Mamá de portada
Hace unos días Karen Schwarz mostró orgullosa en redes sociales la foto en la que, junto a su hija Antonia, aparecía como portada de una conocida revista local. Las críticas no se hicieron esperar (“le falta naturalidad”, “las mamás no se arreglan tanto”, “le falta emoción a la imagen”), al punto de que Schwarz tuvo que hacer un video explicando por qué sí consideraba tiernas esas fotos donde se le ve dando de lactar a su hija.
No es la primera vez que una celebridad lo hace, tenemos a Demi Moore con la famosa portada de Vanity Fair de 1991 posando desnuda y mostrándole al mundo sus 7 meses de embarazo.
O a Serena Williams con una toma casi idéntica y para la misma revista 26 años después.
¿Qué se critica, entonces? O mejor, ¿tiene necesariamente una mamá que aparecer sin maquillaje para ser “natural”? ¿Una mamá no puede mostrar versión de mamá sexy?
Tengo casi 39 semanas de embarazo y aunque la mayoría del tiempo quiero estar en buzo, cero productos y quizás encerrada en mi cuarto… sé lo agradable que es ir a la peluquería a que te hagan los pies, te maquillen o simplemente te hagan un corte de puntas.
Tenemos 9 meses para experimentar sentimientos y emociones que no sabíamos que existían. Cada una a su manera, no hay mejores ni peores. Y si Karen Schwarz o la actriz Olivia Wilde quieren estar en tacos y vestidos de diseñador dando de lactar a sus hijos, pues en hora buena.
Recordemos además que no son personalidades promedio; son mujeres que se deben al mundo del espectáculo y hay por tanto cierta coherencia en que se muestren maquilladas y regias en las fotos de revista.
La alta ‘producción’ en su look, en todo caso, no quita ni quitará en nada la sincera alegría de una madre festejando la llegada de su bebé. Eso, lejos de ameritar crítica, debería generar un montón de aplausos.