
Los rumores se hicieron realidad y, finalmente, el Tank 300 de Great Wall Motors (GWM) ya está en el Perú. Al igual que Haval y Poer, Tank es un submarca de GWM que está presente en los mercados más importantes de Latinoamérica y que próximamente debutará en Perú con la presentación oficial del Tank 300. Pero, previamente a su debut, El Comercio tuvo la oportunidad de probarlo y convertirse en el primer medio de prensa peruano en conocer la experiencia Tank.
Para llevar a cabo esta tarea, esta vez nos embarcamos en una ruta hacia Laredo (Trujillo), donde el Tank 300 consiguió un alto desempeño. Además, conocimos sus múltiples tecnologías, destacándose el funcionamiento del control de crucero adaptativo y los asientos ventilados para afrontar el intenso calor del norte. Este SUV ya se ofrece en el Perú desde US$37.990.
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¿Cuáles son las características del Tank 300?
Antes de iniciar con nuestra experiencia, te presentamos las características principales del Tank 300. Lo primero es que tiene una estética exterior robusta, llamando la atención los enormes overfenders (protectores) sobre las ruedas y su carrocería de grandes proporciones. Mide 4.760 mm de largo, 1.930 mm de ancho y 1.903 de alto, asimismo tiene un peso neto de dos toneladas aproximadamente.
Pero, no solamente es todoterreno por su diseño, sino que realmente lo es en la práctica. Su ángulo de entrada es 33°, el ventral es 23,1° y el ángulo de salida es 34°. Por otro lado, su despeje al suelo es 224 mm y la profundidad máxima de vadeo es 700 mm. Los neumáticos también son todoterreno y son de medida 265/65 R17. De modo que el alto perfil del neumático evitará que los aros se raspen o malogren con facilidad.

Sin duda, lo más importante es que el Tank 300 cuenta con tracción 4x4 con caja reductora. Esto significa que en el selector de tracción encontramos los modos 2H, 4H y 4L. Adicionalmente, cuenta con bloqueo de diferencial delantero y trasero, haciendo que sea un SUV capaz de afrontar cualquier camino complicado en el Perú.

Respecto a su motorización, el Tank 300 estará disponible con un único motor de 2,0 litros con inyección directa. El motor E20CB de este SUV genera 217 hp a 5.500 rpm y 380 nm entre 1.800 y 3.600 nm, además está asociado a una transmisión automática de ocho velocidades. Bajo esta configuración, el Tank 300 acelera de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos.
Por afuera, equipa luces principales LED con regulación eléctrica para la altura, luces antiniebla delanteras y traseras LED, luna posterior con defroster (desempañador), luces traseras LED y un sistema de luces altas inteligentes. De igual forma, encontramos una llanta de repuesto ubicada en el portón trasero, unas barras en el techo, estribos laterales, ganchos de remolque y un sunroof.
En su interior, como todo buen vehículo de origen chino, la tecnología no puede faltar. Los asientos delanteros ofrecen regulación eléctrica y son ventilados/calefactables. El climatizador es bizona y hay un purificador de aire. El panel de instrumentos digital es de 12,3″ y la pantalla touch de 12,3″ se puede conectar a través de bluetooth, al mismo tiempo que cuenta con Apple CarPlay y Android Auto. Hay puertos USB Tipo A y Tipo C, sistema start/stop para ahorrar combustible, paddle sfhitt, entre otros.

En seguridad, cuenta con seis airbags, control electrónico de estabilidad, control de tracción, sistema electrónico antivuelco, mitigación secundaria de colisiones, asistencia de partida y control de descenso en pendientes, sistema de monitoreo de presión de neumáticos, asistencia dinámica de estabilización de dirección, control de crucero adaptativo, sensores delanteros, cámara 360°, anclajes ISOFIX para niños y más.
De igual forma, está equipado con ayudas a la conducción como, por ejemplo, la advertencia de desviación de carril, asistencia de mantenimiento de carril, mantenimiento de carril central, reconocimiento de señales de tránsito, función de alarma de exceso de velocidad, asistente de velocidad inteligente, asistencia de atasco de tráfico, asistencia de crucero inteligente y una asistencia de frenado.
Primera impresión al subir al Tank 300
Cuando por primera vez vimos el Tank 300, no solo nos llamó la atención el color naranja de la unidad que Great Wall Motors nos prestó, sino porque efectivamente luce imponente. La combinación de una carrocería cuadrada típica de un todoterreno, los overfenders enormes y estribos de metal, generan una percepción de raza fuerte.
No obstante, fuerte sí es. Cuando nos acercamos y miramos la estructura detrás de las ruedas, notamos que el tipo de chasis no es monocasco, sino de largueros y travesaños. Es decir, se trata de la estructura que utilizan los pick-up y que se caracteriza por ser fuerte y rígida. Esto es ideal para soportar la torsión que el vehículo sufre en terrenos irregulares.

Midiendo 1,72 metros, al subir al asiento del conductor, notamos amplitud y comodidad. Las rodillas no golpean con los laterales de la consola central. Ya ubicado en el asiento del copiloto, la amplitud es mucho mayor y se agradece que también se ofrezca regulación eléctrica. Las mismas sensaciones se trasladan a los asientos posteriores, en las tres plazas se goza de comodidad. La comodidad es muy buena en la plaza central, ya que no hay relieves abruptos en el piso como consecuencia del túnel de transmisión grande.
Detrás de la segunda fila, encontramos un maletero de 400 litros, que consideramos compacto. En definitiva, no es el más grande, pero es suficiente para colocar un par de maletas grandes y algunas mochilas. Al menos en nuestra experiencia, no nos faltó espacio. Ahora, si es que abatimos la segunda fila, se alcanza un maletero de hasta 1.635 litros. Es decir, ya casi tenemos un carro de mudanza. Lo cierto es que se puede notar el gran empeño de Great Wall Motors por brindar más espacio para los ocupantes, lo cual es una característica de este grupo automotriz.

