El proceso contra el expresidente Alejandro Toledo por los presuntos delitos de corrupción y lavado de activos continúa en marcha mientras este cumple sus primeros días recluido en el penal de Barbadillo, en Ate, luego de un largo proceso de extradición de los Estados Unidos (EE.UU.).
El Juzgado Transitorio Especializado de Extinción de Dominio de Lima admitió a trámite esta semana una demanda de extinción de dominio contra ocho bienes inmuebles a nombre de Toledo, su esposa Eliane Karp y su suegra Eva Fernenbug.
La fiscalía pide que esos bienes, así como una cuenta bancaria de US$ 42.237 a nombre de Fernenbug, pasen a propiedad del Estado.
Según la tesis fiscal, los bienes tendrían origen ilícito por presuntos actos de corrupción y lavado de activos provenientes de la División de Operaciones Estructuradas de la constructora Odebrecht.
Casa de playa en Punta Sal
La Sexta Fiscalía Provincial Transitoria de Extinción de Dominio solicita que la casa de playa del expresidente ubicada en el balneario de Punta Sal, en Tumbes, se declare de manera definitiva como un bien a favor del Estado, representado por el Programa Nacional de Bienes Incautados (PRONABI).
Ese inmueble ha sido incautado al menos dos veces por las investigaciones contra Toledo y su entorno por el Caso Ecoteva. La primera vez en julio del 2016 y la segunda en junio del 2017.
La casa en Punta Sal está a nombre de los esposos Toledo - Karp.
De acuerdo con la hipótesis fiscal, el expresidente y otros investigados conformaron empresas de fachada en Costa Rica para la compra de varios inmuebles, entre ellos el del balneario de Punta Sal, supuestamente con dinero no declarado, generado en actos de corrupción durante su mandato presidencial.
En el 2017, la defensa de Toledo aseguró que el inmueble fue adquirido con recursos de Toledo, con financiamiento bancario y con un préstamo personal del empresario Joseph Maiman, quien era amigo de la familia.
Maiman falleció en el 2021, a los 75 años. No obstante, llegó a confesar cómo transó con Odebrecht la recepción de coimas a favor de Toledo mediante sociedades y firmas vinculadas a su nombre en el extranjero.
El testimonio de Maiman, quien se acogió a la colaboración eficaz, será válido en el proceso contra Toledo.
Residencia en Camacho
La casa del exmandatario en la urbanización Camacho, en La Molina, es otro de los bienes inmuebles incluidos en el pedido fiscal. Esta se encuentra incautada por el Caso Ecoteva.
El domingo pasado, cuando Toledo pasó por control de identidad, dio la dirección de esa casa al ser consultado por su vivienda en Lima.
En esa diligencia, al expresidente se le vio confundido cuando la magistrada Margarita Salcedo le preguntó por su residencia, y tuvo que recibir ayuda para dar la dirección.
En los últimos años, Toledo permaneció en California, EE.UU., apelando a diversas argucias legales para dilatar su extradición, que finalmente se concretó el pasado fin de semana.
La demanda de extinción de dominio que incluye la casa en Camacho se da en cumplimiento del Decreto Legislativo N° 1373, dirigida específicamente contra bienes y fortunas adquiridas presuntamente como producto de actividades ilícitas.
Oficina, estacionamientos y depósito en Surco
Una oficina ubicada en el edificio Omega, en la cuadra dos de la avenida Manuel Holguín, en Surco, también figura en la lista de bienes considerados en el trámite de extinción de dominio.
El inmueble está a nombre de Eva Fernenbug y fue incautado en el 2016.
La suegra del expresidente adquirió esa oficina por US$ 882 mil, aunque un representante de la empresa que la vendió dijo en el 2013, ante la Comisión de Fiscalización del Congreso, que fue Toledo quien negoció el precio.
En el mismo edificio Omega, Fernenbug adquirió tres estacionamientos y un depósito, también considerados en la demanda de extinción de dominio.
Fernenbug fue presidenta del directorio de Ecoteva Consulting Group, una ‘offshore’ creada el 23 de enero del 2012 en Costa Rica con un capital de tres dólares, pero que luego llegó a tener US$17 millones en sus cuentas.
Ecoteva fue creada exclusivamente para compras inmobiliarias.
Casa en Las Casuarinas
La compra de un inmueble de 2.500 metros cuadrados en la calle Cascajal, en la urbanización Las Casuarinas, Surco, fue el inicio del Caso Ecoteva.
En el 2013, Toledo intentó justificar la compra de esa propiedad, por casi US$ 4 millones, asegurando que su suegra era sobreviviente del Holocausto y que el dinero con el que adquirió la casa era la acumulación de la indemnización que el Gobierno alemán le daba mes a mes.
“Ella es una sobreviviente de la Segunda Guerra Mundial. Ha perdido tres generaciones, no tiene a nadie porque los llevaron los nazis. Ha acumulado su dinero de toda su vida. [...] Todo está en regla. Pero porque es la suegra de Alejandro Toledo es dinero oscuro”, dijo a “Cuarto poder” aquella vez.
No obstante, cuando se descubrieron más compras de inmuebles por Fernenbug, mediante Ecoteva, Toledo cambió de versión y aseguró que el dinero provenía de un crédito hipotecario.
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