En tan solo 7 meses, exactamente el 18 de diciembre, se iniciarán las operaciones en el nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, el único en su tipo en toda Sudamérica. De acuerdo a Lima Airport Partners (LAP), a cargo del proyecto, el avance de las obras ya sobrepasó el 80%. Este terminal aéreo tendrá una extensión de 935 hectáreas, casi tres veces más grande que el actual.
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El nuevo Jorge Chávez ofrecerá una experiencia propia de una verdadera Ciudad Aeropuerto. Concepto con el cual se ha concebido este proyecto y bajo el cual se vienen ultimando los trabajos. Ningún otro aeropuerto en la región cuenta con el tamaño, los sistemas de funcionamiento ni con la variedad de comercios que tendrá este terminal.
Asimismo, contará con un terminal para pasajeros de cuatro niveles, amplios espacios comerciales (tiendas de ropa, comida, accesorios, entre otros), cuatro estacionamientos de gran tamaño, un bulevar de casi dos cuadras y media con grandes hoteles y restaurantes, así como lo último en tecnología para el tránsito de los pasajeros y el traslado de equipaje.
La inversión para este proyecto, indicó LAP, es de 2 mil millones de dólares; mientras que la inversión de terceros, quienes ocuparán espacios comerciales y de servicio, será de 300 millones de dólares.
Puentes provisionales
Pese a estar estipulado en el Acta de Acuerdos de abril del 2022, el Puente Santa Rosa, vía prevista para acceder al nuevo aeropuerto, no estará listo sino hasta octubre del 2027, por lo que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) ha previsto, como solución temporal, la instalación de dos puentes modulares que conectarán el nuevo terminal de pasajeros con la avenida Morales Duarez (paralelo al futuro puente Santa Rosa), a fin de permitir la transitabilidad de los pasajeros.
A través de Provías Nacional, el MTC inició en marzo pasado las labores de instalación de los puentes modulares. Se trata de dos estructuras (una de ingreso y otra de salida), con una de longitud de 81,9 metros y dos carriles cada una. Las plataformas cruzarán el río Rímac conectando el aeropuerto con la avenida Morales Duárez, en el Callao, cerca al cruce con la avenida Nuevo Aeropuerto.
Cada puente tiene un peso aproximado de 400 toneladas. Sus diversos componentes se trasladaron la última semana de febrero, desde el campamento de Provías Nacional, ubicado en Pasamayo, hasta la zona de trabajo. El MTC ha proyectado culminar la instalación de los puentes modulares entre setiembre y octubre del presente año.
Vale precisar que en un primer momento, se contempló la construcción del denominado Puente Santa Rosa como vía de acceso al Jorge Chávez. Su ubicación estaba prevista en el cruce de las avenidas Morales Duárez y Santa Rosa. Sin embargo, el MTC comunicó meses atrás, que dicha estructura no iba a estar lista para la apertura del nuevo terminal, pese a que se había estipulado que sí en el Acta de Acuerdos de abril del 2022.
Cabe mencionar que en diciembre pasado, Provías Nacional otorgó la buena pro al Consorcio Santa Rosa de Lima para la instalación de los dos puentes modulares, por un valor de S/11,9 millones.
El MTC detalló que por lo pronto, en la margen izquierda del río Rímac, al lado de la avenida Morales Duárez, ya se han colocado 16 pilotes de 25 metros de profundidad cada uno, que servirán de soporte para los estribos sobre los que se tenderán las estructuras metálicas.
Rutas y accesos al nuevo aeropuerto
Paola Loayza, gerente de Real Estate de LAP, detalló a El Comercio que el nuevo Jorge Chávez contará básicamente con dos accesos: uno a través de los puentes modulares ubicados en la avenida Morales Duárez y otro situado en la avenida Gambeta. Precisó que cuando esté listo el Puente Santa Rosa, el primer acceso se moverá unos metros hasta este punto.
