Two broke girls: quedarse sin dinero nunca fue tan divertido
Nada mejor que dos chicas opuestas y sin plata para hacer una serie que haga reír
Two broke girls es el testimonio fehaciente de que los modelos preestablecidos funcionan bien. Existe toda una teoría sobre las comedias que se plantean a partir de los opuestos y esta serie es la más reciente expresión de esa idea.
Es inevitable pensar en Dos perfectos desconocidos. Dos primos con ideas, costumbres y modos de ver el mundo completamente diferentes. O Blanco y Negro, en el que las diferencias raciales tenían directa relación al comportamiento de los personajes. Las parejas disparejas han estado en todas las generaciones. Incluso, hace poco, podíamos ver a Charlie y Alan Harper siendo opuestos en prácticamente todo.
En el caso preciso de Two broke girls, vemos la reactualización de todo ello. La chica pobre conoce a la ex chica rica y cada una necesita a la otra aunque no terminen de admitirlo. Aquello de que los opuestos se complementan tiene mucho asidero en esta historia que ya está ganando seguidores en todo el mundo. No por nada ganaron el People´s Choice Award a mejor serie estreno.
Lo mejor de esta serie es que los estereotipos funcionan muy bien y eso es algo difícil de conseguir. Por lo general cuando se apela a esto la historia se vuelve predecible y por ende aburrida. Pero por más que en Two broke girls podamos adivinar lo que sucederá, los personajes lo resuelven entre gags, frases e ingenio que desatan la risa.
Estamos ante una serie que no pone todas sus fichas en la historia sino en lo que aporta cada una de las protagonistas. Y Eso puede ser bueno o malo según se vea. Es muy posible que este programa alcance éxito pero no muchos años, porque para mantenerse en el tiempo una buena historia es fundamental. Por ahora, hay que disfrutarla, porque vale la pena.