A 45 minutos de la ciudad de Tarapoto hay un lugar en el que puedes cambiar por completo la forma cómo ves la amazonía. Entre el aumento de minería ilegal, la tala indiscriminada y la caza de animales en peligro de extinción, está el Bosque Guardián. Ubicado a 700 m.s.n.m., este hotel de 113 hectáreas de puro verde, aguarda una forma sostenible de preservar nuestra flora y fauna.
El Bosque Guardián Lodge es un hotel sostenible instalado en el corazón de San Martín que cuenta con bungalows en medio de árboles y caminos. En el kilómetro 27.9 de la carretera Tarapoto-Yurimaguas, se encuentra este refugio que permite conectar con la naturaleza y los secretos de la selva. Las cabañas están hechas de bambú, evitando así el uso irresponsable de la madera local. Incluso, su propuesta gastronómica de autor trabaja con insumos locales y de acuerdo con las estaciones para mantener un vínculo natural con el ambiente. Más que un hotel, el Bosque Guardián es un proyecto que busca resguardar la biodiversidad, impulsar la reforestación y conectar al huésped con actividades de desarrollo ambiental y social.
El Comercio llegó hasta el Bosque Guardián para conocer las novedades del hotel que, en los últimos cuatro meses, ha trabajado de la mano del famoso proyecto ‘700.000 heures’, liderado por el empresario francés Thierry Teyssier. Esté último maneja el concepto de un hotel nómada: cada seis meses cambian de ubicación. En los últimos años han estado en Brasil, Japón y Marruecos. Llegan a un nuevo destino, eligen una ubicación y crean un hotel que en meses se muda de nuevo. Este año eligieron el Perú como destino y llegaron al ‘Bosque Guardián Lodge’ impulsados por el ecoturismo responsable y el deseo de explorar este hábitat.
“Elegimos Bosque Guardián Lodge porque, a diferencia de otros lugares, no tiene un turismo masivo. Nosotros queremos brindar una experiencia único al turista dándole un espacio donde pueda hacer turismo de forma responsable, conociendo a las comunidades y sin reglas como el check-in o un horario para el desayuno. Ya hemos trabajado de esta forma en Japón e igual en Marruecos. Buscamos espacios únicos y trabajar con personas de la zona”, indica para El Comercio Fabien Guilluy, quien está a cargo del proyecto ´700.000 heures’ en Perú.
Esta es la primera vez que Teyssier no construyó el hotel, sino que eligió las instalaciones del Bosque Guardián Lodge para transformarlas y brindar su esencia. La decisión se basó en la filosofía del hotel, conectada con la naturaleza y los proyectos de desarrollo de la zona. Esta alianza ha permitido impulsar las actividades turísticas del Bosque Guardián, que finalmente financian los proyectos de desarrollo.
Bajo esta unión, los huéspedes pueden vivir una experiencia exclusiva y personalizada. El restaurante se ha convertido en un laboratorio forestal y las habitaciones han sido totalmente reformadas. A su vez, se puede vivir diversas experiencias durante la estadía. Entre ellas, pasar una noche en la torre del observatorio que se encuentra en medio del bosque, disfrutar de un picnic cerca al río, realizar una expedición en las cataratas, preparar chocolate en la plantación de cacao, entre muchas más.
CONOCE MÁS AQUÍ:
Cuidado y protección del hábitat
En 2023, el Gobierno Regional de San Martín, mediante el Proyecto Especial Huallaga Central y Bajo Mayo (PEHCBM), firmó un convenio interinstitucional con la Asociación Bosque Guardián, con la finalidad de contribuir con la conservación y protección de los recursos naturales y la diversidad biológica de los ecosistemas frágiles del Área de Conservación Regional (ACR) “Cordillera Escalera”.
Bajo este paraguas, la Asociación Bosque Guardián es una organización que realiza actividades de conservación, investigación y bionegocios de forma integral y promoviendo el desarrollo sostenible con la población local. Además, busca conservar la naturaleza a través de sus áreas protegidas, la reforestación con diversas especies nativas y la investigación científica.