Respecto al primer y principal acceso, que será por los puentes modulares, explicó que será destinado para los pasajeros, acompañantes, empleados y buses (tantos privados como públicos). En tanto, el otro acceso, por Gambeta, indicó que es orientado al ingreso de servicios, es decir, por este punto ingresará toda la mercadería para las tiendas, zonas de carga, almacenes de carga, proveedores.
“Por esta zona (acceso de Gambeta) también podrán entrar taxis autorizados, pero vacíos. Una vez adentro habrá un área de estacionamiento de taxis, donde esperan a que se requiera su servicio en el terminal de pasajeros. En el caso de los taxis que llegan con pasajeros estos sí van a ingresar por el acceso principal (puentes temporales)”, señaló Loayza.
Un detalle a resaltar en los dos circuitos internos correspondientes a ambos accesos es que no se interrumpirán al momento en que se crucen, pues la vía para los vehículos que ingresen por Gambeta irá por debajo de la otra vía. “Eso es algo súper positivo porque finalmente no va a haber congestión en los flujos”, destacó la representantes de LAP.
A fin de que los usuarios puedan acostumbrarse y seguir estos circuitos sin problemas, Loayza dijo que se colocarán diversas señalizaciones desde el ingreso al aeropuerto y en toda la ruta, principalmente en los puntos de decisión donde el conductor tendrá que tomar una u otra.
“Todo eso se ha estudiado. Incluso si la persona no va hasta el terminal de pasajeros y se quiere estacionar tendrá una señal para poder ingresar a la zona de parqueos que son cuatro. De igual forma si desea ingresar a la vía libre para dejar o recoger pasajeros. Además, habrá lectura de placas para llevar nosotros un control de los flujos”, dijo.
Respecto a la vía libre, que desembocará justamente en el inicio del bulevar, el gran objetivo es que allí se pueda tener el transporte público. Vale recordar que semanas atrás, la ATU anunció que ha diseñado cinco rutas para que buses de transporte público puedan llegar al aeropuerto. Estas unidades ingresarían por los puentes modulares y llegarían hasta la vía libre, donde tendrían un paradero. Se contempla que tengan otro más en otro punto.
Viaducto diferenciado
Una vez al interior del aeropuerto, los vehículos que se dirijan hacia el terminal único de pasajeros tendrán dos caminos: tomar el viaducto elevado hacia el tercer nivel, que es la zona de salidas nacionales e internacionales y por consiguiente el área de check-in; o tomar la vía controlada que va directamente al primer nivel, donde se ubica la zona de llegadas.
En total el terminal consta de 4 niveles. El nivel 2 es el área de conexiones, mientras que en el nivel 4 estará un salón de protocolo y lounges VIP. También se contará con un sótano destinado a almacenes comerciales y el sistema de manejo de equipajes.
“Frente a la fachada del terminal hay dos vías. Un viaducto dará al tercer nivel que es el área de salidas, donde los vehículos van a poder llegar, dejar al pasajero y retirarse. En el caso del primer nivel funcionará una vía controlada que es exclusiva para todo el servicio de transporte privado”, explicó Loayza.
Si bien al viaducto elevado habrá libre acceso, va a existir un tiempo máximo de permanencia para evitar que los vehículos se estacionen y generen congestión. Este tiempo empezará a correr desde que ingresa al aeropuerto y al momento de salir se procederá a medir si respetó el tiempo. En caso haya incumplido habrá un cobro con fin disuasivo.
Respecto a la vía controlada que da al primer nivel, tendrá dos controles en la ruta de acceso. Podrá ingresar el servicio de transporte privado, taxis VIP, taxi regular, taxis por aplicativo con contrato con LAP, un bus oficial tipo Air Express. Para la salida también se contará con un control. “Solo ellos pueden ingresar por acá con el propósito de tener un orden y que los taxistas informales no atosiguen a los pasajeros”, agregó Loayza.
En tanto, la representante de LAP detalló el segundo nivel del terminal de pasajeros se conectará a través del bulevar con una vía libre, a una distancia de 280 metros aproximadamente. Las personas podrán recorrer este circuito peatonalmente. A este segundo nivel también se podrá acceder a pie desde el estacionamiento.
