Los tres sacerdotes franciscanos, integrantes de la misma promoción, encabezaron la ceremonia por una invitación especial de fray Luis Maestu, ministro de la Provincia Misionera de San Francisco Solano y de fray Antonio Olarte, Guardián del Convento de los Descalzos.
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El singular oficio religioso fue resaltado por El Comercio, en primera plana, en su edición del día siguiente. Una foto ilustrando la particular misa acompañó la información.
La ubicación de los religiosos es un dato interesante de tener en cuenta, pues hubo que distribuir los altares entre los tres sacerdotes. El cardenal Landázuri Ricketts se emplazó en el altar mayor, mientras que en los altares laterales se posicionaron los otros dos oficiantes.
“Numerosos fieles y representantes de congregaciones religiosas asistieron a las misas simultáneas, ubicándose hasta en el estrado del templo, que se encontraba totalmente colmado”, indica la nota del decano.
En la parte central del oficio el fray Angel Arnáiz, delegado general de Bolivia, expresó que desde su vida como estudiante el cardenal Landázuri se había distinguido “por su preclara inteligencia y espíritu de sacrificio en favor del prójimo”.
Arnáiz compartió ante los asistentes una percepción muy personal: “Se asoció a nuestro Señor no por sus aspectos gloriosos, sino por su devoción al sacerdocio, renunciando a los bienes materiales y sufriendo en el augusto sacramento de la penitencia”, dijo al referirse a Landázuri Ricketts.
Un hermoso acompañamiento musical complementó la festividad religiosa, que estuvo a cargo del Coro de los novicios del Convento de los Descalzos.
La ceremonia llegó a su fin con la realización de un Te Deum después del cual la feligresía se dirigió hacia uno de los principales salones del Convento.
Allí los fieles pudieron acercarse hacia los homenajeados y saludarlos personalmente por sus Bodas de Plata.
A los 56 años de este evento, los medios y las redes informaron sobre una misa simultánea en los Estados Unidos, pero esta vez en medio de una situación compleja por la crisis de salud mundial debido al Covid-19.
Un entusiasta arzobispo de San Francisco celebró el 22 de agosto del 2020 hasta doce misas simultáneas en la plaza de la catedral de Santa María de la Asunción.
Al aire libre, y respetando los protocolos de salud, para evitar el contagio por coronavirus, once sacerdotes se sumaron a la original propuesta del arzobispo Salvatore Cordileone.
La celebración de misas paralelas es una práctica antigua dentro del catolicismo y después del Concilio Vaticano II apareció el concepto de concelebración para cuando más de un sacerdote dirige este acto religioso.
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