La mitad de los candidatos en las elecciones presidenciales, legislativas y regionales del domingo en Brasil que había sido salpicado por el gigantesco escándalo de desvíos a favor de la petrolera estatal Petrobras fue derrotada y perderá el fuero privilegiado que la blindaba de las investigaciones.
La composición final del Congreso a partir de febrero de 2019, divulgada hoy por el Tribunal Superior Electoral, confirmó la derrota en las urnas de 46 de los 87 candidatos salpicados por la llamada operación Lava Jato, que destapó la mayor red de corrupción en la historia de Brasil.
Es decir, que el 52.9% de los salpicados por el escándalo se despide del Congreso o de sus mandatos ejecutivos.
Otros 5 candidatos citados en los desvíos (el 5.7%) aún tendrán la oportunidad de ser elegidos debido a que disputarán la segunda vuelta por el gobierno de algún estado y solo 35 (el 41.4%) consiguieron ser elegidos el domingo.
Los procesos judiciales de los 35 derrotados en las urnas podrán ser enviados de la Corte Suprema a instancias inferiores, en donde los juicios son más rápidos, ya que perdieron el fuero privilegiado.
Entre los candidatos que disputaron las elecciones, 18 son juzgados por las corruptelas, 12 fueron acusados formalmente por la Fiscalía y otros 57 son blanco de investigaciones.
Entre los derrotados en las urnas en la mira de la investigación Lava Jato figuran destacados políticos como la expresidenta Dilma Rousseff, que responde a dos denuncias; el actual presidente del Senado, Eunicio Oliveira, y el senador Romero Jucá, que fue vocero del Ejecutivo en la Cámara Alta en los últimos tres Gobiernos (Luiz Inácio Lula da Silva, Rousseff y Michel Temer).
Los tres eran candidatos a escaños en el Senado y perdieron pese a que eran favoritos. Rousseff fue la cuarta más votada al Senado en el estado de Minas Gerais pese a que los sondeos la daban como vencedora.
Igualmente fue castigado por los electores el exgobernador de Paraná Beto Richa, que fue detenido pocos días antes de las elecciones en el marco de una investigación por corrupción, pero al que la Corte Suprema benefició con la libertad condicional.
De los nueve senadores salpicados por la Lava Jato que intentaron la reelección este año, solo tres consiguieron mantener sus mandatos: Ciro Nogueira, Humberto Costa y Renan Calheiros.
Además de Oliveira y Jucá, otros cuatro fracasaron en su intento de ser reelegidos: Garibaldi Alves Filho, Lindbergh Farias, Edison Lobao y Valdir Raupp.
Otros tres senadores salpicados por el escándalo de corrupción aspiraron a mandatos en la Cámara de los Diputados, de los que tan solo dos consiguieron la elección: Gleisi Hoffmann, la actual presidenta del Partido de los Trabajadores (PT, la formación liderada por Luiz Inácio Lula da Silva), y Aécio Neves.
Este último fue el candidato derrotado por Rousseff en la segunda vuelta de las presidenciales de 2014.
Los electores también castigaron a familiares de caciques políticos hoy encarcelados por corrupción que intentaron algún mandato en la urna. Tal fue el caso de Danielle Cunha, hija del expresidente de la Cámara Baja Eduardo Cunha, y de Marco Antonio Cabral, hijo del exgobernador de Río de Janeiro Sergio Cabral.
El inconformismo con los políticos también castigó a los ministros del Gobierno del impopular presidente Michel Temer que intentaron las urnas, de los que solo consiguieron ser elegidos seis de los 18 que intentaron.
En cambio, las urnas premiaron a dirigentes que se destacaron por integrar movimientos o campañas contra la corrupción en Brasil y por su defensa incondicional de Lava Jato.
Tal fue el caso de Kim Kataguiri, dirigente del Movimiento Brasil Libre (MBL) y que consiguió un cupo en la Cámara Baja como el cuarto candidato más votado en Sao Paulo; de la periodista Joice Hasselmann, una dura crítica de la corrupción en los medios, y de Carla Zambelli, que lidera el movimiento "Nas ruas" (En las calles).
La abogada Janaína Paschoal, una de las firmantes de la denuncia que terminó con la destitución de Dilma Rousseff, fue elegida legisladora regional como la más votada a la Asamblea Legislativa del estado de Sao Paulo.
Agencia: EFE