“Lo que nosotros hemos venido trabajando con el gobierno es que en realidad incorporen dentro de su plan de transportes una estación del Metro para que llegue al nuevo aeropuerto, es lo que buscamos y perseguimos, y por eso nosotros hemos dejado un espacio cerca a la vía libre para una futura estación del Metro. Ellos están tratando de ver una solución para que el Metro pueda llegar hasta ahí”, añadió Loayza.
Características del nuevo Jorge Chávez
Los trabajos en el nuevo aeropuerto se encuentran muy avanzados. La mayoría de espacios ya han sido culminados, mientras que el resto se encuentra en la última etapa de trabajos. Con respecto al terminal de pasajeros, su infraestructura está casi lista. Actualmente se viene desarrollando los acabados en sus distintos ambientes, como la instalación de porcelanato.
De acuerdo con LAP, también se viene avanzando con el proceso de instalación de las 46 mangas de abordaje (la inversión por cada una es de 700 mil dólares). Asimismo, ya se ha implementado más de 30 escaleras eléctricas, más de 20 ascensores, 10 pasillos electrónicos y vidrios acristalados en la fachada del terminal de pasajeros.
Vale destacar que el nuevo Jorge Chávez será el primer terminal de Sudamérica en contar con un sistema de aislamiento sísmico. Se han instalado en total 1.100 aisladores sísmicos, dispositivos compuestos por una serie de resortes y amortiguadores diseñados para reducir el movimiento de la estructura cuando su base es sometida a movimientos.
El terminal aeroportuario contará con 33 puentes fijos y más de 120 módulos de check-in. Adicional a ello, a nivel de tecnología, hay cambios significativos. Un ejemplo de ello es el sistema de tratamiento de equipajes: el actual es muy básico, mientras que el nuevo es automatizado, adaptado a las últimas necesidades del mercado. Se ha implementado más de 7 km de fajas para el transporte de equipaje.
Otra novedad se dará en la zona de escáners, donde se implementará la tomografía digital para ver el contenido de las maletas y así los pasajeros no tendrán que abrirlas y retirar líquidos o computadoras de sus equipajes de mano. A través de los tomógrafos también se obtendrán imágenes en 3D a fin de poder detectar alguna amenaza.
En cuanto al diseño del terminal único de pasajeros, a cada lado de este hay un dique largo el cual conduce a las salas de embarque y luego a las mangas de abordaje. Mientras que un extremo será destinado a vuelos domésticos, el otro será para internacionales. En tanto, otro dique extenso en el medio de ambos albergará más salas de embarques para los dos tipos de vuelos. Estas se asignarán dependiendo la demanda.
Un aspecto a resaltar es la distribución de los distintos niveles del terminal de pasajeros. El primer piso será destinado para quienes lleguen a Lima, mientras que el tercero a aquellos que abandonen la capital del país, ya sea con rumbo al interior o al extranjero. Para acceder a este nivel los vehículos podrán subir directamente por una rampa hasta la entrada. Esto hará que tanto las personas que arriben como las que salgan del Perú no se crucen, tal como ocurre en el actual Jorge Chávez.
En tanto, desde abril del 2023 se entregó para operación la nueva Torre de Control y la nueva pista de aterrizaje la cual recibirá todo tipo de aviones.
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Otra característica a resaltar es la zona de estacionamiento. Hablamos de más o menos 2.400 puestos para el parqueo de vehículos, entre diferentes servicios como estadía de corta estancia, larga estancia, alquiler de autos, buses privados y un espacio destinado a buses de transporte público (se viene coordinando con ATU).
Se tiene previsto que el nuevo aeropuerto opere desde diciembre del 2024 con capacidad para atender a 30 millones de pasajeros anuales. En el 2025, la capacidad instalada aumentará a 40 millones y así sucesivamente. Todo dependerá de la demanda de vuelos.