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Ilia Topuria, el campeón invicto que quiere llevar la UFC al estadio del Real Madrid
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El jueves 26 de junio pasado, durante una conferencia de prensa celebrada en Las Vegas, Ilia Topuria vaticinó que noquearía a Charles Oliveira, el astro brasileño de la UFC contra quien dos días después debía disputar el vacante título de peso ligero (70 kg) de la compañía.
“Es imposible que él pegue más fuerte que yo. El sábado por la noche tendrá la oportunidad de demostrarlo. Yo digo que se despertará en el suelo”, aseguró el atleta que representa a Georgia, la tierra de sus padres, y a España, el país que lo acogió hace 13 años, cuando aún era un adolescente.
El final llegó rápido, quizá antes de lo esperado. Una combinación de puñetazos cruzados al rostro –primero la derecha, luego la izquierda– terminaron con Oliveira. Habían transcurrido apenas 2:27 minutos del primer round.
“Este es el siguiente nivel del juego. Eso es lo que yo represento”, exclamó Topuria desde la jaula, ante casi 20.000 fanáticos reunidos en el T–Mobile Arena.
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Sobre los hombros exhibía dos cinturones de oro macizo: el que había ganado momentos antes y el que le arrebató en el 2024 a Alexander Volkanovski, hasta entonces monarca de los pesos pluma (65,7 kg), también por nocaut.
Así, Ilia Topuria, invicto con un récord perfecto de 17–0, se ha convertido en el mejor peleador libra por libra (p4p) de la UFC y en una estrella del deporte mundial. Solo tiene 28 años.
“Lo que tiene Topuria es un aura de campeón. Lo más parecido que he tenido cerca que desprenda esa aura es John Cena. […] A nivel español, ha marcado un antes y después en el deporte: ahora todos saben quién es Topuria y quieren verlo. Ese boom solo es comparable con Fernando Alonso, dos veces campeón de la Fórmula 1 y uno de los deportistas más conocidos del mundo. Hablo, claro, de los deportes de nicho”, comenta a El Comercio Álvaro Carrera, periodista español especializado en deportes de combate y director de KO a la carrera.
Dos coronas
El 9 de marzo del 2023, cuando aún no era el rostro de la UFC, Topuria se presentó en el podcast “The Wild Project”, del ‘youtuber’ español Jordi Wild. En la conversación, anticipó hacia dónde apuntaba: no un campeonato, sino dos.
“Sé que puedo pelear en un peso [pluma] y que en el otro [ligero] también puedo noquearte. [El ligero] no va a ser un peso donde voy a estar compitiendo frecuentemente, pero voy a hacer peleas grandes”, afirmó Topuria.
Wild agregó: “Yo te veo intentando el doble [cinturón]”. Y el peleador retrucó: “Seguro, seguro al 100%”. El tiempo lo confirmó. Tras vencer a Oliveira, Ilia se convirtió en el décimo atleta de la historia de UFC en haberse coronado campeón en dos categorías distintas.
Por otro lado, la organización denomina doble campeón simultáneo (‘champ champ’) a quienes ostentan a la vez los títulos de dos divisiones. En poco más de tres décadas, solo cuatro competidores lo han logrado.
El primero de ellos fue Conor McGregor, el más grande fenómeno mediático en la historia de las artes marciales mixtas (MMA).
Si bien Ilia Topuria no es un ‘champ champ’, se le ha incluido en el siguiente análisis porque dejó voluntariamente el cinturón de los pesos pluma, ganó inmediatamente después el de los ligeros y se mantiene invicto.
Con una fórmula que determina el índice de rendimiento de un peleador, ECData halló que comparado con los cuatro dobles campeones simultáneos de la UFC, Topuria tiene la segunda mejor puntación, solo por debajo de Daniel Cormier, quien conquistó su segundo campeonato a los 38 años y con 22 peleas, 10 años y cinco peleas más que Ilia.
