En una ciudad donde las luces de las farmacias brillan como faros en la noche, los suplementos alimenticios han tomado un protagonismo inusitado. Para muchos adultos mayores, un vaso de suplemento proteico ha reemplazado la cena; para algunos, el desayuno. “Mi padre ya casi no come sólido”, me dice un amigo, con una mezcla de preocupación y resignación. No es un caso aislado. La tendencia es clara: los suplementos están dejando de ser un refuerzo para convertirse en la base de la dieta de una generación que envejece en un mundo de ritmo acelerado y soluciones rápidas.
No es un reemplazo
El fenómeno es tan evidente que ha llamado la atención de expertos en salud y nutrición. Según el Dr. Hugo Palafox, vicepresidente de Asuntos Científicos de Immunotec, “hoy en día parece que hay productos para todo, y en diferentes presentaciones, por ello tenemos que estar atentos a no ser víctimas de la viralidad en redes sociales, publicidad engañosa o de productos que no cuentan con la evidencia científica necesaria”.
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Los suplementos, insiste, deben responder a necesidades específicas y no ser tomados como reemplazo de una alimentación completa y variada.
“Es importante conocer que en la actualidad existen diferentes suplementos alimenticios para todos los grupos de edad y estos responden a necesidades en niños, adultos jóvenes y personas mayores”, agrega, además el Dr. Hugo Palafox.

La licenciada en nutrición, especialista en obesidad y comorbilidades con maestría en nutriología aplicada y educadora en diabetes, Katia María Pérez, refuerza esta advertencia.
“Es muy importante contar con una alimentación completa adecuada y que sea variada en todo grupo de alimentos. Los suplementos deben ser vistos solo como un extra o un push a la alimentación que estamos ingiriendo, pues estos no suplen los nutrientes que adquirimos mediante comida física, los potencian”, comenta Pérez.
"Los suplementos deben ser vistos como un extra a la alimentación que ingerimos, pues estos no suplen los nutrientes que adquirimos mediante comida física, los potencian"
Katia María Pérez, licenciada en nutrición, especialista en obesidad y comorbilidades con maestría en nutriología aplicada y educadora en diabetes.
El problema surge cuando un batido de proteínas desplaza una cena balanceada, dejando de lado las fibras, vitaminas y minerales esenciales.
No todo es malo
Aunque la industria de los suplementos sigue en auge. Según la revista MPG Journal, el uso de suplementos proteicos a base de lacto-proteína es generalmente seguro y puede mejorar la ingesta nutricional en adultos mayores, aumentando la masa muscular y reduciendo el riesgo de hospitalización y mortalidad en casos de desnutrición.
Además, estos suplementos pueden tener un impacto positivo en el control de glucosa en sangre en personas con diabetes tipo 2 o en riesgo de desarrollarla. Sin embargo, no se han encontrado efectos que indiquen que su consumo reduzca el apetito o la ingesta posterior de alimentos, es decir, puedes consumirlos pero eso no te saciará el apetito y por consecuencia te sobrealimentarás.

Sobre ello, el Dr. Hugo Palafox indica que la singularidad de cada caso es de vital importancia en estos casos.
“Cada persona vive con diferentes necesidades nutrimentales, estilos de vida y alimentación, por lo que la suplementación debe responder a estos mismos requisitos”, señala Palafox.
“Cada persona vive con diferentes necesidades nutrimentales, estilos de vida y alimentación, por lo que la suplementación debe responder a estos mismos requisitos”.
Hugo Palafox, vicepresidente de Asuntos Científicos de Immunotec.
“La alimentación siempre debe ser adecuada al individuo y sus preferencias; sin embargo, no puede pasarse por alto las necesidades de nutrientes de cada persona y también sus gustos personales”, agrega la nutricionista.
Los números confirman la magnitud del negocio. Según una encuesta de Euromonitor International, la industria de suplementos nutricionales mueve cerca de 200 millones de dólares. Además, un estudio de Insight Hunting SEO de Impulso señala que el interés por estos productos ha aumentado en un 400%. Datos recientes del Diario Gestión refuerzan esta tendencia, mostrando que el gasto promedio de un peruano en suplementos nutricionales oscila entre 450 y 500 soles mensuales.

