Ruslan Kleytman: "Uno no puede enseñar si no inspira"
Ruslan Kleytam dará un profesorado de Akhila Yoga en Lima gracias a Open Yoga, estudio fundado por Álvaro Congrains, el 24 de setiembre (horario nocturno) y el 2 de octubre (horario diurno).
No es la primera vez que Kleytman viene a enseñar a nuestro país, pero justamente lo que define su estilo es la falta de estática: todo está en constante cambio, todo está en constante mejora. Así, sus profesorados tienen siempre toques distintos.
Tuve la oportunidad de entrevistarlo la última vez que visitó Lima -para la inauguración de Open Yoga- y conversamos de estilos de yoga, de su sistema y sobre esos días que él casi pierde su práctica.
¿Qué define Akhila Yoga?
Para empezar no es un estilo nuevo. Yo no lo veo como algo nuevo, lo veo como mi intento de traer todo el conocimiento que he recolectado en 15 años en un solo sistema.
Pero es inevitable colocarlo en un estilo particular…
Es que todos tenemos estereotipos de las cosas. Todos tenemos en la mente cómo se ve una práctica con vinyasa, cómo se ve una práctica fluida, cómo se ve una práctica, en teoría, tradicional. Pero no creo que así se deben de percibir las cosas. Para mí es importante que uno practique teniendo una meta y sabiendo que los movimientos que hace son buenos para su cuerpo. Akhila Yoga, entonces, es integral. No es que condensa estilos.
¿A qué te refieres con integral?
Que es un estilo que busca no solo dar los conceptos, sino de relacionarlos. Lo que yo busco con los profesorados no es necesariamente preparar a los alumnos en profesores, sino guiarlos a que se conozcan a un nivel más profundo. Lo que yo quiero es ayudarlos a cambiar sus vidas, a que se vuelvan practicantes. Uno no puede enseñar, si no inspira.
¿En algún momento de tu vida pensaste que el yoga no era para tí, perdiste esa inspiración?
Yo conocí el yoga a través de los libros, no a través de una práctica física. Mi primer acercamiento, entonces, fue desde un punto de vista muy tradicional. Leía grandes maestros, mucha filosofía… cuando conocí la perspectiva moderna del yoga me decepcioné un poco, pensé que los grandes maestros ya no existían, o si lo hacían solo estaban en los Himalayas.
Pero sigues aquí…
Se hizo la luz (ríe). Conocí a mi gurú y recuperé mi motivación. Sé que hay maestros de verdad y otros que enseñan desde el ego. Es parte del camino conocer a ambos.
¿Qué tan importante es tener un solo maestro?, pues como alumnos llevamos varios profesorados.
Yo creo que uno puede tener varios maestros, pero solo un gurú. Por ejemplo, si tú decides estudiar física y te dicen que solo puedes hacerlo desde un libro, de un solo autor, no sentirías que vas a avanzar. Sucede lo mismo con el yoga: está bien conocer estilos, puntos de vista. Pero es más importante sentarse y pensar qué hacer con ese conocimiento, cómo relacionarlo.
Y hay que sumarle que cada uno también es su propio maestro
Sí, pero uno no puede practicar sin información. Uno necesita de conocimiento para entender lo que necesitas.
Ruslan está emocionado de regresar a nuestra ciudad. De hecho, asegura que si bien viaja constantemente hay dos lugares que los considera como sus bases: Moscú y Lima. “Al principio no me acostumbré a Lima, pero creo que es porque cuando uno llega a una ciudad por primera vez solo mira lo malo. Ahora, me encanta y me he dado cuenta que para apreciar Lima hay que buscar sus secretos. Es una ciudad que tiene mucha belleza escondida”.
Es curioso que lo diga, pues esa frase se podría aplicar a casi todo, ¿no?: ¿cuántas cosas tienen su belleza por ser descubierta?
Namasté