La categoría de "Pueblos Mágicos" en México es un círculo al que muchos quieren pertenecer, pero sólo unos cuantos lo han logrado. Son un grupo de comunidades que han conservado su arquitectura original, tradiciones, historia y cultura.
En principio se trata de una etiqueta para promover el turismo en esos lugares. Pero no es sólo eso, pues pertenecer a este exclusivo club permite acceder a presupuesto para obras públicas y seguridad. Eso es algo que muchos municipios necesitan en el país y por eso la designación causa polémica.
Actualmente, existen 111 Pueblos Mágicos, pese a que los especialistas dicen que no todos merecen seguir en esa lista y que otros nunca debieron incluirse. La mayoría fueron elegidos en el gobierno pasado.
La designación de pueblos mágicos es polémica. En la imagen Fuente Mudéjar en Chiapas. (Foto: Shutterstock)
Ganancias
De acuerdo con la Secretaría de Turismo (Sectur), un Pueblo Mágico es una localidad que "a través del tiempo y ante la modernidad, ha conservado su valor y herencia histórica cultural".
El programa inició en 2001 con la idea de que los visitantes a algún centro turístico de México conocieran los pueblos cercanos, que generalmente se encontraban en condiciones económicas difíciles. Fue una manera de generar recursos para esas comunidades, y también de aumentar la oferta turística.
Al principio las condiciones para alcanzar esa categoría eran contar con algún atractivo histórico o religioso, accesos carreteros y encontrarse cerca de otro destino más importante.También se solicitaba la cooperación de pobladores y comerciantes locales para dar un buen trato a los turistas.
"No hubo mano negra"
Cuando un pueblo es designado como "mágico" los gobiernos estatal y federal se encargan de las obras que incrementen su atractivo como pintar las fachadas, dar mantenimiento a los monumentos patrimoniales, etc. Estas no tienen costo para la autoridad local.
En este escenario algunos ven otras razones para otorgar los nombramientos.
"Se ha vuelto un tema político", le dice a BBC Mundo Jorge Hernández, presidente de la Federación Mexicana de Asociaciones Turísticas (Femar).
Pero Alberto Colorado, el director de la Sectur, lo niega. El nombramiento, dice, es resultado de cuatro procesos de análisis, que en el caso de las últimas 28 designaciones incluyó una convocatoria abierta en la que participaron 150 localidades.
Estas comunidades debieron cumplir 10 requisitos que incluyen manejo de residuos sólidos y planes de seguridad, por ejemplo. Luego se realizaron visitas a las comunidades. Y tras esta evaluación se aplicó una proyección económica para determinar el potencial a futuro de los pueblos aspirantes.
Real del Monte, Hidalgo, fue un próspero pueblo minero. (Foto: Vicente Hinojosa / Flickr bajo licencia de Creative Commons)Privilegios
Sin embargo, algunos cuestionan el énfasis que se ha dado a los Pueblos Mágicos en los últimos años, por encima de otros atractivos.
"En México tenemos 10 ciudades que son Patrimonio de la Humanidad y no se hace una promoción más fuerte", recuerda el presidente de Femar. "Finalmente ofrecen más atractivos que un Pueblo Mágico".
Hasta hace poco el mayor atractivo de México eran los destinos de sol y playa, algo que ahora se pretende modificar. "Lo que hacemos es diversificar la oferta turística poniendo valor nuestros atractivos gastronómicos, de naturaleza y de cultura", explica insiste el funcionario de Sectur.
"Todo eso ofrecen los Pueblos Mágicos. Es cultura viva".