuestros días.
DEPRAVITY
Depravity es otro de los hitos de esta escena. Tuvieron una relativamente larga carrera en demos (5) y EP (2) entre 1991 y 1993. Provenientes de la escena hardcore, se entregaron a la ola death metal que asolaba a Europa del norte y su trabajo alcanzó su mayor nivel con el EP Silence of the Centuries que se centra en un death metal clásico maduro con unas guitarras muy en la onda de la escuela estadounidense, pero con una voz sepulcral afiatada. Los solos de guitarra, que provienen claramente del heavy metal, son brillantes y la producción de esta pequeña joya es muy buena. Las canciones están muy bien ensambladas y el disco se queda chico por su duración.
Fue otra de las agrupaciones de sonido más extremo que quepa imaginar. Practicaron un verdadero death metal fúnebre y cadavérico. Todo un culto a la muerte. Comenzaron bajo el genial y arquetípico nombre de Purtenance Avulsion, en 1990, bajo el cual editaron un excepcional demo homónimo con la banda. Luego, en 1991, deciden contraer el nombre a solo Purtenance y con él editan un demo que se convierte en un EP. Luego, en el 92, lanzan un gran disco debut, el Member of Immortal Damnation. Este disco tiene la rara cualidad de, más allá de su calidad de producción y limpieza en el sonido, no perder la agresividad de la banda. Es imposible oír este trabajo y no pensar en lo que se hacía en Suecia en esa misma época y cuánto pueden diferenciarse dos interpretaciones de la misma corriente artística. La obsesión tanática le ha ganado la partida al nihilismo en el death metal finlandés temprano. Estamos listo para un punto de quiebre: o se consagra esta concepción o se le deja de lado.
DEMILICH
Toda generación de bandas tiene su ápice creativo en una o dos agrupaciones. En el caso de esta escena temprana de death metal de Finlandia, este rol le corresponde, casi sin ninguna duda, a Demilich. Este grupo supo conjugar todo lo que hace enorme a una banda de metal, pericia técnica, osadía compositiva, creatividad musical. Llevaron varias de las tendencias del death metal finlandés temprano a sus lógicas consecuencias musicales. Se iniciaron con el demo Regurgitation of blood que expresó el death metal promedio de la época. Es con su siguiente demo, The Four Instructive Tales… of Decomposition, de 4 temas, que ya anunciaba la ambición y trayectoria de la banda. La producción no resulta tan herrumbrosa como los demos de las bandas anteriores que hemos referido, sino que aspira a cierta limpieza ya que su proyecto era más técnico. La voz que tenemos acá, es la que ya nos ha acostumbrado el death de Finlandia, cavernosa y brumosa, heredera de la de Carcass, pero en este disco está en su máxima expresión, Antti Boman, líder, vocalista, guitarrista y principal compositor del grupo es un verdadero innovador. Algunos lo comparan con Frank Mullen, de Suffocation, pero no es lo mismo. Mullen es brutal, pero no asusta. Annti tiene esa cualidad de ultratumba que pocos vocalistas de death metal tienen. Agresividad hay en todos, pero sonar a muerto, pocos. Sellos indiscutibles de esta banda son no solo la voz y la vocación técnica de la banda sino los títulos y letras extrañas. Inspirados en la tradición carcassiana de letras ideopatológicas complejas (usaban un diccionario médico para ello), pero crearon su propia versión que conjugaba elementos médicos con metafísicos. Ejemplo de esto fue su gran y único álbum Nesphite (1993), obra cumbre y epitafio de la primera escena death metal finlandesa, en el que podemos leer títulos como The Putrefying Road in the Nineteenth Extremity (…Somewhere Inside the Bowels of Endlessness…) o The Planet That Once Used to Absorb Flesh in Order to Achieve Divinity and Immortality (Suffocated to the Flesh That It Desired…) Recuerdan un poco a los usados por Hellwitch de Estados Unidos. En el plano estrictamente musical, es sorprendente cómo captan lo que se había hecho en el death metal hasta esa época por bandas como Entombed o Morbid Angel y lo reinventan creando algo solo oído, incluso ahora, en ellos. Recomendable por todos lados. Un detalle, para mí el logo de la banda, que parece ser escrito en un puñado de nervios arrancados del tallo cerebral, es el emblema de todo el death metal finlandés temprano.
A pesar de esta oscura, extrema y fúnebre corriente de death metal que vivió este pequeño esplendor en Finlandia en los primeros años de los 90, casi toda ella se extinguiría en poco tiempo más. Fueron pocas las agrupaciones que siguieron con esta corriente. Aunque Amorphis y Sentenced en sus primeros discos mantuvieron bastante de este estilo de death metal, para 1994 ya se habían decantado por formas que introducen melodías y atmósferas emotivas, que si bien es cierto son muy logradas y altamente apreciables, son también más accesibles para el público común, que casi naturalmente siente lejanía por estilos que evocan con tanta fuerza el poder de la muerte. Digamos que las tendencias extremas acabaron derivando en el naciente black metal de ese país con bandas como Beherit o Impaled Nazarene. Sin embargo, acá están los testimonios fonográficos que forman parte de nuestra historia.
De ninguna manera he pretendido abarcar a todo el death metal finlandés temprano sino solo hacer una reseña de algunas de sus bandas y trabajos más representativas en aras de una mayor difusión y conocimiento. Mucho del material de estos grupos estaba descatalogado y no se había reeditado jamás, pero en el último lustro, algunos sellos, pequeños y grandes, como Xtreem Music, Svart Records o incluso Century Media, han rescatado casi todo este trabajo en modernas ediciones remasterizadas y muchas veces comentadas. Otros ejemplos notables de este primer death metal son Interment, Necropsy, Cartilage (geniales), Necrobiosis, Lubricant o Vomiturition.
Demilich
Phlegethon
Mordicus
Depravity
Demigod
Purtenance