Un oficio que tiene 25 años en las esquinas semaforizadas de Lima pero que recién desde el 2019 registra denuncias de agresión gracias a un sector que utiliza la fachada de limpialunas para asaltar o coaccionar a choferes a darle dinero, perjudicando a quienes sí intentan trabajar honradamente. El Comercio siguió los pasos de los limpialunas para el episodio 24 del microprograma #pasaenlacalle