El cometa interestelar 3I/ATLAS experimentó una pérdida masiva de masa después de su reciente paso cerca del Sol, lo que llevó al profesor Avi Loeb, de Harvard, a plantear que podría haberse fragmentado en más de una docena de pedazos. (Imagen referencial creada por El Comercio MAG usando la IA de "Perplexity")
El cometa interestelar 3I/ATLAS experimentó una pérdida masiva de masa después de su reciente paso cerca del Sol, lo que llevó al profesor Avi Loeb, de Harvard, a plantear que podría haberse fragmentado en más de una docena de pedazos. (Imagen referencial creada por El Comercio MAG usando la IA de "Perplexity")

El está perdiendo una cantidad sorprendente de masa tras su , un evento conocido como perihelio. Este comportamiento llevó al científico de a considerar la posibilidad de que el objeto se haya fragmentado en más de una docena de pedazos.

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“Piénsalo como fuegos artificiales, resultado del calentamiento por la luz solar”, explicó el astrofísico en conversación con el . “El objeto explotó en múltiples fragmentos”.

Las muestran dos enormes chorros que salen del cuerpo: una “anti-cola” que y otra, más delgada y humeante, en dirección opuesta.

Según Loeb, quien , estos chorros se prolongan hasta 620.000 millas hacia el Sol y 1,8 millones de millas en sentido contrario, lo que indica una pérdida masiva de material.

Los datos muestran que el 3I/ATLAS está expulsando enormes chorros de material que superan en potencia al viento solar en un millón de veces. Además, estos se dirigen tanto en dirección al Sol como en sentido contrario. (Foto: Frank Niebling y Michael Buechner)
Los datos muestran que el 3I/ATLAS está expulsando enormes chorros de material que superan en potencia al viento solar en un millón de veces. Además, estos se dirigen tanto en dirección al Sol como en sentido contrario. (Foto: Frank Niebling y Michael Buechner)

El investigador calculó que , el objeto debió absorber una enorme cantidad de energía solar, lo que habría provocado la sublimación (el paso directo de sólido a gas) de grandes cantidades de hielo de agua y dióxido de carbono.

A partir de sus estimaciones, Loeb concluyó que el área de absorción habría sido de unas 617 millas cuadradas, equivalente a una esfera de 14 millas de diámetro, mucho mayor de lo esperado por los datos obtenidos anteriormente con el telescopio Hubble.

“Eso es mucho más grande de lo que esperábamos según las observaciones del 21 de julio”, dijo Loeb. “Si se trata de un cometa natural, debió fragmentarse en decenas de piezas para aumentar su superficie y así alcanzar el valor necesario”.

Las observaciones también revelan detalles que apoyan la idea de que podría ser un cometa. El , en Sudáfrica, detectó el pasado 24 de octubre una señal de radio con líneas de absorción de radicales hidroxilo (OH), compuestos que se forman cuando la luz solar rompe moléculas de agua.

Aunque los datos sugieren que 3I/ATLAS es un cometa natural que está perdiendo agua, Avi Loeb no descarta un origen tecnológico o extraterrestre. (Foto: The Virtual Telescope Project)
Aunque los datos sugieren que 3I/ATLAS es un cometa natural que está perdiendo agua, Avi Loeb no descarta un origen tecnológico o extraterrestre. (Foto: The Virtual Telescope Project)

Este hallazgo sugiere que el objeto al pasar cerca del Sol, lo que refuerza la hipótesis de su origen natural.

Aun así, Loeb no descarta otras posibilidades. En su blog, el científico planteó que los potentes chorros podrían ser motores tecnológicos de una nave alienígena.

“Los propulsores químicos pueden alcanzar velocidades de 1,8 a 3 millas por segundo, diez veces más que los gases liberados por un cometa natural”, escribió. “Una tecnología extraterrestre podría usar propulsores aún mejores que los nuestros”.

Si este fuera el caso, añadió, el objeto , sino que habría mantenido su estructura intacta.

El próximo acercamiento del objeto a la Tierra, en diciembre de 2025, será clave para resolver el misterio. (Foto: NASA)
El próximo acercamiento del objeto a la Tierra, en diciembre de 2025, será clave para resolver el misterio. (Foto: NASA)

Para comprobarlo, Loeb espera los próximos acercamientos del cometa, especialmente el , cuando 3I/ATLAS estará en su punto más cercano a la Tierra.