Marco Reeves, presidente de la Asociación Nacional de Gimnasios (ANG), por otro lado, señala que la proteína de leche, la creatina y los aminoácidos son los productos más demandados, mientras que el colágeno ocupa el cuarto lugar en popularidad, especialmente entre adultos mayores.
Sin descuidar los riesgos
Si bien el acceso a estos productos ha permitido que muchos adultos mayores complementen su alimentación, no hay que perder de vista los riesgos de una mala nutrición. La doctora Sonia Murgueytio Jurado, nutricionista de la Mayo Clinic en Jacksonville, Florida, ya ha advertido en medios de comunicación que la desnutrición en personas mayores puede provocar debilidad del sistema inmunitario, mala cicatrización de heridas, pérdida de masa ósea, mayor riesgo de hospitalización e incluso aumento de la mortalidad.
“Todo buscamos algo para mejorar nuestra nutrición y bienestar, y así estar a la altura de los desafíos de la vida diaria; pero recuerda, nuestra búsqueda constante debe ser siempre llevar un estilo de vida activo y saludable, lo cual es una lucha de todos los días”, señala Palafox.
"Nuestra búsqueda constante debe ser siempre llevar un estilo de vida activo y saludable, lo cual es una lucha de todos los días".
Hugo Palafox, vicepresidente de Asuntos Científicos de Immunotec.
La clave, según los especialistas, es un equilibrio. Los expertos nutricionistas recomiendan que la dieta de una persona mayor incluya cuatro comidas moderadas al día. El desayuno debe contener cereales, yogur bajo en grasa, fruta y té; el almuerzo puede consistir en ensalada de pollo con verduras; la comida debe incluir un caldo de verduras o pollo acompañado de carnes magras y una guarnición de frijoles o habas; mientras que la cena puede componerse de leche descremada o yogur con cereal.
Además, la hidratación es fundamental: entre dos y tres litros de agua al día pueden prevenir la deshidratación y el estreñimiento, problemas comunes en la vejez.

Un detalle importante es que el consumo de huevo dos veces por semana, así como la combinación de quesos con frutos secos, puede aportar nutrientes esenciales sin la necesidad de recurrir exclusivamente a suplementos.
Como señala Katia María Pérez, “el cuidado de la masa muscular, incluso a través de suplementos, es indispensable, ya que funciona como un factor cardioprotector y nos protege de enfermedades cardiovasculares, hipertensión y resistencia a la insulina”.
"El cuidado de la masa muscular, incluso a través de suplementos, es indispensable, ya que funciona como un factor cardioprotector y nos protege de enfermedades"
Katia María Pérez, licenciada en nutrición, especialista en obesidad y comorbilidades con maestría en nutriología aplicada y educadora en diabetes.
El problema no radica en los suplementos en sí, sino en cómo se usan. Como advierte el Dr. Palafox, es esencial informarse antes de elegir un producto: investigar la empresa que lo produce, asegurarse de su respaldo científico y desconfiar de promesas exageradas.
“Podemos apoyarnos en la ciencia y la tecnológica detrás de los suplementos, y hacerlo de una manera informada e inteligente”, finaliza el Dr. Palafox.
La publicidad nos vende juventud en un frasco, pero la verdadera clave para un envejecimiento saludable sigue siendo la misma de siempre: una alimentación balanceada, actividad física y un estilo de vida activo. Mientras tanto, los suplementos seguirán en las mesas de miles de adultos mayores. La pregunta es: ¿seguirán complementando la dieta o terminarán reemplazándola por completo?
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