Liquidarlo Celuloide - Superfricción [Reseña]
No hay cabida para la calma. Ni un solo segundo; ni una fracción del mismo. A cada instante, las guitarras –agitadas e inquietas– y las texturas –a veces propias del no wave y a veces del más puro noise– ocupan el estéreo para abrirle camino a una voz nebulosa, que canta lo siguiente: «Quiero saber lo que me vas a hacer, si no obedezco tus órdenes de caer, de caer, de caer».
Así se muestra “Cama de cristal”, quizás el tema más atractivo de Superfricción, décimo disco de Liquidarlo Celuloide. Un track que sintetiza buena parte del recorrido de esta banda nacional, el cual se inició en el 2003 con el elepé Fiebre de lo Misterioso. Recorrido que se basó –en numerosas ocasiones– en la instrumentación con desparpajo; en el arrebato sonoro.
De vocación experimental, pero matizado con momentos de krautrock y ruidismo, este nuevo trabajo discográfico tiene otros cortes igual de contundentes: “Sin piel por no fabricar pegamento”, por ejemplo, se estructura a partir de un riff constante y de la incursión vocal de Juan Diego Capurro; sin duda, la novedad del álbum. O “Pastiche de horario estelar”, que abre fuegos desde la perspectiva de una guitarra distorsionada y de una percusión de naturaleza motorik.
Está claro que Liquidarlo Celuloide se ha distanciado ligeramente de trabajos anteriores, como Vértigo Magnético (2014) o Disturbia Ingrávida (2012), donde resultaba más notorio ese espíritu psych. En este presente –con sensación de futuro– llamado Superfricción, la agrupación va más allá: se orienta hacia un plano más melódico, menos abstracto, pero siempre apelando a la más irrebatible y adictiva estridencia. Es, pues, su mejor trabajo hasta el momento.
(8.5/10)
Sello: Buh Records
Producción: Liquidarlo Celuloide
Grabación, mezcla y masterización: Eddie Plenge en Dragón Verde Producciones
Asistencia de grabación: Ignacio Briceño
Arte: Rodrigo La Hoz • Juan Diego Capurro
Formato: Digital • CD