Hoy se cumplen tres años de la muerte de Eda Guerrero Neira, más conocida como Edita Guerrero. La vocalista del grupo de cumbia Corazón Serrano –cuyos restos descansan en el cementerio Parque del Recuerdo– murió en la clínica Belén Sanna y su fallecimiento es materia de un proceso penal que avanza a paso lento.
La fiscal del caso, Victoria Allemant, acaba de disponer la audiencia de control de acusación. Esta diligencia se realizará el próximo 20 de abril a las 9 a.m. Allí se decidirá si el caso avanza hacia juicio oral. Están involucrados la ex pareja de la vocalista, Paul Olórtiga, y cinco médicos de la clínica Belén Sanna. Al primero se lo acusa de los delitos de parricidio, feminicidio y lesiones graves en agravio de su ex esposa, quien falleció el 1 de marzo del 2014.
Mientras que a los médicos Aldo Vences Balta, Alberto Sánchez Barrera, Alex Paico Sernaqué, Eduardo Gallo Seminario y John Gabriel Mogollón Aparicio, se los acusa de cómplices secundarios de los delitos de feminicidio y parricidio, omisión de denuncia y otros delitos.
Nuevos giros
El abogado de Olórtiga, Ángel Infante, dijo a El Comercio que ha habido algunos giros en el proceso que se sigue contra su patrocinado. “Ya se resolvió una solicitud de excepción, en casación. La Corte Suprema ha fallado a favor de un médico, y ha dicho que actuó de manera idónea, y que Edita murió de aneurisma. Este fallo se extendería a los otros médicos, y por tanto a mi patrocinado. Ahora la fiscal, en la audiencia de control de acusación, deberá variar su acusación”, dijo.
Por su parte, Juan Díaz Polo, abogado de la familia Guerrero Neira, respondió que los médicos siguen siendo investigados, y la casación de la Corte Suprema solo exime de responsabilidad a un médico y por algunos delitos. “Esperamos la audiencia de control de acusación, y allí se determinará las responsabilidades de cada uno. Los médicos no han sido sacados del proceso, aún”, comentó.
Como se recuerda, la tesis del Ministerio Público en este caso es que Edita no murió por aneurisma, sino por una luxación occipito atloidea, como señaló la perito Rosario Medina Aparcana en el protocolo de necropsia. Sin embargo, la defensa de los médicos y de Olórtiga asegura que Guerrero falleció por un aneurisma cerebral.