Adiós a Rosa Wunder, la primera dama de la locución y el teatro
Esta semana falleció Rosa Victoria Wunder Peralta, destacada locutora y actriz de teatro y televisión. Huellas Digitales hace una semblanza de esta destacada mujer peruana que regaló su arte y conmovió a su público con cada interpretación realizada.
Rosa Wunder nació el 16 de junio de 1925 en el Callao. De gran fortaleza, inteligencia y constancia, empezó a trabajar en el ambiente artístico a los 24 años.
De manera casual incursionó en el mundo de la locución, actividad a la que se dedicó por casi 40 años. Ella triunfó en este campo, debido a que nunca seguía un libreto. De allí la valía de esta profesional del micrófono.
Participó en comerciales, animó programas e interpretó a diversos personajes en radioteatro; hasta que animada por su esposo dio el salto a las tablas.
A los 31 años debutó en el Teatro de la Asociación de Artistas Aficionados (AAA). También formó parte del Club de Teatro de Lima, en donde se formó profesionalmente como actriz participando en obras como “La más fuerte”, “Tres historias para ser contadas” y “Agnes de Dios”, todas bajo la dirección de Reynaldo D’ Amore, reconocido actor y director, quien en aquel entonces estaba al mando de la escuela.
Considerada primera dama en los radioteatros, su capacidad histriónica se lucía en las tablas con personajes de la literatura mundial, a los que inyectaba parte de su propia personalidad, notable, sencilla y cordial.
Se casó cuatro veces. De su segunda relación nació el conocido actor Gustavo Bueno. En 1972 fundó su café teatro “Las Máscaras”, donde dirigió a artistas de la talla de Martha Figueroa y Edgar Guillén.
Se ha codeado con reconocidos actores como Carlos Gassols, Elvira de la Puente, Regina Alcóver y Cecilia Tosso. Con las dos últimas participó en la obra “Perdidos en algún lugar”, bajo la dirección de Osvaldo Cattone en el Teatro Marsano.
En el año 2000 incursionó en el mundo de la televisión, actuando junto a Katia Condos y Diego Bertie en la telenovela “Cosas del amor”.
Tras veinte años alejada del teatro, Rosita, como le gustaba que la llamen, volvió con “La abuela”, personaje que intrepretó en “Los árboles mueren de pie”, en el 2008. En esta obra teatral compartió su experiencia con jóvenes actores y directores.
Sin embargo, Rosita manifestó en varias oportunidades su gusto por la dirección de escena, más que por la actuación.
Sin duda su carisma y personalidad la consagraron como una gran profesional de las artes. Además fue una luchadora a carta cabal por los derechos del actor y estuvo siempre presente en las asambleas sindicales.
Tenía por lema una frase que su padre le solía repetir ante momentos de angustia y difícil decisión: “No te dejes ganar por las cosas, las cosas no piensan, tú sí”.
(Rosa Hermoso Alvarado)
Fotos: Archivo Histórico El Comercio