Cindy Novoa, una de las figuras del equipo femenino de Universitario de Deportes, ha sido parte del personal despedido en el cuadro crema. (Foto: Leandro Britto)
Cindy Novoa, una de las figuras del equipo femenino de Universitario de Deportes, ha sido parte del personal despedido en el cuadro crema. (Foto: Leandro Britto)
/ Leandro Britto
Pedro Canelo

“Acepto la medida, pero hay que cuidar los ingresos de los que ganan menos”, fue lo que dijo apenas se enteró del descuento que planificaba hacer la Federación Peruana de Fútbol a los sueldos de su personal deportivo. Esa mirada empática y solidaria es lo que ayudará a contener ese huracán devastador que es el COVID-19 en la actividad deportiva. En un medio donde hemos convivido por años con las buenas noticias y las emociones, toca la frialdad de una sentencia evidente. Lo peor está por venir y sin gestos empáticos solo nos quedará vivir fuera de juego.

Preocupa, por ejemplo, lo que pasa en Universitario de Deportes, donde con el pretexto de la eterna crisis en Ate, el administrador Carlos Moreno decide prescindir, sin pestañear, del plantel femenino o del comando técnico de la reserva. Los más postergados son los que primero pagan las consecuencias en una crisis global.

Es entretenido ver a nuestros futbolistas top en transmisiones en vivo, también es motivador verlos entrenar en casa, pero en paralelo recibimos noticias de un Carlos A. Mannucci que toma decisiones unilaterales o de un Llacuabamba que amenaza con irse del torneo.

Un salvavidas para los clubes recién ascendidos era que se agilicen sus contratos de televisión y la Federación Peruana de Fútbol aún no comunica nada oficial sobre el tema. Su presidente en funciones, Agustín Lozano, salió a declarar hace una semana diciendo que iban a gestionar este trámite. ¿Por qué demoran tanto? Esta dirigencia de la FPF tiene la mala costumbre de dilatarlo todo, de prolongar, de matar de cansancio. Estamos en abril 2020 y aún no hay indicios de convocatoria a elecciones de la federación. Así estamos.

Todos van a tener que ceder para que las ruedas vuelvan a girar. Las empresas deben hacer el esfuerzo por mantener la cadena de pagos, los equipos intentar cuidar su recurso humano principal (los deportistas) y los dirigentes olvidar intereses personales (en clubes y federaciones) para darle respaldo a los que menos tienen: fútbol femenino y divisiones menores.

Y en esa maratón de los más perjudicados, olvidemos por unos minutos a Cristianos, Messis, Guerreros y Farfanes. ¿Se han enterado de que la maratón Lima 42K del 2020 quedó cancelada definitivamente? Que una competencia tan simbólica en el mundo running se despida antes de tiempo es un indicio de cómo la pasarán los otros deportes al margen del fútbol. ¿Cómo está entrenando Gladys Tejeda? ¿Cuándo podrá estar en condiciones de volver a una maratón? “Hacemos lo que podemos para no perder el físico”, le explicó Inés Melchor a este Diario hace una semana. Allí es el IPD el que debe comunicar una estrategia de contención y recuperación cuanto antes.

Extraño volver a ver un clásico, volver a abrir la edición de los lunes con la máxima emoción del domingo. Pero cuando pienso en los deportistas de otras disciplinas no siento nostalgia. Siento preocupación. De la más profunda.

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