Las tres décadas del Vaso de Leche
El 30 de marzo de 1984 se hizo realidad el programa social del Vaso de Leche. Fue la primera conquista política del entonces alcalde de Lima Alfonso Barrantes “el tío frejolito”. Unos días después, el 4 de abril, se entregó el primer vaso de leche. Al año logró cumplir su meta: llegar al millón de raciones diarias. El programa social hasta el día de hoy perdura, aunque con los años ha ido perdiendo la brújula. Huellas Digitales rememora sus inicios.
“El primero de abril desayunarán todos los niños y, para decirlo con los versos de Vallejo, lo harán con pedacitos de pan salidos del horno de nuestros corazones.” Este fue el anuncio que hizo el entonces alcalde de Lima Alfonso Barrantes ni bien se instaló en el sillón municipal allá por el año 1984.
El líder de Izquierda Unida tenía claro que su primera tarea municipal era ayudar a los más pequeños de las zonas marginales del país. Si bien le tomó algunos meses poder concretar su idea, al final lo logró el 30 de marzo de 1984. Aquel día se inauguró el programa social en el Parque Central de Reserva, con la participación de 30, 000 niños. Pero fue algunos días después el 4 de abril que el “Tío Frejolito” sirvió el primer vaso de leche.
Era el mediodía cuando llegó acompañado del primer regidor Henry Pease y del alcalde de San Juan de Miraflores Rodolfo Ocampo a los pueblos jóvenes “El Nazareno” y “José María Arguedas” de Pamplona Alta para repartir personalmente los primeros vasos de leche de su campaña. Todos los niños esperaban ansiosos con su taza de loza en mano, mientras las mujeres acondicionaban la posta médica local con mesas y cocinas para el preparado de la leche en polvo.
En forma de agradecimiento diseñaron pancartas donde se leían frases como: “Frejolito sí cumple”, “También queremos aprender a leer” y “Alcalde Barrantes, te decimos gracias”. Todos estaban felices. En la primera semana del Vaso, se distribuyeron 50 mil raciones diarias en diversos Pueblos Jóvenes. En diciembre de 1984, las raciones llegaban a 600 mil y en marzo de 1985, a un millón.
Durante esa etapa, Barrantes con el apoyo de sus concejales, había obtenido ayuda de la Unión Europea y de Solidaridad Socialista, entidad socialdemócrata europea. Pero la autoridad edil no se conformó con el éxito obtenido en Lima. Se afanó por dialogar con las diversas bancadas del Congreso para lograr el alcance nacional del programa. Y fue así cómo el Congreso por unanimidad aprobó la ley 24059 que Fernando Belaúnde promulgó el 6 de enero de 1985. Con esta legislación el Vaso de Leche llegó a todos los niños de 0-6 años, madres gestantes y lactantes del país, con financiamiento de los fondos provenientes del Tesoro Público.
La idea de Barrantes no era algo nuevo, tiempo atrás cuando era alcalde de Lima el doctor Luis Miró Quesada de la Guerra, creador del Patronato de Educación Escolar, instaló el primer refectorio escolar, donde se proporcionaba diariamente desayuno a los escolares. Entró en funcionamiento el 28 de julio de 1916 en el Centro Escolar 431, de la calle Malambo. La asistencia consistía en un desayuno compuesto de un cuarto de litro de leche y un emparedado de carne. El costo de la ración era cuatro centavos. En 1917 se proporcionó más de 65 mil desayunos.
De esperanzador programa social a polémico
Con el paso de los años el Vaso de Leche ha ido diluyéndose. Los cambios empezaron a hacerse notorios en octubre de 1996, con la aprobación del proyecto de ley que transfirió los fondos del Vaso de Leche a los municipios distritales. Para Barrantes, quien presidía el programa del Cercado de Lima, era innecesaria esa maniobra política. “La mayoría parlamentaria ha contaminado de política partidista un programa que por ser destinado a los niños no debería sufrir”, sostuvo aquellos años en una entrevista para El Comercio.
Asimismo mostró su preocupación por el destino de los beneficiarios secundarios, niños entre 7 y 13 años, ancianos y enfermos de tuberculosis, quienes han venido recibiendo este beneficio no incluido en la ley original gracias a convenios entre el gobierno central y el municipio de Lima.
Luego empezaron a llover las críticas. Se habla de que los beneficiarios del Vaso de Leche no son extremadamente pobres y que no hay forma de comprobarlo; así como, del poco control que ha habido en los últimos años en la administración, compra y reparto de la leche y los cereales.
En el 2008, la Contraloría General de la República efectuó visitas inesperadas a los comités del Vaso de Leche de 15 regiones del país (entre ellas, Arequipa, Amazonas, Ayacucho, Cajamarca, Lambayeque, Piura y Tacna) y comprobó que había una grave deficiencia en el empadronamiento de beneficiarios, irregularidades y retrasos en las adquisiciones de los insumos (leche), así como la falta de acción por parte de las municipalidades frente al incumplimiento de los proveedores del producto.
Hoy que rememoramos sus 30 años, la celebración no es la misma de cuando se inauguró. El tiempo no ha servido para ver sus progresos sino para relucir sus deficiencias.
(María Fernández Arribasplata)
Fotos: Archivo Histórico El Comercio
Amigos, los invitamos a seguirnos en nuestro fan page:Huellas Digitales
y en nuestra cuenta de Twitter @huellas_blog