El peruano Tony Succar firmó la noche de ayer un capítulo de gloria en la carrera de todo artista al vencer a los mejores productores de la música latina, auténticos titanes de la industria que han trabajado con Juanes y Alejandro Sanz, para alzarse con los premios de Productor del Año y Mejor Album de Salsa, gracias al disco “Más de mi” (2019).
Para algunos, lo ocurrido es la confirmación natural de un talento que seguían con atención desde sus épocas con el proyecto UNITY (2016), ese que versionaba canciones de Michael Jackson en clave de música tropical. Para muchos otros, lo que ha pasado con Succar es una agradable sorpresa, pues su nombre no es el más conocido por el gran público de estos lares.
El periodista y músico peruano Julio Llerena Caballero, afincado en Estados Unidos desde hace dos décadas, conoce a Succar bien pues ha tocado con él desde que este era casi un niño que vivía con su familia en Kendall, un barrio de Miami tan pródigo en peruanos que algunos lo llaman jocosamente “Kendallsuyo”, como una región adicional del Imperio Incaico.
“Sus padres, Mimi y Antonio Succar, tenían una orquesta en Miami y ahí yo tocaba las congas y hacía los coros. Tony tocaba la batería con nosotros. Lo recuerdo como un niño rebelde y la música que hacíamos, que era típica de fiestas y no muy buena, la verdad, lo aburría bastante. Todo eso cambió cuando entró a estudiar al Florida International University. Se convirtió en un apasionado de la música, un músico muy técnico y tremendamente intuitivo", anota Llerena.
Aunque la familia Succar emigró a Estados Unidos cuando Tony era muy niño, nunca pudo olvidar sus raíces, como lo demostró en la gala de los Grammys al dedicarle sus dos premios a “todos los peruanos del mundo entero” y también a su abuelo, de 94 años. Para Llerena, "el conoce la música peruana porque su casa es una típica casa de inmigrantes peruanos. Sus padres hacían mucha música peruana en la orquesta”.
“Ejemplo de perseverancia, disciplina, pasión, entrega...y una calidad de ser humano excepcional. Celebramos tu éxito @tonysuccar querido!!!. Larga vida a tu talento y a tu música!!
- cantautor Gian Marco, en su cuenta de Twitter.
“Tony viene de una familia de músicos en la que si no tocas un instrumento, eres el raro”, aporta el periodista José Barreto, de Publimetro, que entrevistó a Tony Succar por pura curiosidad musical, un poco antes que este fichara por Universal Music. Había visto unos videos del músico en sus redes sociales y le pareció que se trataba de un caballo ganador. De inmediato se consiguió su número y, tras un breve intercambio, hicieron una videollamada.
“Me acuerdo que me contó que el proyecto de las canciones de Michael Jackson empezó como un milagro. Le propusieron hacer un tema para animar una fiesta en la calle, y así hizo una versión de Thriller que gustó tanto que la gente se volvió loca y le pidieron que la repita hasta cuatro veces. Así es como empieza el proyecto Unity, que para él era un trabajo universitario", cuenta Barreto.
Siguiendo con la cadena de milagros, Succar fue a tocarle la puerta nada menos que a Tito Nieves, uno de sus artistas más admirados. Lo hizo para mostrarle sus demos de Michael Jackson y a Nieves le gustó tanto que fue quien lo puso en contacto con La India, Jon Secada, Michael Stuart y los otros cantantes que aparecen en su disco Unity: The Latin Tribute to Michael Jackson (2016). De la misma forma, por casualidad, conoció a Bruce Swedien, ingeniero de sonido en varios discos de “Jacko”, quien se ofreció de inmediato a mezclar el material en la misma consola análoga en la que trabajó los temas de Michael.
“Me alegra mucho el triunfo de Tony porque sé que trabaja muy duro y tiene un talento extraordinario”, anota Llerena, vía chat de Facebook. “Me recuerda mucho el caso de Lucho Quequezana, que tiene un producto que es suyo y cree en él contra viento y marea. Una trivia de Tony es que es también un excelente futbolista. Cuando lo conocí quería dedicarse al fútbol. Nunca lo vi jugar, pero su equipo ganaba de todo con él en el medio campo. Y Antonio, su padre, iba con él a todos los partidos y era como su DT personal. Sus padres siempre tuvieron una fe tremenda en lo que hacía”. //