La única mujer entre los cinco es la brasileña Amanda Nunes, quien además es la única que defendió con éxito ambas coronas.
Rumbo a la cima
Tres meses más tarde de su presentación en el podcast de Jordi Wild, el 24 de junio, Ilia Topuria protagonizó su primer evento estelar en la empresa. Al frente tuvo al estadounidense Josh Emmett, un recio y experimentado atleta conocido por su potente pegada y su resistencia al castigo.
El georgiano–español y su equipo viajaron semanas antes a Florida para ajustar los últimos detalles previos al duelo. El gimnasio elegido fue Kill Cliff FC, donde también entrena el peruano Claudio Puelles, peleador y comentarista de la UFC.
“No entrenamos juntos, pero estuve muy cerca. Lo vi entrenar y hacer sparrings. Todos saben que tiene una gran pegada, pero el nivel de ‘grappling’ [lucha cuerpo a cuerpo] que mostró era muy alto: su potencia, técnica y reacciones. Y ni siquiera iba al 100%, porque el combate estaba cerca”, rememora Puelles en diálogo con El Comercio.
En el VyStar Veterans Memorial Arena de Jacksonville, Ilia Topuria le propinó a Emmett una paliza que se prolongó por 25 minutos: el estadounidense no tuvo una mínima chance de ganar y terminó desfigurado.
Al final, ambos recibieron un bono de US$50.000 a Mejor pelea de la noche. Ese fue el despegue de Topuria al siguiente nivel: los combates de campeonato.
Profeta en la jaula
“Vine para hacer historia. Solo hay dos opciones: matar o morir. Y yo vine aquí para matar. […] Voy a noquearlo en el primer asalto”, afirmó Topuria días antes de su pelea contra Volkanovski por el cinturón de peso pluma.
El 17 de febrero del 2024 en el Honda Center de California, Ilia acabó con ‘Volk’ en el segundo round y se coronó campeón de la UFC por primera vez. Nuevamente, su soberbia performance le aseguró el bono a Actuación de la noche. Promesa cumplida.
Ocho meses después, el 26 de octubre, el ‘Matador’ defendió por primera –y hasta ahora última– el cetro de los plumas frente a Max Holloway, el aguerrido excampeón hawaiano que nunca había sido noqueado.

Ilia Topuria lo noqueó en el tercer asalto y volvió a llevarse US$50.000 extra por su exquisita presentación. “Predije esto porque yo lo sabía. Para mucha gente fue una sorpresa, pero no para mí. Lo dije y lo hice. […] Dudaban de mí, pero una vez más lo he demostrado”, señaló ante los periodistas después del evento.
El éxito de Topuria no se sostiene en una fórmula secreta, sino en dos conceptos tan básicos como sólidos: disciplina y confianza en su trabajo.
“Invencible no me siento, por eso pongo muchísimo esfuerzo. Como soy vencible, me esfuerzo todos los días muchísimo. Cuando sé que he hecho todo lo que estaba en mis manos, sé que la victoria es mía. La victoria la celebro cuando el campamento se acaba. Cuando doy el peso, ya soy ganador”, indicó en una conferencia.
Pero a juicio del periodista Álvaro Carrera, hay algo más: su inteligencia. “La gente de su equipo me comenta que muchas de las implementaciones para mejorar su rendimiento son las que él mismo proyecta. Cuando llegó a tener un nivel de fama alto, Topuria se dio cuenta de que no podía seguir trabajando en el gimnasio, porque todo lo que generaba le quitaba mucha energía”, relata el periodista que conoció a Topuria en el 2020, después de su debut en la UFC.
Por esa razón –añade Carrera–, el hoy mejor libra por libra del mundo instaló un centro de alto rendimiento en su casa. Así, él y su equipo administran mejor el tiempo y están muchos más cómodos. “Él se ha sabido rodear de gente que le ha permitido llegar a donde está. Topuria se anticipa a todo y eso lo diferencia del resto: está siempre dos o tres pasos adelante”, relata el periodista.
