
En medio de un clima migratorio cada vez más rígido, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) lanzó un mensaje que ha llamado la atención de expertos, activistas y funcionarios locales: bajo las nuevas directrices del gobierno de Donald Trump, la agencia asegura que ya no hace distinción entre inmigración legal e ilegal en su enfoque operativo. Un cambio que, aunque presentado como “sentido común”, abre un debate mayor sobre el futuro del sistema migratorio estadounidense.
El anuncio llegó a través de un comunicado en el que USCIS celebró los resultados obtenidos desde enero de 2025, siguiendo las líneas impulsadas por Trump, la secretaria de Seguridad Nacional (DHS), Kristi Noem, y el director de la agencia, Joseph Edlow. El tono era claro: la nueva política migratoria busca proteger el mercado laboral estadounidense frente a lo que consideran una presión creciente generada por extranjeros en el país.
La agencia sostiene que estas medidas han logrado restaurar la “cordura” en el sistema migratorio, un concepto que, según USCIS, había sido erosionado por años de políticas más flexibles.

La lógica detrás del nuevo enfoque
La declaración más contundente vino del portavoz de USCIS, Matthew Tragesser, al afirmar que “la distinción entre inmigración legal e ilegal pierde sentido cuando ambas pueden destruir los cimientos de un país”. Una frase que sintetiza la filosofía del nuevo enfoque y que ha generado múltiples interpretaciones.
Tragesser argumentó que la migración masiva, sin importar su estatus, “inunda el mercado laboral”, reduce salarios y desplaza a trabajadores estadounidenses. Añadió que esta presión también se extiende a servicios esenciales como salud, educación y vivienda.
En ese marco, la agencia insiste en que las políticas del gobierno buscan que la inmigración legal beneficie exclusivamente los intereses estadounidenses, y que solo “los más merecedores” accedan al privilegio de la ciudadanía.
Las medidas que han encendido la discusión
USCIS destacó una serie de acciones implementadas desde el 20 de enero de 2025, todas alineadas con el endurecimiento migratorio promovido por la administración Trump:
- Eliminación de estatus de protección, incluido el Estatus de Protección Temporal (TPS) y diversas categorías de parole.
- Fin del parole humanitario para ciudadanos de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, un programa introducido por la administración Biden.
- Colaboración ampliada con ICE para operativos de detención en instalaciones de USCIS.
La agencia detalló que desde enero ha remitido a casi 3,200 personas con órdenes de expulsión o antecedentes delictivos a ICE y otras entidades, lo que ha derivado en la detención de casi 2,000 extranjeros en oficinas de USCIS.
Para la agencia, estos resultados confirman la efectividad de su nueva línea. Para sus críticos, en cambio, muestran un desmantelamiento progresivo de protecciones humanitarias y un uso más agresivo de los mecanismos de control.

El detalle que abre nuevas preguntas
Que una agencia de inmigración declare abiertamente que ya no distingue entre migración legal e ilegal plantea un cuestionamiento mayor:¿significa esto un cambio administrativo, un giro ideológico o una reescritura del sistema migratorio moderno?
Por ahora, las respuestas no son claras. USCIS insiste en que aplica reglas “de sentido común”. Pero para muchos, este detalle, aparentemente técnico, podría redefinir la conversación migratoria en EE.UU. durante los próximos años.
¡Mantente al tanto de los temas que importan en Estados Unidos 🇺🇸! Únete a nuestro canal de WhatsApp. 👉 Haz clic aquí y sé parte de nuestra comunidad. ¡Te esperamos!