Telescopios terrestres, junto con el Hubble y el James Webb, podrán analizar entonces su composición y forma.

De confirmarse que el objeto se mantiene intacto o muestra una aceleración no explicable por la gravedad, el científico cree que podría tratarse de un artefacto artificial.

¿Por qué se dice que el objeto interestelar 3I/ATLAS podría ser “mucho más” que un simple cometa?

El cometa 3I/ATLAS es objeto de especulación debido a una serie de características altamente inusuales que desafían las explicaciones cometarias convencionales.

En primer lugar, es un objeto interestelar, el tercero conocido, lo que significa que se originó fuera de nuestro Sistema Solar y está de paso. Sus anomalías incluyen una aceleración no gravitacional excepcionalmente grande que no puede justificarse completamente por la desgasificación normal del hielo (el “efecto cohete”), lo que requeriría una pérdida de masa inverosímil.

Observaciones del 3I/ATLAS revelan una composición química única y un inusual patrón de evaporación, lo que respalda su origen interestelar. (Foto: NASA / James Webb Space Telescope)
Observaciones del 3I/ATLAS revelan una composición química única y un inusual patrón de evaporación, lo que respalda su origen interestelar. (Foto: NASA / James Webb Space Telescope)

Además, su composición química es atípica, mostrando niveles inusuales de dióxido de carbono y níquel frente a otros elementos, sugiriendo que se formó en un entorno químico muy distinto y con una antigüedad estimada de hasta 7000 millones de años o más, siendo más viejo que el propio Sistema Solar.

Todo lo anterior, sumado a su inusual impulso extra, la ausencia de una gran nube de gas que justifique la aceleración, o el chorro de material (anticola) apuntando hacia el Sol, llevaron a algunos científicos, como el astrofísico Avi Loeb, a considerar hipótesis más especulativas, planteando que estaríamos ante una estructura de origen artificial o tecnológico, como una “nave nodriza” o algún tipo de sonda. Esto ha sido descartado por la mayoría de expertos, quienes consideran el suceso como algo natural, aunque bastante extraño.

¿Por qué se dice que el 3I/ATLAS es una auténtica “máquina del tiempo”?

El objeto interestelar 3I/ATLAS es considerado una “cápsula del tiempo” debido a su inmensa edad y su origen. Los astrónomos estiman que puede tener hasta 10.000 millones de años, haciéndolo mucho más antiguo que nuestro propio Sistema Solar (de 4.600 millones de años).

El 3I/ATLAS no proviene de nuestro vecindario estelar, sino de una de las regiones más antiguas de la Vía Láctea, probablemente el disco grueso galáctico, que alberga las estrellas más longevas.

Su análisis abre una ventana única para entender cómo se forman y evolucionan los cuerpos pequeños en sistemas planetarios lejanos. (Foto: @NOIRLabAstroES / X)
Su análisis abre una ventana única para entender cómo se forman y evolucionan los cuerpos pequeños en sistemas planetarios lejanos. (Foto: @NOIRLabAstroES / X)

Al ser un cometa, el 3I/ATLAS está compuesto de hielo, polvo y gases que se han mantenido prácticamente inalterados desde el momento de su formación. Esto significa que lleva consigo material primordial de las etapas iniciales de la galaxia.

Al estudiar su composición, los científicos pueden obtener información directa sobre las condiciones físicas y químicas del universo hace miles de millones de años.

¿Por qué se llama 3I/ATLAS?

El nombre del cometa interestelar 3I/ATLAS se compone de una designación científica que indica su origen y su descubridor. La parte “3I” significa que es el tercer objeto interestelar conocido que ha sido observado pasando a través de nuestro sistema solar. La letra “I” es la abreviatura de “interestelar,” indicando que el objeto proviene de fuera de los límites de nuestro sistema solar.

La segunda parte del nombre, “ATLAS”, corresponde al equipo o sistema que lo descubrió: el Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System (Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides). Este sistema de sondeo, financiado por la NASA y operado por la Universidad de Hawái, fue el primero en reportar su descubrimiento el 1 de julio de 2025 desde su estación en Chile.

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