Por Arturo León / Periodista
Barcelona mejoró con su presencia. Ingresó de '9', aunque se tiró más por la izquierda. Obligó a Cesc a retroceder al medio, lo que benefició el juego colectivo culé por el centro. Se mostró picante, con ganas de desequilibrar. Las pidió todas y le dio explosividad a su equipo en ls metros finales, aunque no alcanzó.
Se dio un encontronazo con Diego Costa a los tres minutos de haber ingresado, pero eso no mermó su juego. Casi siempre por el centro, buscó de todas formas abrir el candado del Atlético. Le costó porque no está al 100%. Se nota en su aceleración, en su velocidad, en su miedo a la fricción. Aún no es aplastante, como en otro momento.
Pero tuvo dos chances claras de gol que, por ser él, sorprende que las haya fallado. La primera, de cabeza. Inició la jugada por el centro, se sacó un defensa y tocó para Jordi Alba, libre de marca, quien se la devolvió al argentino por arriba, pero el cabezazo de la ‘Pulga’ se fue afuera.
La segunda la generó él solo. Encontró la pelota cerca al arco del Atlético, que no estaba bien parado en defensa, aceleró, dejó uno en el camino y, ante tres defensores, sacó un remate cruzado que atajó el belga Courtois. A Messi solo le faltó definición. Las que nunca falla, no las pudo meter hoy.
Por Horacio Zimmermann / Periodista
Pecó de individualista en algunas jugadas del primer tiempo. Su primera opción fue siempre optar por la jugada individual y no por el pase al compañero, el colectivo.
No pudo desequilibrar a la zaga catalana, pero fue una amenaza dentro del área por su sola presencia. Toda la esperanza de gol del Atlético está en su botín derecho. Controlado por la defensa catalana, le hizo falta un mejor complemento que Villa en el ataque.
Fue el mejor del primer tiempo por su empeño, por su actitud combativa, mas no por sus jugadas con pelota al pie. En ese sentido, le faltó inspiración para quebrar una zaga blaugrana que no cedió errores. Su única chance fue una tijera que se fue desviada.
Eso en ataque. En defensa, cuando su equipo no tuvo el balón, sacrificó su presencia en el área contraria para acercarse a su arco y ayudar con la marca. Tácticamente estuvo diez puntos. Defendió y corrió para tratar de frenar al Barcelona hasta el último minuto.
Esta vez no fue determinante para darle tres puntos al Atlético. Tuvo gasolina de sobra, pero le faltó afinar su juego.