“Demon Slayer” (o simplemente “Kimetsu No Yaiba”) es uno de los animes más aclamados y famosos del mundo, por lo que la decisión de cerrar su historia en la pantalla grande, en forma de trilogía cinematográfica, llamó la atención de los fans de la producción en todo el planeta. Pero, ¿sabes por qué la ficción se despide con tres largometrajes? Pues, en esta nota, te explico lo que se sabe sobre esta importante medida. ¡Presta atención!
Vale precisar que “Demon Slayer: Infinity Castle” es la cinta con la que arranca la trilogía final de la adaptación animada del manga homónimo de Koyoharu Gotōge.
La película se estrenó el pasado 18 de julio del 2025 en Japón y se espera su llegada a Estados Unidos, Latinoamérica y España en septiembre de este mismo año.
Su trama se centra en la gran batalla entre los Pilares y las Lunas Superiores, así como la confrontación definitiva contra Muzan Kibutsuji.
Antes de continuar, mira el tráiler de “Demon Slayer: Infinity Castle”:
¿POR QUÉ “KIMETSU NO YAIBA” TERMINA EN PELÍCULAS Y NO EN ANIME?
De acuerdo con el análisis de CBR, hay tres motivos claves por los que el final de “Kimetsu no Yaiba” se adapta como una trilogía de películas en lugar de una temporada de anime: la magnitud visual de la obra, la estrategia comercial del estudio Ufotable y la experiencia colectiva que ofrecen las salas de cine.
1. La magnitud narrativa y visual de la obra
Las batallas intensas y los momentos emocionantes que forman parte del desenlace de la historia se beneficiarán de su adaptación en pantalla grande.
Y es que la animación de alto presupuesto y el enfoque en los pequeños detalles podrían no disfrutarse por completo en el formato episódico de un anime.
Obanai Iguro en una escena de la película "Demon Slayer Infinity Castle" (Foto: Ufotable)
2. La estrategia comercial de Ufotable
Más allá de las decisiones artísticas, una película de “Demon Slayer” suele ser un éxito de taquilla asegurado, lo que justifica la inversión de Ufotable en una trilogía.
Además, el estudio podría considerar que la estructura del final se adapta mejor como filmes, con un formato condensado que mantiene la tensión y evita episodios de relleno que podrían romper el flujo narrativo.
3. La experiencia colectiva
No debemos olvidar que “Kimetsu no Yaiba” es un fenómeno cultural en todo el mundo, por lo que su desenlace tiene el potencial de convertirse en un evento global.
Finalmente, como sabemos, las salas de cine ofrecen una experiencia colectiva que amplifica el impacto emocional de las producciones que se proyectan allí, lo que podría ser inigualable para los fans de esta franquicia tan querida.
El póster para promocionar la película "Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba – Castillo infinito" en formato IMAX (Foto: Ufotable)
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