El 11-S en los cómics: del estupor a la esperanza
Toda tragedia causada por el ser humano viene acompañada por sensaciones y sentimientos contrapuestos. Al miedo se le afronta con coraje, la soledad hermana voluntades, el odio se resquebraja con pequeños actos de amor. Ese es el triunfo supremo: cuando la voluntad se impone aunque no todos los finales puedan ser felices.
Quizás una de las maneras de sublimar estos dolientes episodios sea a través de las artes. Encontrar belleza y trascendencia allí donde la muerte y el vacío imperan. Y el cómic, entendido como el noveno arte, ha servido y sirve con mucho para este propósito.
En el caso de los atentados del 11-S, los aportes gráficos han alcanzado elevada plenitud. Acaso porque nunca, aunque pasen las décadas, podremos olvidar esas imágenes de las Torres Gemelas derrumbándose y destruyendo con su caótico y sangriento amasijo de cemento, armazón y fierro todo lo que antes cobijaba bajo su sombra.
EL ESTUPOR
Ocurridos los atentados, el primer cómic que recogió el impacto del golpe fue el “The Amazing Spiderman Vol. 2 nro. 36”, donde un horrorizado Peter Parker -enfundado en el traje arácnido- contempla impotente la caída de las torres. Ha llegado tarde y solo le queda colaborar con el rescate, aunque no falta alguna imprecación por no haber evitado tamaño desastre.
A lo largo de varias páginas, Spiderman verá a gente como el Capitán América morder su rabia, y a villanos como el Dr. Doom verter algunas lágrimas, mientras valientes neoyorquinos se vuelven eslabones de una enorme y sólida cadena de solidaridad.
LA SOLIDARIDAD
En diciembre de ese 2001, los editores de Marvel lanzaron el especial “Heroes” donde algunos de los más connotados ilustradores colaboraron con imágenes en las que realzaban al personaje anónimo que había salvado vidas. Desfilaban allí bomberos, policías, vecinos, pasajeros de avión y más, cruzándose con algunos metahumanos apabullados por tanta valentía de gente común sin superpoderes.
Unas semanas después editó “A moment of silence”, donde se presentaban cuatro historias sin palabras centradas en los socorristas y sus actuaciones el mismo día del atentado.
“9-11: Emergency Relief”, editado para beneficio de la Cruz Roja Americana, fue un especial en blanco y negro donde se relataban historias cortas, reflexiones en tinta y papel sobre el dolor impregnado en el alma de América. Entre tantas imágenes me quedo con la viñeta de un televisor sangrante frente a un espectador aturdido, mágica colaboración del maestro Will Eisner.
DC Comics también se sumó a la cadena de apoyo con “9-11: September 11 2001”, volúmenes uno y dos. Como en el caso de Marvel, famosos guionistas y dibujantes volcaron sus sentimientos en pequeñas historias cargadas de humanismo. Algunas que podría destacar: la del hombre que baja piso a piso por una de las torres, mientras se hermana en esos largos minutos con desconocidos a la par que la muerte los persigue; o la del niño que imagina a Superman, Linterna Verde, Flash salvar a todos los trabajadores de las torres, porque en su fantasía eso debió ocurrir. Y también, la de la niña que ve interrumpido sus dibujos animados en la TV por imágenes que no comprende y que no quiere ver.
LA INVESTIGACIÓN
“Su lectura debería ser obligatoria en hogares, colegios y bibliotecas”. Así de contundente fue Stan Lee al comentar la importancia de “El informe del 11-S: una adaptación gráfica”, una obra que en 133 páginas reinterpretó visual y textualmente el reporte de casi 600 páginas que elaboró la comisión investigadora sobre los ataques de Al Qaeda, formada por diez ex políticos demócratas y republicanos.
La planificación, los criminales, la ineficiencia de los servicios de inteligencia, el rol de las autoridades estadounidenses, los largos minutos del día de horror… todo un documento gráfico que se convirtió rápidamente en un bestseller no solo por su contenido, sino por la calidad del mismo y la capacidad de síntesis exhibida por sus autores.
La editorial Hill and Wang confió en la propuesta de Sid Jacobson y Ernie Colón, en lo que configura un texto histórico aunque por momentos uno pudiera pensar que hay personajes que se confunden con lo histriónico.
HISTORIAS DE AUTOR
Pasado el tiempo varios autores han volcado en páginas sus propias visiones sobre lo que ha representado el 11-S, miradas intimistas y de exploración en las que nos podemos (más, menos, mucho, poco) ver retratados. Allí están, por ejemplo, “Can’t Get No”, de Rick Veitch donde se relata la historia de Chad Roe, un hombre de negocios disperso y turbado que vivirá in situ el impacto de los aviones en el World Trade Center. O “Septembre en t’attendant”, donde Alissa Torres narra cómo perdió a su esposo en el atentado y cómo ella se convierte en víctima.
“Mardi 11 septembre” es la oportunidad para que Henri Rehr cuente la angustia de no saber qué ha pasado con su esposa y su hijo mayor, pues los aviones han chocado y él está en casa con su hijo de dos años. En tanto que “Le 11e jour” sirve para que Sandrine Revel cuente cómo viajó a Nueva York para homenajear a su hermano fallecido y queda envuelto en una nube de horror colectivo. Asimismo, en “World Trade Angels” Fabrice Colin y Laurent Cilluffo comparten su vision pospolítica y postraumática de un hecho que cambió la gran Historia.
En el 2011, al cumplirse una década de los ataques, se publicó el libro “12 de setiembre: la América después”, donde varios autores escribieron ensayos y graficaron historias sobre las consecuencias, las guerras, Guantánamo, la política de seguridad basada en la “autodefensa”… ; es decir, la histeria y la historia entremezcladas sin tapujos.
Pero quizás el trabajo más celebrado haya sido el de Art Spiegelman titulado “Sin la sombra de las torres”, donde el célebre autor de “Maus” hace una introspección sobre el impacto de este cruento episodio. El desconcierto, el individuo en medio de una masa desdibujada por el pánico, el polvo que todo lo oculta, las miserias, las pequeñas vicisitudes, el sufrimiento… Una compilación de publicaciones que había hecho para la revista alemana “Die Zeit”, la británica “London Review” y la estadounidense “Forward”.
A SONREÍR OTRA VEZ… Y RECORDAR SIEMPRE
Pero la vida sigue y aunque las víctimas del 11-S siempre serán recordadas, también es cierto que NY y el mundo han vuelto a sonreír. Hace cinco años, varios de los personajes más famosos de las historietas que se publican en periódicos de EE.UU. supieron combinar esos sentimientos en una publicación denominada “Cartoonists Remember 11-S”.
Personajes de King Features Syndicate, Creators Syndicate, Tribune Media Services, Universal Press Syndicate y Washington Post Writers Group entregaron preciosas viñetas que, entre sonrisas y lágrimas, nos recordaron que la vida es el presente y el futuro, aunque nunca hayamos de olvidar el pasado.
¿Y A TI TE GUSTARÍA LEER ALGUNO DE LOS CÓMICS INSPIRADOS EN EL 11-S?