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Super Junior en Lima 2018

"Teníamos miedo de regresar. Al haber demorado tanto tiempo en hacerlo, pensamos que quizá ya se habrían olvidado de nosotros". Esta frase de Choi Siwon, miembro de , seguida de un vigoroso "¡no!" al unísono como respuesta de parte del público, resume los temores que plagan el mundo artístico y, en especial, el volátil mundo del , junto a la palpable emoción y sorpresa experimentada por el conjunto ante su apasionado recibimiento.

Íconos del pop coreano, Super Junior apenas arribó a Lima la noche anterior a su esperado show, cinco años después del primer encuentro con fans peruanos en el mismo Jockey Club que los recibiera en aquel entonces. Interiores y exteriores del Jorge Chávez fueron abarrotados de visitantes y expectativa hasta pasadas las 11 de la noche del sábado, todo sea por lograr algunos primeros vistazos y saludos con los ídolos. Y la ebullición de estos ánimos se dio en cuanto los surcoreanos cruzan el umbral de la puerta, que impresionados agradecieron con videos del momento en sus redes sociales.

El evento, podría decirse, inició tres semanas atrás, con la formación de las primeras colas de fans en las afueras del Jockey Club, aún ante recomendaciones de la productora y los mismos clubs de fans de evitar los riesgos de acampar. El domingo 22 de abril en la tarde, una continuación de la celebración iniciada en el aeropuerto se traslada al interior del recinto, la cual arranca oficialmente con el ingreso a escena del dúo Play-N-Skillz, teloneros de ascendencia latina que colaboró en el más reciente single de los coreanos.

Entre éxitos remixeados de la música urbana, la audiencia, aún de dividida opinión hacia este género, se dejó llevar durante el prólogo de una peculiar noche en un mar de luces azules y espíritu de fiesta, misma que también se llevaba tras el escenario, según clip de Instagram de Yesung, vocalista de Super Junior. Tras la despedida del dúo, amenizan la espera al show central los temas B de la banda, sorpresivamente cantados a coro por los fans, además del videoanuncio de las audiciones globales de SM Entertainment con otras figuras K-Pop como TVXQ, EXO, NCT y más, quienes arrancaron algunos de los primeros gritos conjuntos de los asistentes.

Al apagarse las luces, la locura se hace presente. En pantallas se proyecta un video introductorio inspirado en "El gran Gatsby": una fiesta de trajes elegantes y música de guitarras eléctricas, más una musa y una historia de amor junto a ella, mientras uno a uno, los integrantes son presentados en imágenes. Acto seguido, el escenario se ilumina, y los siete miembros de Super Junior aparecen en prolijos atuendos y en fila, mientras entonan una suerte de intro 'redux' de su tema "Black Suit", hasta que el coro estalla completo, en sincronía con la explosión del final de la espera.

Entertainers profesionales, Super Junior se luce en la estilizada coreografía y participaciones vocales, especialmente conscientes de la exaltada bienvenida de su fanaticada. Pocos quedan impasibles y la energía es casi incuestionable en el ambiente: aún con cámaras en mano, los fans no pierden detalle ni reprimen su exaltación. Este es un show que se 'vive'.

Le sigue a continuación la funky "Scene Stealer", destacado tema de su último disco, "Play", y su reedición "Replay". El conjunto cruza la pasarela y se ubica en la plataforma frontal, aquel tipo de espacio que en conciertos brinda experiencias tanto más íntimas a los fans, y los gritos se duplican. Continúan con su éxito "Mamacita", seguido de "Shirt", ambos de sus primeros ejercicios K-Pop con influencia latina.

Las grandes pantallas de fondo apoyan, con detallados escenarios, a la transición de conceptos entre temas, además de los hábiles bailarines que acompañan al grupo en canciones como la anterior, y "Girlfriend", otro de los puntos altos del reciente disco de Super Junior. Las actuaciones para tracks como "This is Love" y el emotivo pop de "It's You" muestran también la habilidad del grupo para las llamativas coreografías, mientras prosiguen con un medley de baladas, uno de los primeros momentos de la noche de directa conexión con sus fans.

Tras una breve pausa, la pantalla muestra escenarios de los países latinos incluidos en la actual gira mientras se oyen los primeros acordes de su nuevo single, "Lo siento". Aquí Super Junior hace su ingreso vivamente acompañado del coro del público, en algarabía por cantar algo en español junto a los ídolos. Leslie Grace, artista de latin pop que acompaña a Super Junior en el tema, aparece en escena, y la audiencia virtualmente completa se une. La joven logra algo curioso, que es conseguir la simpatía de muchos fans de la boyband, para quienes interpreta tres de sus canciones.

El show logra brindar entre éxtasis, emotividad y diversión a sus fanáticos, en hits como "Mr. Simple" y experimentaciones como la versión rock de "Bonamana", además de "Rokkugo", muestra de la actitud general del grupo de no tomarse a sí mismos demasiado en serio y disfrutar la vida. En un toque recurrente y particularmente conmovedor de la noche, los cinemáticos clips proyectados como intermedios llevan a la final revelación del joven amor de los chicos como una idealista adolescente, quien por años escuchó a la agrupación y creció 'junto' a ellos.

Temas como "One More Chance", "I Do" y "Shining Star", resultan declaraciones del permanente vínculo emocional con sus seguidores. Es en esta última donde se proyectan imágenes de distintos puntos de su carrera de casi trece años, y hacen su retirada del escenario. Es aquí cuando los fans cantan a coro una versión modificada del tema de Pedro Suárez Vértiz, "Cuando pienses en volver", que aunque un tanto extraña, logra sintonizar con la sensación colectiva de conservar la esperanza del reencuentro.

La pantalla se enciende de vuelta con un animado clip para "Good Day for a Good Day", y los surcoreanos retornan al escenario para interpretar dos disímiles últimos temas, "Devil" y "Miracle", donde el grupo y sus fans se divierten en conjunto. En la despedida final, un conmovido Lee Hyukjae hace una esperada alusión a la luna y la promesa que hiciera a los fans en su primera visita. Cada miembro da sus mensajes finales, algunos en español, incluidos algunos improvisados anuncios para Inca Kola.

Como cierre, hilarantes bloopers se proyectan, soltando risas en un público a inicios de una depresión post-concierto. En una suerte de escena post-créditos, además, managers de hacen una curiosa fonomímica con un mensaje de audio de parte de Kyuhyun y Ryeowook, actualmente de servicio militar, y que impacta las emociones finales de los fans. Ambas delinean de forma precisa a la banda, particularmente golpeada por situaciones adversas que se alinearon en numerosas ocasiones, pero que nunca dejó de prestar atención y contagiar a otros con el lado divertido de la existencia. 

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