Entre los trabajos que realizan están el cuidado de las abejas meliponas o también conocidas como ‘abejas ramichi’, la elaboración de papel hecho a base de fibra vegetal o tallo de plátano y la producción de cacao.
Bosque Guardián ofrece un ‘lodge’ con doce cabañas construidas de manera sostenible con bambú exportado desde Ecuador, promoviendo así un turismo responsable y cercano a la naturaleza.
La abeja reina
Deisy Saldaña no pensó que su vida cambiaría en la pandemia de 2020. Sin ingresos económicos por la cuarentena y con cinco hijos por prover, le avisaron sobre un proyecto llamado ‘Bosque Guardián Lodge’ que apenas estaba iniciando. “Me dijeron que había que ir abriendo camino en el bosque para la construcción. El lunes a primera hora vine con mi caballo y lo logramos”, cuenta a El Comercio.
¿Cómo llegó a ser la ama y señora de las abejas ‘ramichi’? “Desde joven he criado a estas abejitas -refiere con cariño-. Cuando terminó mi trabajo aquí con la construcción, me propusieron cuidarlas y así empecé”, cuenta. Deysi señala que empezó con 12 cajas, en cada una de ellas hay entre 2 mil y 5 mil abejas. Hoy en día, cuatro años después, tiene a su cargo 115 cajas repartidas entre las 113 hectáreas del bosque.
La abeja melipona tiene dos particularidades: no cuenta con aguijón, lo cual hace que su trato sea amable; y que, dependiendo de la cantidad a criar, solo producen un litro de miel al año.
/ El camino no ha sido fácil. “Si bien tuve la guía de una bióloga que llegó aquí a darme clases, al principio tuve muchas fallas. Con decirte que un día intenté distribuirlas de cierta forma y las terminé matando”, indica. ¿Ensayo y error?, le digo. “Ensayo y error”, afirma.
El trabajo de Deysi ha crecido exponencialmente en un lapso de cuatro años. Ella empieza a las 8 de la mañana caminando por el bosque. Revisa cada una de las cajas ubicadas en lugares estratégicos del área. “Nos dimos cuenta que si las ponemos juntas hacen competencia y se estresan por lo que producen menos miel”, comparte. Este trabajo le toma alrededor de 12 horas. “Es una labor bastante ardua”, expresa.
Hoy en día, Deysi tiene a su cargo a 9 personas que logró convocar desde el Caserío El Progreso, ubicado a 10 minutos del Bosque Guardián. Ella los ha guiado, de la misma forma que lo hizo la bióloga y también con sus propias experiencias. “Estas abejitas son como mis hijas”, dice con cariño.
Infusionada con kion, en aliño para ensalada o con algún mate, la miel de estas abejas es aprovechada por la cocina de ‘Bosque Guardián Lodge’. El chef, Gregorio Laban, realiza platillos de autor usando esta exclusiva miel. “Además que tiene beneficios para la salud como para los bronquios y las articulaciones”, agrega Deysi.
Un documental para El Comercio
La historia de Daisy forma parte del primer documental para ‘Vamos’ sobre el Bosque Guardián. Así como ella, las historias de las personas detrás de la fabricación de papel que está presente en las mesas de restaurantes como Central y Maido, así como de las personas que se encargan de cuidar a los animales en riesgo de extinción de la zona; serán contadas en un documental preparado por El Comercio.
Se podrá conocer el trabajo que realiza el ‘Bosque Guardián Lodge’, además de las experiencias que se pueden vivir durante la estadía como avistamiento de aves o visitar los dos árboles legendarios.
En el taller reciclan papel y cartón, además de trabajar con fibras naturales, transformando lo que antes se consideraban desechos en productos como cuadernos, individuales y cartas de restaurantes.
/ Anímate a visitar Bosque Guardián
A 45 minutos de Tarapoto
- La mejor época para visitar Bosque Guardián es entre junio y septiembre
- La noche promedio tiene un costo de S/. 1.200
- Para mayor información, puedes visitar sus redes sociales (Bosque Guardián en Facebook e Instagram).
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/OFCAVMYYNFGJFIAXE6FUO6O3GI.jpg)
