
Lo que empezó como un momento aparentemente inocente en un concierto de Coldplay terminó desencadenando consecuencias inesperadas para dos altos ejecutivos de una empresa tecnológica. Kristin Cabot, directora de Recursos Humanos de Astronomer, ahora enfrenta un duro revés tras haber sido captada en la famosa “Kiss cam” junto al entonces CEO de la compañía, Andy Byron.
Astronomer confirmó que Cabot presentó su renuncia. La salida se produce días después de que ambos fueran vistos abrazándose en la pantalla gigante del estadio Gillette, en Foxborough, Massachusetts, durante el concierto de la banda británica.

La imagen, acompañada de una broma del propio Chris Martin: “¡Guau! ¡Miren a estos dos! O tienen una aventura o simplemente son muy tímidos”. se viralizó rápidamente en redes sociales, alimentando especulaciones sobre la relación entre ambos ejecutivos.
Andy Byron, por su parte, había renunciado la semana pasada, luego de ser puesto en licencia temporal. Astronomer aclaró en una declaración que Byron no había emitido ninguna declaración pública tras el incidente, desmintiendo supuestas citas que circularon en línea y que se le atribuían erróneamente. También desestimaron la identificación equivocada de una tercera persona que aparece en el video.
“La conciencia de nuestra empresa puede haber cambiado de la noche a la mañana”, reconoció Astronomer en un comunicado, aunque insistieron en que su misión continuará enfocada en resolver problemas complejos relacionados con datos e inteligencia artificial.
En otra declaración pública, la empresa expresó su compromiso con los valores éticos que han guiado a Astronomer desde su fundación. “Se espera que nuestros líderes marquen la pauta tanto en conducta como en responsabilidad”, se leía en el mensaje, publicado a través de LinkedIn.

Astronomer, una compañía de operaciones de datos con sede en Nueva York y fundada en 2018, nombró a Pete DeJoy, cofundador y actual director de productos, como CEO interino. La cuenta de LinkedIn de Byron ha sido eliminada y su nombre ya no figura en la página de liderazgo de la empresa.
El video, que convirtió a los ejecutivos en tendencia durante varios días, ya no es solo un momento anecdótico de un concierto. Es el símbolo de una crisis corporativa que terminó con una doble renuncia y una fuerte sacudida reputacional para una compañía en plena expansión.
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