Los 50 años de Michael J. Fox: incansable luchador contra el Parkinson
Desde su primera aparición en el mundo de la actuación, Michael Andrew Fox conquistó miles de corazones adolescentes con su sonrisa de niño bueno, su mirada inquieta y aspecto jovial. A pocos de días de cumplir medio siglo de vida recordemos su carrera artística y su lucha contra el mal de Parkinson.
Canadiense de nacimiento, vio su primera luz de vida el 9 de junio de 1961, en la ciudad de Edmonton. Hijo de Phyllis Piper, actriz y empleada administrativa, de quien heredo la vena artística, y William Fox, oficial de policía y miembro de las Fuerzas Armadas.
Durante su niñez llevo una vida itinerante debido al trabajo de su padre, recorriendo varias ciudades de Canadá, hasta que se establecieron en a Burnaby, en las afueras de Vancouver.
Su pasión por la actuación
Desde muy temprana edad, Michael mostró condiciones para la actuación, obteniendo su primer papel en 1976, en la serie de televisión “Leo and me”.
Pero la fama mundial la alcanzaría en 1982 gracias a su protagónico en la serie “Family Ties”, actuación por la cual fue reconocido con tres premios Emmy. Tras iniciar su carrera con el nombre de Michael Fox, debió añadir la letra J. para no coincidir con otro actor del mismo nombre, por lo que de ahora en más sería llamado Michael J. Fox.
Su oportunidad de dar el salto a la pantalla grande llegaría de la mano de Robert Zemeckis, y su éxito juvenil de los ochentas “Back to the future”, película que se convirtió en la trilogía más exitosa de esos años, además de ser la imagen principal para la campaña publicitaria de Pepsi Cola.
De ahí en adelante su talento quedo registrado en diversas películas, pasando de lo cómico a lo dramático con total versatilidad. Trabajó con reconocidos directores y actores, como Brian de Palma y Sean Penn en “Casualties of War” o Tim Burton en “Mars attacks”, por mencionar solo algunos.
En 1996 volvió a la televisión con Spin City, comedia de corte adulto, con la que dejaba atrás la imagen juvenil que lo caracterizó en la década pasada sin perder la picardía que ahora infundía en una trama de corte político. Por esta serie, Fox ganó tres premios Globo de Oro, dos premios SAG y un nuevo premio Emmy entre 1998 y el año 2000. Para el nuevo siglo, presta su voz a las películas infantiles Stuart Little y Atlantis: The Lost Empire.
Su vida familiar y su lucha contra el Parkinson
Conoció al amor de su vida, Tracy Pollan en el plató de Family Ties. Se casaron en 1988 y tuvieron cuatro hijos (Sam Michael, Aquinnah, Schuyler y Esmé). En la actualidad, la pareja es reconocida como uno de los matrimonios más sólidos del medio.
Precisamente esa consolidación familiar es la que le permitió salir adelante, luego de enterarse que sufría de Parkinson, enfermedad que le fue diagnosticada en 1991. Con solo 29 años, Michael no podía asimilar la idea de padecer este mal. Se hundió en la depresión y la bebida. Se aisló de sus seres queridos y tocó fondo.
Pero el apoyo incondicional de su esposa y la rehabilitación en Alcohólicos Anónimos hicieron que recuperara las ganas de luchar por la vida. A partir de ese momento inició sus terapias para controlar el Parkinson y siguió trabajando, hasta que en 1998 decidió compartir su pesar con su público.
Para el año 2000 se alejó de los set de filmación, pues era demasiado esfuerzo para él y a pesar de contar con la colaboración de sus compañeros, necesitaba tomarse un descanso, llevar una vida más serena que ni la televisión ni el cine le podían ofrecer.
El activista entusiasta
A pesar de lo difícil que es lidiar con los síntomas del Parkinson, Michael J. Fox no cesa en su lucha contra esta enfermedad. Por ello fundó “The Michael J. Fox Foundation”, institución que pretende encontrar una cura para este mal mediante el estudio de células madre. También publicó dos libros autobiográficos (Lucky Man y Always Looking Up: The Adventures Of An Incurable Optimist), que dan cuenta de su convivencia con esta enfermedad.
En los últimos años, Fox ha sido reconocido por diversos medios e instituciones, tanto por su arte como por su activismo. Así en el 2007, la revista Times, lo ubicó entre las 100 personas “cuyo poder, talento o ejemplo moral está transformando el mundo” y en el 2010 fue reconocido con doctorados Honoris Causa por el Instituto Karolinska y la Universidad de Columbia Británica, respectivamente.
Y es que este hombre de eterna mirada juvenil, nos ha demostrado que aunque la vida nos ponga miles de pruebas difíciles, siempre habrá mucho que aprender y muy buenas razones para seguir adelante.
Rosa Hermoso Alvarado
Fotos: Agencias