
En el competitivo mundo empresarial, el éxito no está garantizado, incluso para las grandes franquicias internacionales. El mercado peruano, con sus particularidades y desafíos, ha demostrado ser un terreno difícil de conquistar para empresas estadounidenses. A pesar de que muchas compañías son populares en sus países de origen, existen marcas que no lograron conectar con el público peruano o no supieron adaptar sus modelos de negocio a las exigencias del mercado local. En este sentido, a continuación exploraremos algunos de los negocios estadounidenses que no tuvieron éxito en Perú.
¿CUÁLES SON LAS FRANQUICIAS EXTRANJERAS QUE NO TUVIERON ÉXITO EN EL PAÍS?
Desde el sector gastronómico hasta el ámbito de la moda, diversas tiendas se vieron obligadas a cerrar sus puertas tras su fracaso en el mercado peruano.
1. Forever 21
La popular tienda ingresó al mercado peruano en 2014 con su primer local en Real Plaza Salaverry y, poco después, abrió uno de sus establecimientos más grandes en Sudamérica dentro del Jockey Plaza. Su objetivo era consolidarse entre los jóvenes peruanos, pero varios factores complicaron su permanencia en el país.
La fuerte competencia con marcas como Zara y H&M, que expandieron su presencia y ofrecieron precios competitivos, representó un desafío. Además, la crisis económica redujo el poder adquisitivo de los consumidores, impactando las ventas de manera rápida. Antes de la pandemia, las tiendas generaban entre 1,200 y 2,000 dólares por metro cuadrado, pero en 2023 esta cifra cayó a 400-420 dólares.
La pandemia aceleró su declive y, en 2024, Forever 21 decidió cerrar en Perú, liquidando su inventario como parte de una estrategia regional, según recuerda Perú Retail.

2. Krispy Kreme
La franquicia llegó a Perú en 2004 con su primera tienda ubicada en el Jockey Plaza, destacándose por sus donas glaseadas y su atractivo proceso de producción en vivo. Aunque inicialmente llamó la atención de los consumidores, la marca no logró consolidarse en el mercado.
Uno de los principales obstáculos fue la fuerte competencia con cadenas como Dunkin’ Donuts, que ya tenía una base sólida en el país. Además, las donas no eran un producto de consumo frecuente en Perú, lo que dificultó la construcción de una clientela estable. Otro factor clave fue la creciente preocupación por la alimentación saludable, lo que redujo el atractivo de sus productos.
Sin adaptarse a las preferencias locales, Krispy Kreme cerró sus operaciones en 2012 tras ocho años en el mercado peruano.

3. Hard Rock Café
Dicha marca llegó a Perú en 1997 con un local en Larcomar, atrayendo a fanáticos del rock y turistas con su propuesta gastronómica y cultural. Sin embargo, tras cuatro años de operación, cerró en 2001 debido a la reducción de clientes y a la falta de adaptación a los gustos locales.
En 2012, la marca volvió con una inversión de 3 millones de dólares en el Jockey Plaza, buscando conectar mejor con el público peruano mediante una decoración y menú más alineados con la cultura local. A pesar de estos esfuerzos, Hard Rock Café cerró nuevamente en 2019. El aumento de la competencia en el sector de entretenimiento y la dificultad de mantener su oferta innovadora influyeron en su salida definitiva del mercado peruano.






