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El misterioso asalto que terminó con una captura después de un año y la desaparición de más de 3 millones de soles
A mediados de octubre de 1978, cinco sujetos asaltaron la Cooperativa Agraria de Producción Huando, en Huaral. Los malhechores se hicieron pasar como vendedores para entrar hasta el estacionamiento del local. Tras el atraco, los asaltantes se escondieron en el norte del país.
Eran las diez de la mañana del sábado 14 de octubre de 1978, cuando cinco delincuentes llegaron hasta el local de la Cooperativa Agraria de Producción Huando (CAP), ubicado en una antigua hacienda en Huaral. Allí, entraron al estacionamiento en un automóvil Toyota de color guinda y se cuadraron a pocos metros de la oficina de pagos. Segundos después, cuatro de los criminales bajaron del vehículo y el restante se quedó en el auto con el motor prendido.
Es así como se hicieron pasar como vendedores y preguntaron por el encargado de esa oficina. Luego, sacaron sus armas y apuntaron en la cabeza al guardián. Después, lo obligaron a entrar al lugar y redujeron a 15 empleados, entre los que había hombres y mujeres. Instantes después, uno de los criminales saltó sobre un escritorio y cogió 1125 sobres que contenían el pago de todos los trabajadores de la empresa agrícola. Estos sobres los guardó a una bolsa.
En seguida, los asaltantes intentaron abrir la caja fuerte, pero no lo pudieron hacer. Tampoco encontraron la llave, ya que el cajero había salido y se la había llevado. Por eso, amenazaron de muerte a los trabajadores y se salieron de la oficina. Todo esto lo hicieron en absoluto silencio. Antes de abordar el auto guinda, uno de los delincuentes se chocó con el cajero del área. Los malhechores no se percataron que el trabajador de la cooperativa llevaba un maletín con un millón y medio de soles.
Instantes después, subieron al auto Toyota y emprendieron la fuga. Cuando estaban a unos metros de la hacienda, el gerente general de la cooperativa escuchó varios gritos de los empleados de la oficina de pagos, que estaba al lado de su despacho. Por eso, salió corriendo a ver lo que pasaba, se percató del robo, cogió su auto que estaba cerca y siguió a los malhechores. En varias ocasiones, estuvo a punto de alcanzar a los delincuentes.
Al pasar por un grifo, vio a dos Guardias Civiles (GC) y los hizo subir a su vehículo para que lo ayudarán a capturar a los criminales. Esto les dio tiempo a los asaltantes para perderse. El misterioso atraco duró solo tres minutos y medio. Los cinco delincuentes se llevaron tres millones y medio de soles. Esto fue corroborado por la Policía de Investigaciones del Perú (PIP) que llegó a local de la empresa agraria horas después.
Horas más tarde, los agentes policiales interrogaron a varios pobladores del lugar. Ellos coincidieron que uno de los asaltantes era un hombre moreno que había trabajado “eventualmente” en esa empresa. El sujeto había sido visto rondando la cooperativa por varios días en el mismo auto Toyota junto a dos acompañantes. Esa tarde, la policía de Huaral y personal de la PIP de la división de delitos contra el patrimonio, empezaron la búsqueda de los delincuentes por todo el distrito.
Al día siguiente, el domingo 15 de octubre de 1978, El Comercio reveló que la PIP había capturado a un sospechoso del asalto a la CAP Huando. El nombre del criminal se mantuvo en reserva. Esa vez, la policía le dijo a un cronista del diario decano que tenía la “certeza” que el asalto había sido planeado con ayuda de personas que conocían todos los movimientos de la oficina de pagos de la cooperativa. También informaron que habían encontrado el auto utilizado en la fuga en un descampado de Barranca.
Varios especialistas en criminalísticas tomaron las huellas dactilares dejadas por los asaltantes en el vehículo. Además, se elaboró un identikit de los asaltantes con la ayuda de los empleados que estuvieron en el robo. Esta información se distribuyó en todas las comisarias del país. Esa noche, también se supo que, desde julio de ese año, la policía de Huaral sabía que querían asaltar esa compañía. Por eso, brindaron una fuerte vigilancia en el interior de la cooperativa en julio y agosto. Al ver que no pasaba nada, la guardia bajó en los meses siguientes.
El lunes 16 de octubre de 1978, la Policía de Investigaciones reveló que habían identificado a uno de los cinco delincuentes que asaltaron la cooperativa Huando. El nombre del criminal era Juan Bayona Maguiña, alias “Zambo Bayona”. El conocido hampón era perseguido por la policía peruana desde 1976. También fue reconocido como la persona que “trabajó eventualmente” en la compañía agraria asaltada. La PIP lo estaba buscando en varias zonas de Lima y del norte del país.
Asimismo, los detectives informaron que también tenían los nombres de los otros cuatro cómplices. Ellos eran de ciudades cercanas a Huaral, ya que conocían específicamente el movimiento económico de la cooperativa. Además, desvelaron que el auto utilizado en la asalto fue robado a un taxista en el kilómetro 25 de la Panamericana Norte, en el sector de Infantas. Luego del atraco, este vehículo fue abandonado en Barranca, al norte del Lima. El escuadrón de emergencia de la GC seguía realizando operativos para capturar a los asaltantes.
Días después, el jueves 19 de octubre de 1978, este periódico publicó las fotos y los nombres de los criminales que asaltaron la CAP de Huaral. Los cómplices de Bayona eran Julio Trujillo Clemente, Miguel Ingunza Valdivia y Pedro Araujo Gavidia. Según los agentes policiales, los delincuentes se encontraban escondidos entre Chiclayo y Piura y eran “protegidos por personas vinculadas con sus actividades ilícitas”. Finalmente, revelaron que todos estos malhechores tenían antecedentes policiales por delitos contra el patrimonio. Su captura era cuestión de tiempo.
Semanas más tarde, el viernes 3 de noviembre de 1978, la policía anunció la detención de Julio Trujillo, de 19 años de edad. Tras interrogarlo y comprobar su coartada, los detectives descartaron su participación en el millonario robo a la cooperativa agrícola. El hampón había estado muy lejos de la hacienda Huando el día del atraco. Sin embargo, los agentes tenían la certeza de que Bayona e Ingunza llevaban consigo los más de tres millones de soles robados.
Al año siguiente, recién se tuvo nuevas noticias sobre este caso policial. El miércoles 13 de junio de 1979, el departamento de Robos de la Policía de Investigaciones informó que estaban interrogando a varios sospechosos del millonario asalto y del robo sistemático de varias herramientas y maquinarias agrícolas modernas de la cooperativa Huando. Según reveló uno de los directivos de la empresa, el monto total sustraído en estos hechos “sobrepasaba” los 10 millones de soles.
Días después, el jueves 21 de junio de 1979, la policía anunció la captura a Víctor Tapia Jaime, de 26 años de edad. Este criminal fue reconocido por los trabajadores de la oficina de pagos como uno de los sujetos que asaltó la Cooperativa Agraria de Producción Huando. Su detención se dio en un Pueblo Joven del sur de Lima. Para ello, los agentes tuvieron que enfrentarse a balazos con el delincuente.
Ese día también se reveló los verdaderos nombres de sus cómplices en el millonario robo. Ellos fueron identificados como Eduardo Estupiñán Quichos, Juan Maguiña Doyome y Juan Cruz Moreno. Todos eran naturales de Huaral. En las siguientes semanas, la PIP siguió buscando a los tres delincuentes incesantemente por todo el Perú. Después de eso, no se supo nada más de este misterioso caso policial que sorprendió a todos los peruanos hace más de 40 años.
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