Alborada es made in Perú, pero creció y se fortaleció en tierras alemanas. Durante sus primeros años, la agrupación se nutrió exclusivamente de culturas originarias de los Andes, del quechua y de instrumentos como la quena, la zampoña, el siku y la antara. Sin perder su esencia, posteriormente adoptó como suya los estilos modernos de aquella ciudad cosmopolita y amante de la cultura del mundo.
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El 4 de abril de 1984, Sixto Ayvar funda Alborada en su pueblo natal, Ocobamba, Apurímac. Un lugar que alberga importantes momentos de su vida y del que tuvo que salir huyendo junto a su familia a causa del terrorismo. “Mi padre fue ganadero, teníamos una gran cantidad de ganados, pero fuimos golpeados por Sendero Luminoso, mataron a casi todos los ganados que teníamos, y tuvimos que irnos” recuerda el popular Sixtucha.
Pese a la situación de violencia interna que se vivía en el Perú, Alborada continuó recorriendo con su música diferentes ciudades. “Ananau”, “Yuyariguay”, “Diáspora”, “Wayanakuy”, “Relámpago”, “Zisary lucero” y “Rosaura” destacan entre sus temas más populares y pedidos.
“Empezamos tocando en diferentes reuniones que organizaban los pueblos, luego nos llevaron a ciudades grandes como Andahuaylas, y no paramos hasta llegar a Lima tras ganar un festival de música folclórica. En la capital, trabajaba cargando papas en La parada, pero también conseguí un trabajo en la peña Machu Picchu, en el Centro de Lima. El director de la agrupación Yawar Inca me propuso ir a Alemania como reemplazo de uno de los integrantes. Otros tocaban mejor que yo, pero me eligieron porque cantaba en quechua. Fui por dos meses y me quedé hasta hoy en día. Al principio no fue fácil”, aclara el músico peruano.
—¿Qué fue lo más difícil de los primeros días en Alemania?
Vivir debajo del puente, con la gente bohemia, alcohólica, fumando marihuana, trago, hasta poder encontrarme. Cuando vi que la gente le daba dinero a quienes tocaban en la calle o en las terrazas de los restaurantes, le pedí a uno de los borrachitos su guitarra y me fui a tocar. La primera vez gané como 400 marcos, que era como 400 dólares. Llegué a ganar hasta 2 mil marcos en un día. Ganaba bien, le mandaba una parte a mi familia, a mi madre. Luego traje a los integrantes del grupo. Yo llegué en 1990, Alborada en 1996.
—En Europa se enriquecieron de otros géneros, instrumentos y estilos.
Así es, nos renovamos y actualizamos de una manera revolucionaria, sin perder nuestra esencia. Contamos con instrumentos de diferentes partes del mundo. Intentamos incorporar también la gaita escocesa, pero no se adapta, es muy extraña, celosa, no armoniza, opaca a todos, es muy independiente.
—¿En qué escenarios han tocado en Alemania?
El primer año tocamos para el vicepresidente de Alemania en Bonn. Había adoptado a una niña boliviana y quería celebrarlo con música del Altiplano. También hemos tenido la dicha de presentarnos en lugares con mucho público, pero el más importante fue en un local de Mercedes Benz, en el que participaron como catorce grupos de diferentes partes del mundo. A cada uno nos correspondía tocar dos canciones, pero a pedido del público, nos hicieron tocar tres. Fue una gran satisfacción para nosotros. Hemos llevado la música de Alborada también a Rusia, Eslovaquia, Rumanía, República Checa.... Mientras en Perú nos marginan, en Europa valoran nuestra cultura, y lo digo con mucha pena.
—La mayoría de sus temas son en quechua, ¿piensan también grabar en inglés?
Nos han dicho que si grabamos en inglés podríamos hacer más dinero, pero no lo hago porque mi sueño siempre ha sido difundir nuestro origen, nuestra esencia.
"Cuando vi que la gente le daba dinero a quienes tocaban en la calle o en las terrazas de los restaurantes, le pedí a uno de los borrachitos su guitarra y me fui a tocar. La primera vez gané como 400 marcos, que era como 400 dólares. "
Sixto Aybar , fundador de Alborada.
Con los más grandes
—¿Cuánto es lo máximo que han llegado a ganar en una presentación en Alemania?
En una presentación nos pagaron 8 mil marcos, que es bastante dinero, pero hemos ganado mucha más plata tocando en la calle y vendiendo discos. Una vez vendimos 800 discos de 30 marcos cada uno. Juntamos tanto dinero que nos dimos el lujo de grabar nuestro disco “Meditatión” (2002) en Sounenkeölln Alemania, el segundo estudio más grande de Europa. Es enorme, tiene cuatro salas, nosotros grabamos en la A. Ahí conocimos a Whitney Houston, Paul McCartney y José Feliciano.
—¿Coincidieron alguna vez con Claudio Pizarro en Alemania?
Una vez coincidimos en el restaurante Sabor Latino. Con la plata que tiene puede comer en cualquier restaurante del mundo, pero prefiere irse a su huequito peruano, es sumamente sencillo. Es una estrella máxima de la liga de fútbol alemana. Es un tremendo embajador, ha levantado la imagen del Perú afuera.
—¿Qué tienen en común las culturas alemana y andina?
Tiene mucho del mundo andino original, como la puntualidad, el respeto y la honestidad.
—¿Y qué diferencia encuentras?
Los alemanes tienen otro chip. Mientras el peruano dice: ‘La perfección no existe’, el alemán dice: ‘La perfección no es suficiente’. Nosotros somos empleados de extranjeros en nuestra propia casa. Los alemanes priorizan a su gente.
—¿Tu esposa es alemana?
Ella es boliviana, fue adoptada cuando tenía cuatro años junto a sus dos hermanas, por una pareja de alemanes. Mi suegro es súper buena onda.
—¿Cómo nace “Ananau”, el hit de Alborada que fue utilizado como pose de victoria de la saga de videojuegos Civilizations Wars.?
La empezamos a crear en 1984 y la terminamos en 1998. Fredy Ortiz, que hace rock en quechua, le pone la melodía. Lo grabó con Uchpa antes que nosotros, pero con nosotros alcanzó éxito.
—Viajaste a Alemania por dos meses y terminaste quedándote hasta el día de hoy. ¿Qué te llevó a quedarte en Alemania?
Muchas cosas, sobre todo, la educación, es totalmente gratuita. Mi primer hijo es economista y profesor de cuatro idiomas, mi segunda hija es economista y manager, y el menor estudia economía internacional.
—¿Están trabajando en algún tema?
En nuestro disco número 25, nunca paramos, siempre estamos haciendo canciones, difundiendo nuestra música, creciendo y enalteciendo al Perú afuera. Somos un puente que une lo tradicional con lo moderno.
Alborada celebrará sus 38 años de vida artística, el próximo 2 de julio en el Parque de la Exposición. Diosdado Gaitán Castro, Rubí Palomino y Nayda Gutiérrez estarán como invitados.
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