Convencido de que el economista Pablo Secada habría hecho una buena campaña, Luis Bedoya Reyes declara apenado. Le pido un análisis breve sobre las próximas elecciones y los ruidos políticos actuales.
—¿Cómo observa hoy la relación entre el presidente Humala y los medios?
Entre el periodismo y Humala hay una cierta sordina, los medios dicen y creo que Humala lee, pero no dice qué lee. Pero cuando tú ves sus decisiones crees que debió haber leído.
—¿El PPC lee? ¿Escucha a los medios? Mire, nomás, lo que pasó con Pablo Secada...
No tienes idea de cuánto me ha dolido el caso del chico Secada, un talento al que han hundido así de un solo papirotazo. Los que desbordan talento tienen siempre sus partes negativas; el talento va unido a las improntas, a lo impremeditado y este chico es así.
—¿Secada hubiera sido un buen alcalde?
Habría sido un excelente candidato. Castañeda no entraba a debatir con él porque ese sí es un muchacho de polendas.
—¿Pero cree o no que habría sido un buen alcalde?
Si llegaba a ganar, hubiera tenido que ser asesorado por un conjunto de gente muy serena, para impedir sus extralimitaciones debidas a su carácter imperativo. Es brillante, lúcido; es una esperanza. Siento inmensamente que lo hayan maltratado en el camino.
—¿Sintió esa misma pena cuando se difundió el ‘potoaudio’ de Lourdes Flores?
No, porque para mí Lourdes es un valor revisado en juego permanente. Secada no; este chico salía a la puerta de su casa en ese momento, se le veía en la calle por primera vez, le han cortado el camino y en el Perú valores así son muy difíciles de encontrar.
—¿Podrá recuperarse en el futuro o cree que ya fue cancelado?
No, de ciertas cosas no te recuperas porque somos un país de santones. Hay sujetos que tienen una mala fama tremenda, y los oyes hablar como si fueran más que santos. En un país donde se pega en los hogares... Mire, no hay callejón en que no haya pateadura, hoy también la mujer le pega al hombre, agarra un palo cuando está borracho y lo flagela...
—Pero eso no debe pasar.
Lógico, pero es parte de nuestro ser, los santones crucificaron a Secada sin mirarse en el espejo.
—¿Usted cree realmente que somos tan santones? El Perú eligió a Toledo, que no había reconocido a Zaraí. En el segundo gobierno de García, él mismo tuvo que salir a admitir que había tenido un hijo fuera de su matrimonio con Pilar Nores.
No, ¿tú crees que alguien le va a creer a García y a Toledo hablar con respecto al respeto, a los trajes? No, hijita. Me refiero a esos santones de cúpulas, de plazuela, de círculo especial, todos ellos, no se puede admitir: son personalidades desdobladas, hipócritas.
—Lo escucho muy dolido.
Sí, el caso de este chico me ha impactado y no lo había conocido antes, yo no lo había tratado.
—¿Qué va a pasar ahora con su partido en las elecciones municipales?
Vamos a seguir, difícil reemplazar a Secada porque era un candidato de batalla para la primera confrontación, su porvenir está tres años más tarde.
—Pero en el caso del PPC, y revisando un poco, ya que estamos haciendo una revisión de su memoria, hay quienes dicen que el PPC debe dar maestrías en cómo perder elecciones, que solitos se petardean.
Todavía tenemos algunos años de chance, el Apra demoró más.
—Entonces confía en llegar a Palacio alguna vez.
Bueno, no hay partido político que se constituya como sea para llegar al gobierno. La habilidad para eso, el hecho físico de llegar a la presidencia es uno. El hecho moral de llegar junto a la presidencia e influir en él es otro, quizá dos formas distintas de acceso al poder. Me ha costado esfuerzo, pero al mismo tiempo he sentido un gran orgullo: ver cómo en sus años anteriores, el PPC cuando le ha tocado estar cerca del gobierno, ha jugado en grande y limpio.
—¿Le llama la atención que en la historia reciente sea Gastón Acurio el único peruano que aglutina a todos y que no exista un político capaz de unir a los peruanos?
Ten cuidado, el poder tiene características singulares. Una cosa es la fama y otra el poder; Gastón es un mozo de gran éxito y de gran fama.
—¿Y de gran poder?
Un momentito: si mañana Gastón te pide que hay que ir al Morro Solar, ten la evidencia de que vienen mil personas, no más. Poder es la capacidad de manejo de masas. Él es un hombre de fama y prestigio ganado por su propio esfuerzo, pero no necesariamente de seguimiento. El carisma del político consiste en ser seguido.
—¿Quién es hoy el político más carismático entonces?
Realmente el que más se acerca en este momento a esa imagen es Alan García. Es un hombre carismático, puede hacer travesura y media y la gente sigue con él. No pienso que necesariamente vaya a llegar a Palacio por tercera ver, que aspira sí. Su pelea no es llegar al poder, es llegar por tercera vez: es hacer historia. Sentaría un precedente que no ha sido vencido por nadie.
—¿Sigue creyendo que Ollanta Humala pasará a la historia si se consolida como el presidente de la clase media?
