“No te preocupes, mi amor, tu hija Daniela Linares, tu madre en el cielo y toda tu familia estamos contigo, aquí seguimos dando la lucha”, le escribió su esposa Erika Muñoz Regis en su cuenta de Instagram. Horas antes, ella había estallado en llanto en las afueras del Poder Judicial al enterarse de la sentencia de la Sala Penal Especial de la Corte Suprema. Kenji Fujimori acababa de ser condenado a cuatro años y seis meses de prisión por el delito de tráfico de influencias agravado. Es decir, por el intento de compra de votos de congresistas con obras para regiones a cambio de evitar la vacancia del entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK). Sin embargo, la empresaria chimbotana se calmó al enterarse que la sentencia no será ejecutada hasta que la confirme una segunda instancia.