Ilia se considera un estudioso de las MMA y el gimnasio es su laboratorio. “Yo me baso mucho en la teoría, estudio a mis rivales en muchísimos escenarios. Veo con qué pierna se levantan cuando caen, qué mano apoyan, cuáles son sus llaves favoritas. Cuando estás cansado y tu mente ya no funciona, haces lo que tu cuerpo tiene memorizado. Las técnicas salen sin pensar, son los movimientos naturales de tu cuerpo”, mencionó en su entrevista con Jordi Wild.
Campeón 24/7
Topuria empezó a entrenar lucha grecorromana desde pequeño en Georgia, país en el que su familia se instaló cuando él tenía 6 años. Por esa razón, el ‘grappling’ y las sumisiones son dos de sus mayores fortalezas.
Su récord profesional lo demuestra: sometió a sus ocho primeros oponentes. El 15 de noviembre del 2029, en su penúltimo combate antes de aterrizar en la UFC, consiguió su primer nocaut. Ese fue un punto de quiebre.
“Decidí cambiar mi estilo. Estaba empezando a encontrar algunos problemas, porque todos mis oponentes esperaban el derribo y el juego en el suelo. Así que pensé: ‘Tengo que ser un peleador completo’. Desde ese momento, cuando sentí el nocaut, pensé: ‘Tengo el poder, así tengo que seguir trabajando en eso’”, explicó después del triunfo sobre Holloway.
Desde entonces, el georgiano–español ha cosechado siete victorias por nocaut (KO) o nocaut técnico (TKO), dos por decisión de los jueces y solo una por sumisión.
Héctor Iberico, formador de peleadores de MMA desde hace tres décadas, define el estilo de Ilia Topuria como el de un cazador con poder en los puños. Un peligro para cualquier oponente.
“Él pone muchas trampas, reduce los espacios y lanza golpes sólidos. Camina con mucha base y sabe cerrar los ángulos. Por su misma estatura [mide 1.70, no es un peleador alto], su centro de gravedad es bajo, por lo que será muy difícil de derribar. Topuria es un peleador completo y está llevando su juego a la excelencia”, detalla Iberico, entrenador de Daniel ‘Sóncora’ Marcos, atleta peruano de la UFC.
En los deportes de combate existen dos tipos de peleadores: quienes entrenan antes de una pelea y aquellos que se preparan a tiempo completo. Ilia Topuria integra el segundo grupo.
“Él tiene la preparación de un verdadero atleta: no es alguien que se apura o que todo el tiempo está entrenando a matar. Topuria entrena de forma inteligente y todo el tiempo está mejorando sus habilidades. Por eso, su juego está afilado en todas las áreas, lo cual también le permite preparar estrategias a la medida de cada rival al que se enfrenta. Hay muchos peleadores que solo entrenan para pelear y creen que en tres meses de campamento van a mejorar, pero el deporte no funciona así”, opina Claudio Puelles.
El siguiente escalón
Más de una vez, Ilia Topuria ha dicho que uno de sus objetivos es llevar el UFC a España. Recientemente incluso proyectó un plazo y propuso un escenario: el próximo año en el Santiago Bernabéu, el mítico estadio del Real Madrid, club del que además es un confeso hincha.
“Es inevitable. En el 2026 va a pasar, seguro, seguro”, expresó en una rueda de prensa posterior al combate contra Oliveira.

El mundo de las MMA es impredecible, pero todo parece indicar que su próximo oponente será Paddy Pimblett, un carismático peleador inglés con quien mantiene una vieja rivalidad todavía no resuelta.
“[Sería] otro sueño hecho realidad. Tú imagínate que pase eso. Tendríamos como una final de Champions [League] en el Bernabéu. España, Georgia, todos los ingleses ahí. Sería un desmadre”, respondió Topuria a un periodista que le consultó sobre un potencial choque contra Pimblett.
Ilia Topuria quiere seguir escribiendo su historia en la UFC.






