Stellantis, la empresa matriz de marcas como Ram, Dodge, Jeep y Chrysler, ha sido criticada por un despido masivo donde obligaron a 400 trabajadores a trabajar un día desde casa, para luego despedirlos mediante una videollamada.
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Los afectados, principalmente trabajadores estadounidenses encargados de tareas de administración, así como cuestiones relacionadas a tecnología e ingeniería, fueron advertidos el pasado 21 de marzo que debían quedarse en su hogar atentos de una reunión muy importante para la cual debían acudir online.
Si bien el aviso recibido decía que la reunión era para “celebrar importantes reuniones operativas que requieren atención y partición específicas” y “para garantizar que todo el mundo pueda participar de forma efectiva”, el mensaje final del encuentro el 22 de marzo fue el cese de su tiempo como empleados de Stellantis.
Durante el encuentro, la empresa de automóviles italoamericana justificó su decisión citando las “incertidumbres sin precedentes” y “mayores presiones competitivas” que enfrenta la industria. Según Reuters, la reducción de personal representa alrededor del 2% de toda la fuerza laboral de la empresa.
Estas no serán las únicas reducciones de personal que enfrentará la automotriz, que el pasado 27 de marzo anunció que ha llegado a un acuerdo con los gremios italianos para reducir voluntariamente el personal, el cuál podría significar la salida de hasta tres mil empleados.
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