Está siguiendo, desde el punto de vista político, como lo he dicho más de una vez, el ejemplo de Alberto Fujimori: visita los pueblos, hace obras pequeñas y se multiplica en dos o tres sitios en un solo día. Aprovecha su edad para poder llegar todavía exponiéndose a riesgos, y por la presencia de los medios siempre se viste como la gente del lugar. Todo esto le traerá dividendos el día de mañana, si es que Humala se sabe asentar sin pleitos. Lo que pasa es que al final de cuentas pues, peruano, cholo, también tiene su pellejo, y cuando recibe una patada quiere recibir dos. Pero en este juego de ‘tú me pateas y yo te pateo’, podemos pasarnos 5 años más.
—Sí claro, y aparte le echa la culpa a la prensa de sus males...
Ya despejó el caso de la señora, que ya terminó un país en que habría mujeres, recontra sabidas, jugadas en la política o aprendiéndolo rápido. Esta criatura ha estado como cualquier chico en una política nueva originando las competencias y los odios y los celos de los políticos viejos.
—Mario Vargas Llosa dice que el 2021 puede ser el tiempo de Nadine y que le gustaría que ella fuera la presidenta, que es es su candidata.
Es prematuro pensar en Nadine como presidenta. Igualito se pensó de la mujer de Toledo en lo que se refiere a popularidad. Modelo extraordinario es la esposa argentina de Alan, Pilar Nores. Hoy veo a muchas jóvenes y maduras, muchas sorpresa podemos tener de aquí al 2021. Es muy pronto para pronosticar.
—¿Le ve futuro a Keiko, que hoy lidera encuestas como precandidata?
Los clásicos partidos políticos peruanos organizados en torno a una persona que es un caudillo, mientras vive, este puede segmentar su fuerza, pero no la puede multiplicar. Entonces de lo que es Fujimori, Keiko hereda, pero no necesariamente aumenta.
—¿Y estas encuestas que la presentan primera en la intención de voto para el 2016?
Es evidente, es una mujer que tiene una fuerza organizada. Además, como una causa que en un país como el Perú tiene efecto siempre, los maltratos que su padre recibe y la posibilidad de poder darle en cualquier momento una prisión domiciliaria. La gente piensa: ¿Y por qué no le dan eso? Y el ‘Chino’, que es tan astuto, no sabe todavía si nos está contando otra vez el cuento del bacalao. Es el daño que uno se hace a sí mismo cuando pretende engañar y se descubre luego tanto engaño.
—Entonces con 95 años y con toda su experiencia usted no cree que el fujimorismo regrese a Palacio.
No me atrevería a afirmarlo tan contundente, lo que sí puedo decir es que el fujimorismo, detrás de Keiko, ya no dura. Para aclarar, creo que Keiko tiene opción, pero también sé que detrás de ella no queda futuro para el fujimorismo.
—¿Le ve posibilidades a PPK?
Llegó tarde. Hombre de Estado y de evidente talento. La gente desconfía que pueda durar con las condiciones de un cargo tan duro como el de presidente del Perú. Es un hombre mayor.
—¿Cómo ha sido su vida, don Luis?
He sido palomilla y travieso, siempre en todos los deportes. En la universidad jugaba básquet, jugaba fútbol, me ha gustado el caballo y he montado. He sido buen equitador.
—Ha sido una vida agitada, intensa, polémica.
Cuando era alcalde un periodista me siguió durante 48 horas y cuando leí su crónica me dije: “Soy un estúpido. A este ritmo termino en un cajón antes de cinco años”.
—¿Trabajaba mucho?
Excesivamente.
—¿Era adicto al trabajo?
Siempre lo fui. Nunca he vivido tranquilo si tengo algo pendiente.
—¿Sintió que le robó tiempo a su familia?
He tenido la ventaja de estar casado con una mujer que me entendió desde el día en que nos conocimos, pero desde el primer día en que nos conocimos me ha soportado con una gran tolerancia. Le caí a mi mujer cuando tenía 20 años, me casé a los 23.
—¡Dios, es un montón de tiempo con una mujer!
Tengo varias ventajas. Nunca nos hemos gritado, aunque con los ojos sí nos hemos disparado. ¿Cuántas veces me ha tocado la reconciliación? Muchas, pero reconciliar es muy bueno.
—¿Cómo hace para estar tan lúcido, para tener tan buena memoria? ¿Cuál es su secreto?
No sé, pero escribo y leo todos los días.
—¿Sueña con llegar a los 100 años?
Ruego a Dios que no llegue porque hay una cierta conmiseración. Uno va perdiendo normalmente facultades. Entonces todo el mundo ya se me acerca para darme la mano en el brazo. Fíjate que estas son debilidades capilares, pero a base de que me dan la mano con un gran cariño, desgraciados. Ja, ja, ja. ¡Cada apretón de su pulgar me revienta una vena de la mano! Fuera de bromas, quiero vivir hasta que sea respetable y no despierte lástima, o por lo menos la necesidad del auxilio cuando me vean.
Enfoque: Luis Bedoya Reyes, el líder histórico del PPC, fue dos veces alcalde de Lima entre 1964 y 1969. Fue candidato presidencial en 1980 y 1985. Falleció a los 102 años, el 18 de marzo de 2021.