Hace ya algunos años, cuando la limeña Adriana Seminario ejercía el oficio de blogger de moda, un comentario en Facebook cambió su perspectiva sobre el mundo al cual pertenecía. “Tu piel negra con tu cara típica andina, no creo que sea acertado combinarlas con [tonos de ropa] negros”, escribía un seguidor sobre una foto publicitaria donde aparecía ella modelando. “Solo tienes que ver al chico que te acompaña [rubio]. Qué luz tiene, y mira cómo apareces, totalmente oscurecida”. Adriana decidió no borrarlo, sino dejarlo como registro. Aquella decisión cambiaría el curso de su vida.
Contenido Sugerido
Contenido GEC