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Por Marco Quilca León
Ser mujer y optar por un deporte que, para el común de la sociedad, es de hombres es difícil por todo lo que genera. La discriminación, el poco apoyo inicial del entorno cercano y las críticas son algunas de las barreras que se encuentra. Sin embargo, hay algunas que siguen sus sueños a pesar de los obstáculos.
Uno de los deportes exclusivamente "para hombres" es el mundo de las carreras en general, y la Fórmula 1 en particular. Pese a ello, durante los 69 años de historia -mañana (1:10 a.m), en Shangái, se celebrará el GP mil- hubo cinco valientes mujeres que se ajustaron el cinturón de seguridad y dejaron huella en la máxima competición de automovilismo internacional y campeonato de deporte motor más popular y prestigioso del mundo.
Maria Teresa de Filippis, Lella Lombardi, Divina Galica, Desiré Wilson y Giovanni Amati entraron en la historia de la Fórmula 1, a pesar de que solo dos lograron tomar la salida en un Gran Premio: las italianas Maria Teresa De Filippis y Lella Lombardi.
De igual manera, no se puede dejar de destacar a las chicas que han formado parte como piloto de pruebas en grandes equipos. La española María de Villota, hija del expiloto de automovilismo Emilio de Villota, quien animó a Susie Wolff cuando ya no podía cumplir su sueño por culpa de un accidente sufrido en julio del 2012: "tienes que hacerlo por todas nosotras", le dijo.
En el Gran Premio de Gran Bretaña 2014, Susie se convirtió en la primera mujer en participar en un evento de la máxima cateogría en más de dos décadas (Giovanna Amati fue la última en 1992). La mala suerte le acompañó y la piloto escocesa tan sólo pudo dar dos vueltas completas al trazado de Silverstone.
María Teresa de Filipis
Napolitana de nacimiento, De Filipis ya tenía algo de experiencia en los deportes de carreras por lo que decidió inscribirse en el Mundial de 1958 a los 38 años, una edad normal en aquellas épocas, convirtiéndose en la primera mujer en la historia de la Fórmula 1.
Aquel año, Maria Teresa condujo el coche con el que el mítico argentino y ganador de 5 títulos mundiales, Juan Manuel Fangio, ganó en 1957. La italiana llegó a participar en cuatro carreras. En el segundo Gran Premio salió a la clasificación y logró un meritorio décimo puesto en la parrilla. Sin embargo, no le permitieron competir en el GP de Francia porque “el único casco que una mujer debe usar es el de la peluquería”.
Lella Lombardi
Lombardi, otra italiana en la F1, fue la única mujer que ha logrado puntuar en un Gran Premio. En la última edición del GP de España en Montjuïc, en 1075, que entró en sexta, pero solo logró medio punto.
La carrera no terminó, ya que fue detenida antes de tiempo por el accidente que tuvo el piloto alemán Rolf Stommelen y que acabó con la vida de cuatro espectadores. Debido a lo ocurrido, no se volvió a correr en este este trazado. Lella Disputó un total de 17 Grandes Premios y su debut fue en Gran Bretaña de 1974.
Divina Galica
Con tan solo 18 años, la británica participó en los Juegos Olímpicos de Invierno de 1964, también lo hizo en 1968 y 1972. En todas en las disciplinas de esquí y eslalon, donde consiguió el récord de velocidad (199,5 km/h).
Tras su exitosa carrera como atleta olímpica, Galicia debutó en el GP de Gran Bretaña de 1976, justo en la última competencia de Lella Lombardi. Logró correr contra los grandes en la Carrera de Campeones, una prueba no puntuable disputada en Brands Hatch; y en el International Trophy de Silverstone. Intento calificarse en dos GP más, pero no hubo suerte.
Desiré Wilson
Por esos años, los 60 y 70, había algunas carreras fuera del campeonato mundial y la sudafricana compitió en el Campeonato Aurora de F1, un certamen en el que corrían coches artesanales o de temporadas pasadas y que se disputaba en Gran Bretaña. Desiré ganó una carrera en dicho torneo (en 1980) y se convirtió en la única mujer que ganó en la F1.
Wilson también se dio el lujo de correr en el Gran Premio de Sudáfrica, su país, en 1982, pero la guerra que existía entre la FIA (Federación Internacional del Automóvil) y la FOCA (Asociación de Constructores de Fórmula 1) hizo que la carrera no fuera puntuable.
Giovanna Amati
Principalmente por razones económicas, Amati consiguió en 1992 el segundo monoplaza del agonizante equipo de F1, Brabham-Judd. Amati se bajó del Brabham sin poder calificarse para el GP de Brasil, que se disputaba al día siguiente.
Fue la tercera y última tentativa de la piloto romana de correr un Gran Premio. Curiosamente, su coche fue heredado por Damon Hill, en lo que sería el primer coche del británico en la F1. Hill sólo consiguió calificar el Brabham para dos grandes premios en ocho intentos.