La robustez del interior también es importante. Cuando tratamos de sacudir la consola central y otras áreas del habitáculo, percibimos gran solidez en el ensamblado. El interior cuenta con algunas superficies suaves al tacto, aunque también hay otras que son rígidas. Al igual que el Haval Dargo que probamos el año pasado, la percepción de calidad es bastante buena.
La experiencia de manejo
Ya en el manejo, esa imponencia se transmite en las saturadas calles de Lima. Nosotros partimos a Trujillo casi a las 2 pm, por lo que ya encontramos cierto tráfico desde el Cercado de Lima hasta Puente Piedra. Una forma coloquial de resumir la presencia del Tank 300 en las avenidas y carreteras es que los malos conductores no te van a “meter” el carro de forma intempestiva. Lo pensarán, ya que la estructura del carro podría perjudicarlos mucho más a ellos.
A pesar de ser un carro de proporciones grandes, el carro es sencillo de conducir. La dirección es suave, los frenos son de disco en las cuatro ruedas y responden sólidamente, la suspensión delantera es de doble bandeja o horquilla (independiente) y la trasera es de eje rígido con tirantes. En general, la suspensión copia adecuadamente las irregularidades del terreno y mitiga el impacto tras cruzar un rompemuelles o bache profundo.
Llegando a Ancón, ya pudimos divertirnos un poco más con la aceleración de este vehículo. A pesar de que su enfoque principal son los terrenos off-road, logra una aceleración contundente que nos permite superar o rebasar a otros vehículos con gran facilidad. Los 7,9 segundos que realiza de 0 a 100 km se perciben realmente. Mucho de esa salida rápida se debe a los 380 nm de torque que genera su motor de 2 litros turbo.

En carretera, el motor del Tank 300 trabaja relajado. A 80 km/h está a 1.500 rpm, a 100 km/h alcanza las 1.700 rpm y a 120 km/h llega a 1.900 rpm. Sin duda, contar con una transmisión de ocho marchas, permite que estas rpm no se eleven y, por ende, se consuma menos combustible.
¿Cómo le fue en el rendimiento? En la ciudad obtuvimos, alrededor de 25 km/galón, mientras que en la carretera llegó hasta 35 km/galón. Si bien no son las cifras más optimistas, era un resultado esperado. La gran mayoría de los vehículos de este peso, dimensiones y, sobretodo, con este tipo de aerodinámica (diseño cuadrado), rinden los valores del Tank 300. Según la web de GWM, el Tank 300 podría rendir hasta 40 km/galón en carretera. Por lo tanto, nuestro resultado no nos deja muy lejos de lo presentado por la marca. En todo caso, también se podría considerar que nosotros estuvimos encendidos con el aire acondicionado durante todo el viaje, asimismo se tendrían que considerar los 200 kilogramos de peso derivados de los ocupantes y respectivos equipajes.

Bajo estas condiciones, el Tank 300 alcanzó una autonomía de 520 kilómetros con su depósito de combustible de 70 litros (18,5 galones). ¿Y cuánto cuesta “tanquear” el Tank 300? En Lima, en donde el precio del combustible premium cuesta S/.15.00 por galón, se llena con S/277.00, mientras que en Virú (ciudad a donde llegamos en tanque de reserva) se llena con S/315.00, puesto el precio por galón es S/17.00. Los precios presentados son del 17 de enero del 2025.
En la carretera, este todoterreno ofrece un comportamiento dinámico propio de su categoría. En las líneas rectas, el carro siempre se percibe bien estable. En las curvas, el tener un chasis de largueros y un centro de gravedad más alto que otro SUV, se debe ingresar con más cautela si es que no se tiene mucha experiencia conduciendo. No se trata de un problema del Tank 300, sino que así funcionan las leyes de la física. A mayor altura del centro de gravedad, la fuerza lateral que se genera al ingresar a una curva es más fuerte. Ir a una alta velocidad en esta circunstancia podría provocar un sobreviraje; es decir, que una de las ruedas traseras pierda adherencia.
A efectos de nuestra prueba, nosotros ingresamos a una curva a 100 km/h, ampliando el ancho del giro y no tuvimos ningún inconveniente, ya que no perdimos adherencia. Allí entran a funcionar todos los componentes electrónicos, como el control de estabilidad y tracción. Lógicamente, tener desconectada esta tecnología sí podría suponer un grave peligro.
En la noche, se encendieron automáticamente las luces principales, las cuales son bastante potentes y tienen una profundidad de 500 metros aproximadamente. Después, al pasar por Chimbote, una ciudad que tiene algunas zonas que se caracterizan por los olores de harina de pescado, activamos el purificador de aire para mitigar los olores.

Más tarde, en Trujillo el calor se volvió más sofocante, razón por la que activamos los asientos ventilados. La tecnología también ayudó, la pantalla touch es fácil de usar y la interfaz es rápida. Luego, llegamos a Laredo, en donde visitamos los alrededores de la Casa Hacienda Laredo y la Torre del Reloj, un lugar turístico ubicado a 20 minutos de la ciudad de Trujillo. Finalmente, fuimos a Santo Domingo, en donde pasamos por una trocha sencilla, pero que sirvió para demostrar el confort del vehículo en ese terreno.








