La fiesta de San Juan: el sabor de la selva
Cada 24 de junio, la selva peruana celebra la Fiesta de San Juan. Es un día de alegría, donde familias enteras van al río y degustan los famosos juanes (hecho con arroz, gallina y envuelto en hojas de bijao), entre otros platos típicos.
Aunque la fiesta remite a San Juan Bautista, su razón de ser radica en la unión que genera entre los habitantes de la selva peruana. En la noche del 23 de junio, los pobladores realizan el llamado “baño bendito” en los ríos. El 24, día central, se empieza con una procesión. Luego las orquestas hacen bailar a los asistentes, quienes prueban los ricos potajes amazónicos.
La costumbre de festejar la fecha no cambió a la hora de la migración a la capital. Como pasa con los migrantes de otras partes del Perú, los espacios comunes para celebrar fueron los clubes departamentales. Pasaron los años y el festejo se trasladó a locales como `El Huaralino´, además de restaurantes típicos de la región.
Es por eso que Huellas Digitales buscó a Fernando Arévalo y César Chumbe, dos exitosos empresarios de distintos rincones de nuestra selva. Ambos coincidieron en señalar la importancia de la celebración, pues une a las familias de toda la amazonía. Es que la gastronomía sirve para afianzar y estrechar los lazos entre diferentes culturas.
‘El Pichito’, de Loreto su comida
Fernando Arévalo tuvo hace 20 años la idea de hacer un restaurante con platos típicos de su natal Loreto. Empezó con un pequeño local en Lince, al poco tiempo ya se hacía de un nombre debido a sus exquisitos platos. Así cumplió su deseo de tener un lugar donde se sienta el ambiente tan característico de la región.
Para él, la Fiesta de San Juan es “la Fiesta del Juane”, debido a las distintas variedades del plato que se presentan el 24 de junio. Al igual que sus ‘paisanos’, Arévalo trata de mezclar distintos sabores, fusionar lo selvático con elementos del norte y sur de nuestro país. “Es una forma de introducir la comida del oriente a las personas que aún no se atreven a probarla”, nos cuenta.
Así como la selva ha sabido abrir sus puertas hacia otras comidas, ya existen locales de otras parte del Perú que incorporan sus elementos, según el entrevistado. “Hay restaurantes con platos de otras regiones que ya están empezando a usar ingredientes de la selva”, sentencia.
Para este 24, ‘El Pichito’ prepara las celebraciones en cualquiera de sus dos locales. Habrá conjuntos y orquestas, además de los tradicionales platos, refrescos y licores de la zona. Comenta que “algunos vienen el 24 en su hora de almuerzo del trabajo y no se van hasta la noche. San Juan es la fiesta más importante de la selva y puede más que una reprimenda al día siguiente”.
Desde Moyobamba, ‘El Aguajal’
César Chumbe, administrador de ‘El Aguajal’ de Los Olivos nos recibe con ambiente de fiesta. A pesar de ser un jueves en la tarde, hay un tecladista que toca los éxitos del momento. Descubrimos un trago llamado ‘Casi Virgen’, el cual está 2×1 junto a otros licores.
“Empezamos vendiendo juanes hace 35 años en Los Olivos, ahora tenemos cuatro locales en Lima”, nos comenta Chumbe. El restaurante ha tomado la fusión y presentación de los platos como fortalezas. Uno de ellos es el ‘Fetuccini con cecina’.
Respecto a la Fiesta de San Juan, menciona que en Moyobamba cada familia prepara un juane distinto, “se estila probar con diferentes sabores, texturas, así se tiene muchas variantes del mismo plato”.
Cada comensal recibe su cóctel de algarrobina antes de degustar el plato de su elección. “Es una cortesía para los clientes, es bueno para personas de toda edad”, menciona. Ellos, al igual que ‘El Pichito’, apuestan por atraer a la clientela que no conoce mucho sobre la gastronomía del oriente peruano.
‘El Aguajal’ también prepara un evento para la celebración en su local ubicado en Canta Callao, donde preparan juegos, música y otras actividades para los asistentes. “Invito a todos los amigos a que prueben la comida selvática, no saben de lo que se pierden”, finaliza Chumbe.
La Fiesta de San Juan puede ser un buen pretexto para animarse a probar los potajes de nuestra amazonía. Disfrutará su comida con los cinco sentidos, además de sus exóticos tragos. Palabra de comensal.
(Iván Gonzales Geldres)
Fotos: Archivo El Comercio/ Gino Viviani