Huawei
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En mayo, los precios de los metales industriales y algunas variables financieras claves para la han cambiado inesperadamente de dirección. Estas han dado un giro de 180 grados, con lo que se ha revertido la tendencia positiva observada en los primeros cuatro meses del año.

En lo que va del mes, la cotización internacional del cobre se ha reducido en 7% y ha retrocedido hasta los niveles observados en enero de este año. Asimismo, al igual que en otras economías emergentes, la Bolsa de Valores de Lima ha perdido el terreno ganado durante el período enero-abril y el sol se ha depreciado con respecto al dólar en casi 1% (revirtiéndose la tendencia apreciatoria del sol observada hasta abril).

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Esto se explica por el giro inesperado en el entre EE.UU. y China. Recordemos que durante los cuatro primeros meses del año las negociaciones comerciales entre ambos países avanzaban relativamente bien. Incluso, hace solo un mes, se esperaba un pronto acuerdo comercial. Este avance redujo los temores de una mayor desaceleración en China, optimismo que se vio reflejado en una recuperación de los precios de metales (como cobre y zinc), y del valor de las monedas respecto al dólar en economías emergentes.

No obstante, en mayo la tensión comercial se reanudó y la relación bilateral se ha deteriorado fuertemente. Esto luego de que EE.UU. aumentara la tasa de aranceles de 10% a 25% a productos chinos (valorizados en US$200 mil millones) y de que China tomara represalias, con un incremento de los aranceles del 10% al 20%-25% sobre productos estadounidenses (por un valor de US$60 mil millones).

Por el momento, queda aún sobre el tablero la amenaza de Trump de nuevos incrementos arancelarios sobre un monto adicional de importaciones chinas (US$325 mil millones) y una eventual respuesta del gigante asiático.

En estos días, la tensión entre ambos países está alcanzando uno de sus puntos más álgidos, pues está sobrepasando la esfera del intercambio comercial. Trump ha anunciado restricciones a las empresas estadounidenses para hacer negocios con Huawei –compañía china, líder en telecomunicaciones–, lo que ha afectado la relación entre esta empresa y Google, proveedor del sistema operativo Android.

Todo esto ha elevado el riesgo de una desaceleración global mayor que la esperada para este año.

Aunque lo más probable es que ambos países lleguen a un acuerdo a fines de este año, la relación entre las principales economías del mundo se mantendrá altamente conflictiva. Esto continuará generando una elevada incertidumbre y alta volatilidad en mercados financieros.

Si bien la economía peruana cuenta con solvencia y capacidad para resistir turbulencias financieras –balances macroeconómicos ordenados y buenos niveles de liquidez internacional–, debemos estar atentos a los riesgos que puedan venir desde el frente internacional, de giros inesperados que puedan afectar las perspectivas de crecimiento de la economía peruana para este año (3,2% según nuestras estimaciones en Apoyo Consultoría).