El enemigo de Batman
Grant Morrison siempre ha sabido ser polémico. Cada reactualización de un personaje de cómic que ha realizado el guionista escocés ha tenido sus adeptos y sus críticos. Bajo su dirección han estado desde clásicos como “Arkham Assylum” o “All Star Superman” hasta trabajos poco logrados como “Final Crisis” o “Batman, the return of Bruce Wayne”. Y ninguno ha escapado de las posiciones encontradas. Y cómo para no perder la costumbre encendió la pradera en estos últimos días al afirmar que Batman es homosexual. Y esa última declaración me hace pensar una idea que me venía a la cabeza desde hace algún tiempo: actualmente el enemigo número uno de Batman no es el Joker sino Grant Morrison.
Empezaremos este post aclarando que no tendría nada de malo que Batman sea homosexual. No le quitaría valentía ni inteligencia ni ninguna de sus tantas habilidades. Es más uno de mis superhéroes favoritos es abiertamente gay (Midnighter, integrante de The Authority) y justamente está inspirado en el murciélago. Incluso creo que sería muy bueno que un personaje tan popular como él sea homosexual. Mi crítica a Morrison viene al hecho de que nada en la historia del personaje hace pensar que Bruce Wayne tenga inclinaciones por personajes de su mismo sexo. Lo que buscaremos señalar es que en las declaraciones del escocés está dentro de una cadena de hechos que pareciera indican que el personaje no es de su agrado.
Morrison se ha hecho famoso por crear argumentos complicadísimos que reformulan la naturaleza de los personajes. A pesar de que dichas historias han provocado el rechazo de muchos aficionados al cómic, ha logrado sacar adelante títulos como importantes como el de JLA, Fantastic Four, entre otros. Esa fama provocó que la DC le asignará uno de sus personajes más importantes: Batman.
Y desde que escribe la historia el escocés ha hecho sufrir las de Caín al murciélago.Siguiendo la línea utilizada en otros títulos Morrison introdujo a un mundo de alucinógenos que tuvo su climax en Batman RIP, en la que es llevado a la locura por la organización Black Glove. Luego “mató” al personaje en Final Crisis para luego resucitarlo en “Batman, the return of Bruce Wayne”. Sin embargo, el regreso de Bruce Wayne no representó su vuelta al traje del murciélago, o al menos no en el de defensor de Gotham City. El Batman original deja a Dick Grayson y a su hijo Damian en los roles de Batman y Robin en Gotham City mientras el viaja por el mundo reclutando vigilantes para cada país que se incorporen a Batman Inc.
Hasta allí todo bien. Pareciera que tras el descenso a los infiernos por el que hizo pasar Morrison a Wayne en Batman Incorporated lo pone por encima de un ejército mundial de murciélagos. Pero después aparecen esas declaraciones de Morrison en las que señala que Wayne es “muy, muy gay” y que “su único interés es estar con el niño (Robin) y el viejo (Alfred)”. Un comentario que no es el primero en el que muestra una animadversión por el magnate de Gotham City y que yo ubico en toda una campaña para debilitar al personaje.
Ya hemos señalado la línea por la que hizo pasar Morrison a Batman durante el tiempo que ha tenido el personaje a su cargo. Si bien no es el primero en poner en serios aprietos al murciélago en problemas serios creo que es el primero en poner realmente en cuestión a las columnas vertebrales de la historia del personaje.
La primera de ellos es el origen. Todos sabemos que la motivación máxima de la lucha contra el crimen de Wayne es la muerte de sus padres. Sin sus padres muertos, el justiciero no tiene como justificar su lucha. Pues en Batman RIP, Morrison pone en duda la muerte de Thomas Wayne. El líder de la banda Black Glove afirma ser el padre del millonario y pone en trompo al héroe y al lector. Luego en “Batman, the return of Bruce Wayne” cuestiona la honorabilidad de la familia Wayne y también pone en duda que el padre de Batman haya muerto. Primer golpe: Destruir la motivación del héroe.
Lo segundo que es notorio es la preferencia que tiene el escocés por Dick Grayson. Muchos guionistas de Batman mantuvieron durante años al primer Robin alejado del traje de su mentor porque preferían darle una personalidad propia. Incluso cuando quedó paralizado prefirieron colocar como reemplazo a Azrael antes que a Grayson. Sin embargo, Morrison no solo le dio la capa a Nightwing tras la “muerte” de Batman sino que cuando Wayne regresó lo mantuvo en el papel de vigilante de Gotham City. Segundo golpe: ubicar a un sucesor.
Tercer punto. Morrison hizo lo que nadie: matar a Batman. Si bien rápido se supo que Wayne no había fallecido si lo dejó fuera de la historia buen tiempo. Algunos me pueden decir que lo mismo le ha pasado a otros héroes como Superman, Wonder Woman, Flash, Green Lantern, entre otros pero creo que este caso es diferente. Todos esos fallecimientos fueron necesarios porque los personajes estaban bajos en ventas o necesitaban una reestructuración. En el caso del murciélago no pasaba por el tema de ventas ni por necesidad de cambios. El único que pensaba el murciélago necesitaba cambiar era Morrison.
Entonces lo que queremos plantear es que todas las acciones del guionista escocés indican que tiene un serio problema con Wayne. No quiere que siga siendo Batman y por eso busca cambiar su historia y ubicarlo como un personaje cuya historia es un engaño. Su lucha partiría de una mentira y su fama de playboy sería una fachada a su condición de homosexual. Mejor plan para destruir su psique no lo urdiría ni el Joker. Quizás Morrison se ha tomado en serio el papel de villano que ha interpretado en algunos videos de mi Chemical Romance y busca acabar con Batman. Quiere ser su peor enemigo.
pregunta de la semana: ¿Qué opinas de las declaraciones de Morrison y su trabajo con Batman?
p.d. Este post se lo dedicó a mi gran amigo Sergio Barrientos, el mayor especialista en Batman que conozco.