Santo remedio
Seamos sinceros. Este equipo no va a parar de hacernos sufrir. Otra vez dominio absoluto, otra vez centros sin destino, otra vez disparos sin puntería, otra vez el tiempo que se escurre… y otra vez Labarthe que transforma la amargura en una alegría gigantesca. Ganamos, confirmamos nuestra paternidad sobre la San Martín y seguimos prendidos arriba, agarrados con uñas y dientes, con Aurich y Alianza respirándonos en la nuca. Ganamos y el pueblo crema sonríe, aunque el equipo no guste y los errores se repitan. Ganamos y les tapamos la boca a quienes se solazaban por nuestro fracaso del sábado. Ganamos porque sabemos levantarnos, aún en los momentos más difíciles. Ganamos porque la obligación de Universitario es esa: ganar, donde sea y ante quien sea.
¿Qué podemos comentar de esta ‘U’ que no hayamos dicho antes? Que se pateó más al arco, que se buscó por arriba y por abajo, desde lejos y desde cerca… sin mayor fortuna. Claro, a excepción del gol de Labarthe, nacido de una hermosa jugada colectiva que inició Orejuela con un pase que desarmó a la defensa santa, bordó Revoredo con un centro preciso y concluyó el ‘Chino’ con un cabezazo limpio y colocado. ¿Algo más? El gran nivel de Llontop, el empuje de Galliquio, las intermitencias de Ñol, la mano de Quina que el árbitro no vio, los horrores de Alva… y la presencia de Calheira en la tribuna junto con Fito. ¿Volverán a la cancha este sábado? Al mexicano, al menos, el equipo lo necesita.
Les dejo un video del gol que encontré en YouTube. La próxima cita es en Iquitos, ante CNI, que llega herido. Como siempre, hay que ganar sí o sí.