Poeta Chocano dispara a Elmore en El Comercio
Hace 80 años la sede principal de El Comercio fue escenario del violento epílogo de una disputa intelectual que se transformó en personal. Sobre el asesinato de Edwin Elmore a manos de José Santos Chocano se ha escrito muchas veces, y existen innumerables testimonios. En Huellas Digitales decidimos ir “a la fuente”. Apelando a la versión de los testigos de lo sucedido el 31 de octubre de 1925, es decir, los propios periodistas del Decano, les presentamos los párrafos que describen el nefasto incidente, tomados de la nota publicada al día siguiente.
“Tenemos el sentimiento de anunciar a nuestros lectores que el hall principal de El Comercio fue teatro ayer de una lamentable y sangrienta escena, como consecuencia de la cual se haya gravemente herido el señor Edwin Elmore”. Así empieza la nota publicada en la edición de la mañana del 1 de noviembre. Lamentablemente, el escritor Elmore fallece el lunes 2 de noviembre en el Hospital Italiano, a pesar de una transfusión de sangre que se realizó como último recurso para salvarle la vida.
Pero ¿cómo había sido exactamente el incidente del sábado?
“Minutos antes de las cinco de la tarde entraba a la imprenta el señor José Santos Chocano, quien con paso tranquilo, se encaminó a la sala de redacción, después de haber cruzado parte del hall”. Al mencionar la imprenta el redactor se refiere al edificio ubicado en el jirón Antonio Miró Quesada. Por esos años, la sala de Redacción estaba ubicada en el primer piso. Luego fue trasladada al segundo nivel, donde se encuentra en la actualidad.
La narración del periodista continúa así: “En esos momentos se hallaba en las oficinas de la redacción el señor Elmore, que había ingresado antes que el señor Chocano. Al encontrarse ambos se produjo un violento y rápido cambio de palabras, que degeneró en agresión”. Hay que tener en cuenta que una serie de episodios previos había creado una relación tirante entre los dos intelectuales.
Se trataba de una polémica que enfrentaba al mexicano José Vasconcelos con José Santos Chocano, básicamente sobre dos temas. El primero se refería a una declaración de Vasconcelos opinando que lo mejor sería que Tacna y Arica quedaran en manos de Chile –algo que luego él desmintió-. El segundo giraba en torno a los gobiernos autoritarios, con los que José Santos Chocano simpatizaba, mientras que Vasconcelos los criticaba, posición que Elmore respaldó en varios escritos.
En medio de esta disputa Edwin Elmore escribe una carta que lleva al diario La Crónica para ser publicada. Sus editores se niegan y el tenor de la misiva es de conocimiento de Chocano, quien la considera ofensiva. Se comunica por teléfono con Elmore y le llama “hijo del traidor”, aludiendo a su padre Teodoro Elmore, capturado en los días previos a la Batalla de Arica y encargado de colocar las minas en el morro. Elmore llega primero al Decano llevando una carta para ser publicada. Minutos después se presenta el poeta con la misma intención.
“Quienes se hallaban en el Hall los vieron salir en medio de voces alteradas. El señor Elmore sujetaba de la solapa, con la mano izquierda, al señor Chocano, mientras con la derecha le golpeaba el rostro”, cuenta el periodista de El Comercio.
“Las personas que presenciaban este lance no tuvieron tiempo de intervenir. De improviso el señor Chocano, que había logrado desasirse de su contendor, extrajo un revólver del bolsillo. En esos momentos el señor Elmore, dio unos pasos atrás, hasta llegar a la pared del hall, entre la puerta de la subdirección y la reja interior que da salida al vestíbulo. Allí se detuvo a unos tres o cuatro metros del señor Chocano”, dice la nota.
Se sabe que la dramática escena era observada por los hombres de prensa y por el propio director del diario, Antonio Miró Quesada de la Guerra. De pronto… “partió el tiro: el señor Elmore se llevó ambas manos al lado izquierdo del abdomen y, después de unos segundos de vacilación, salió caminando de la imprenta hacia la calle. Al atravesar la reja se cogió a ella para no caer. Uno de nuestros redactores, que en ese instante venía de fuera, se acercó a socorrerlo”.
“Cargó en brazos al herido y le condujo hasta un automóvil para trasladarlo al Hospital Italiano. Mientras tanto el señor Chocano, en gran estado de excitación sostenía breve lucha con personas de esta imprenta que pretendían desarmarlo”, indica la información. El Cantor de América portaba un revólver Smith de calibre 38, con mango de nácar y cañón acerado.
El Comercio, que no quería servir de vehículo para una ingrata polémica personal, que se hacía agria, se había negado a admitir los artículos referentes a tan desagradable cuestión. Sin embargo, nada pudo evitar el sangriento final. Luego de ser desarmado, Chocano fue detenido y conducido a la comisaría. A los dos años, en pleno proceso judicial, el Congreso lo indultó. Ya en libertad viajó a Santiago, donde moriría asesinado en 1934.
(Miguel García Medina)
Foto: Archivo Histórico El Comercio
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