El prolífico Robert Redford
Talentoso actor y director revelación de los años ochenta, que se levantó ante la adversidad; impulsor de producciones independientes y, por si fuera poco, sex symbol de las décadas de 1960 y 1970. Así describen los críticos a Robert Redford, cuya personalidad inquieta y espíritu aventurero lo convirtieron en uno de los rostros más populares del cine. Este 18 de agosto cumplirá 75 años y Huellas Digitales recuerda pasajes de su impecable carrera.
De un carácter rebelde y difícil, Charles Robert Redford, nacido en California, el 18 de agosto de 1937, enfrentó duras pruebas que formarían su personalidad.
Mal estudiante, pero mejor deportista, se valió de este talento para obtener una beca y cursar estudios en la Universidad de Colorado. Sin embargo, por aquellos días recibió un fuerte golpe que marcaría su vida: Su madre fallece víctima de cáncer.
Este episodio es un quiebre en su historia, pues frecuenta malas compañías y se entrega a la bebida. “Significo el comienzo de un período de tres años en el que estuve borracho casi a diario”, declaró en alguna oportunidad. Dejó la universidad e intentó estudiar arte en Paris, pero el shock emocional no cesaba.
Al regresar a Estados Unidos, en 1958, se enamoró de Lola Van Wagenen. Se casaron y encaminó su vida. Su vocación de actor la descubrió en la American Academy of Dramatic Arts. Ese mismo año la pareja sufrió la pérdida por muerte súbita de su bebé de apenas dos meses de nacido. Un nuevo golpe al que debe reponerse.
Su debut en la pantalla grande ocurrió con el filme “War hunt” (1962), una película bélica en donde compartió créditos con Sydney Pollack, quien se convertiría en su gran amigo y director de varias cintas exitosas que Redford protagonizaría años más tarde.
En 1966 trabaja con los no menos famosos Marlon Brandon y Jane Fonda en “La jauría humana”. De él, Brandon expresaría “es un hombre gris que sabe callar y que posee el arte de abrir la boca sin decir nada de un modo atractivo. Si gusta al público es porque representa al típico individuo americano”.
A finales de los años 60, su nombre tocaría la cima del éxito con “Dos hombres y un destino”, en los que compartió roles con otro galán de Hollywood, Paul Newman. Repetirían la fórmula en “El Golpe” de 1973. Después vendrían los dramas políticos “El candidato” y “Todos los hombres del presidente”.
En 1980 decidió tentar en los terrenos de la producción y dirección cinematográficas y lo hizo con tan buena estrella, que su primera cinta “Gente corriente” es premiada con un Óscar al Mejor director y a la Mejor película.
Asentado ya en la meca del cine, fundó la Organización Sundance, que promueve el festival del mismo nombre, en la cual se apoya a los nuevos cineastas y a la difusión de películas independientes.
Desde entonces y hasta la actualidad ha superado los estándares del mundo cinematográfico. Cuatro nominaciones al Óscar, una estatuilla al Mejor director, un Óscar honorario, seis Globos de Oro y otra tres nominaciones; un premio BAFTA y otros galardones a su labor altruista en defensa del medio ambiente, reconocido incluso por las Naciones Unidas, son muestra de su prolífica carrera.
Su vasta filmografía como actor, director y productor habla por sí sola. Él vive todas sus roles en el cine con tal apasionamiento, que como director no se gustaría como actor y viceversa.
Alejado de la agitada vida en Hollywood, Redford prefiere disfrutar de esos pequeños detalles de la vida diaria. “Aunque no me siento viejo, la vida se ve desde otros ángulos. Ahora es más importante disfrutar que trabajar”.
Rosa Hermoso Alvarado
Foto: Agencias